VENEZUELA: Chávez en la cuerda floja

Una multitudinaria marcha opositora exigió este jueves en las calles de la capital de Venezuela la renuncia del presidente Hugo Chávez, en el tercer día de una huelga general ahora extendida por tiempo indefinido.

La opositora Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la principal cámara empresarial, Fedecámaras, encabezaron la gigantesca marcha, que marca el momento de mayor tensión en la actual crisis política, la más aguda que afronta Chávez desde su investidura en 1999.

La manifestación congregó a decenas de miles de personas, según cálculos de observadores, y es la más nutrida de las realizadas contra el mandatario en los últimos cuatro meses, cuando arreciaron las protestas.

La marcha recorrió varios kilómetros, desde el edificio administrativo de la compañía monopólica estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en el oriente caraqueño.

Allí intervinieron una serie de oradores, antes de que la manifestación se dirigiera al Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo, en el centro de la capital venezolana.

”Hay que decirlo, porque es un sentimiento nacional, es un sentir que está entre todos nosotros: Chávez, vete ya”, exclamó el presidente de la CTV, Carlos Ortega.

La central obrera convocó a la huelga nacional el sábado, dos días después de que los gerentes principales de Pdvsa anunciaran la paralización de sus actividades. En la noche del miércoles, la medida fue extendida por tiempo indefinido.

Los gerentes de Pdvsa protestan hace más de un mes contra la designación por Chávez de una nueva junta directiva, que, según ellos, fue decidida con fines políticos y se ubicó en cargos claves a personas sin el debido nivel profesional.

La respuesta oficial fue asegurar que el gobierno había tomado una decisión legal, dado que el Estado es accionista único de la compañía. Luego, Chávez despidió a los ejecutivos que encabezaban la acción.

Los despidos fueron la gota que derramó el vaso, según analistas. ”Me los raspo (los destituyo) a todos, y el que se quiera parar también va para afuera”, dijo entonces el mandatario.

Inicialmente, la huelga de Pdvsa se cumplía en las oficinas administrativas, pero este jueves se conocieron paralizaciones parciales que afectan a diversas actividades del sector petrolero, que aporta 80 por ciento de exportaciones y 40 por ciento del producto interno bruto.

El vicepresidente de Pdvsa, Jorge Kamkoff, reconoció este jueves que no hay ”normalidad operativa” en la empresa, pues hay problemas en algunas de las principales refinerías y retrasos en la salida de los buques y los suministros de gasolina.

La paralización administrativa de Pdvsa llegó a su octavo día. El complejo petrolero de Paraguaná, en el occidente de Venezuela, donde funcionan las dos mayores refinerías del país, continuó operando a menos de la mitad de su capacidad.

Las refinerías de El Palito, en el centro, y otra en la ciudad oriental de Puerto La Cruz continuaron detenidas totalmente este jueves, según los informes periodísticos.

El presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, dijo ante los manifestantes este jueves que el inicio de esta crisis fue causada por el gobierno en noviembre pasado ”al negarse al diálogo y tratar de imponer leyes arbitrarias e inconsultas”.

Chávez hizo en noviembre de 2001 uso de poderes especiales, concedidos por el Parlamento, y aprobó una serie de leyes que fueron rechazadas por empresarios y otros sectores.

Fedecámaras respondió entonces con una paralización general de actividades, cumplida el 10 de diciembre. Pero el presidente desconoció las exigencias.

El transporte público funcionaba en Venezuela este jueves, así como el comercio minorista y la banca, con un horario especial. Las grandes empresas privadas del país siguen paralizadas. En la administración estatal hay actividad, pero menguada. La educación pública funciona a media máquina y la privada está paralizada.

Por otra parte, Chávez, quien tiene dos días sin aparecer en público, suspendió su previsto viaje a Costa Rica, donde este jueves y el viernes se reunirá la cumbre del latinoamericano Grupo de Río.

La desaparición de Chávez del escenario público cuando su gobierno enfrenta su más dura prueba desde que llegó al poder en febrero de 1999 contribuye a alimentar diversos rumores sobre un supuesto descontento en las Fuerzas Armadas.

Este miércoles, dos generales formularon críticas públicas al gobierno. En los últimos dos meses se han producido una cadena de intervenciones públicas de oficiales, que coinciden en que Chávez ha colocado a las Fuerzas Armadas al servicio de su proyecto político.

En la noche del miércoles, el ministro de Defensa, José Vicente Rangel, insistió en calificar de ”normal” la situación del país y en que la huelga general estaba destinado al fracaso. Así mismo, llamó a un diálogo a los ejecutivos petroleros, pero se desconocen más detalles de esta iniciativa.

El ministro calificó la huelga general de acto ”insurreccional” que procura derrocar al gobierno.

Por otra parte, los empresarios del sector alimenticio de Venezuela anunciaron este jueves planes de contingencia para garantizar el suministro de alimentos en medio de la huelga nacional.

”Contamos con suficientes alimentos para abastecer al país”, dijo el presidente de la Cámara Venezolana de Industrias de Alimentos, Rafael Alfonso. (FIN/IPS/ac/mj/ip/02

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