SALUD-AFRICA AUSTRAL: El sida viaja en camiones

Los conductores de camiones son un grupo de alto riesgo en la propagación del sida en Africa austral, y requieren programas educativos, análisis confidenciales y atención psicológica, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Los transportistas y trabajadores migrantes son considerados clave en la propagación del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la principal causa de muerte en Africa subsahariana, de acuerdo a un informe del PNUD.

En 2001, 2,3 millones de personas murieron de sida en Africa, y 3,4 millones de personas contrajeron el mal en la región subsahariana. Más de 28 millones de africanos viven con la enfermedad, según cifras del Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el VIH/Sida (Onusida).

La ocupación y la conducta sexual de los conductores de camiones, sobre todo aquellos que recorren rutas transfronterizas, los hacen particularmente sensibles al contagio, según el estudio del PNUD.

”Los camioneros son los marinos de la actualidad, con una muchacha en cada puerto. Pernoctan en sus camiones y toda joven hambrienta sabe que puede conseguir un plato de comida a cambio de relaciones sexuales con ellos”, dijo la consejera sobre sida Wendy Nxumalo, de la nororiental ciudad sudafricana de Nelspruit.

”Cada vez que veo uno de esos grandes camiones, entrego al conductor una caja de condones”, agregó.

Las conclusiones del PNUD se basan en pruebas testimoniales, pues el documento no proporciona cifras sobre cantidad de conductores afectados ni porcentajes de nuevas infecciones en Swazilandia, Sudáfrica o Mozambique atribuibles a la conducta sexual de los transportistas.

Pero las opiniones vertidas por administradores de empresas de transporte y conductores coinciden con el estudio.

”Tenemos una alta tasa de retiro de conductores. Hombres jóvenes y perfectamente saludables se enferman y se van. Sabemos que detrás está el sida, pero la costumbre de los swazis impide hablar abiertamente de ello”, dijo un gerente.

La asistencia personal reservada y los exámenes de sangre confidenciales para los conductores y sus parejas son la mejor solución, ”pues debemos considerar a las parejas sexuales, que también están en peligro”, estimó.

”Tengo novias en todas mis rutas. Detesto usar condones, aunque me han dicho que debo utilizarlos o me contagiaré”, dijo Musa, conductor de un servicio postal privado.

”No podemos culpar a los camioneros por el sida. Pero ahora que han sido identificados como grupo de alto riesgo, debemos otorgarles especial atención”, sostuvo el consejero Lindiwe Dlamini, del Centro de Apoyo sobre Sida en la central ciudad comercial de Manzini, Swazilandia.

La prensa y las organizaciones contra el sida responsabilizan a las autoridades de Swazilandia por la epidemia de sida que afecta a un tercio del millón de habitantes, según un estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Por su parte el Ministerio de Salud insiste en que ”sólo” 22,5 por ciento de la población es portadora de VIH.

El Ministerio de Transporte manifestó su preocupación por la proliferación del sida entre los camioneros. ”Swazilandia es un país mediterráneo, todo nuestro combustible y productos de consumo llegan por tren o por carretera”, afirmó una fuente gubernamental.

”No cualquiera puede manejar los grandes camiones de carga, eso requiere entrenamiento y experiencia, por lo que una falta de conductores puede afectar nuestra economía. Habrá escasez en los comercios y las fábricas no contarán con suficientes materias primas y componentes”, agregó.

En consecuencia, el Ministerio de Transporte resolvió poner en práctica programas de prevención, respaldados por la Federación de Trabajadores y el gubernamental Proyecto Nacional contra el Sida, que también serán beneficiosos para los vecinos Sudáfrica y Mozambique, gravemente afectados por la epidemia.

Las autoridades establecerán un centro de información sobre sida dirigido a los camioneros en el parque industrial Matsapha, a 25 kilómetros de la capital, Mbabane, donde están instaladas las principales industrias y tienen sus sedes las compañías de transporte y de correo swazis y sudafricanas.

También se entregarán folletos informativos a los conductores en el occidental puesto fronterizo de Oshoek, el más utilizado por los vehículos de carga procedentes de la septentrional provincia sudafricana de Gauteng, donde se encuentra el cinturón industrial de Johannesburgo y Pretoria.

”Las enfermedades de trasmisión sexual siempre han estado asociadas a los trabajadores migrantes, en especial los mineros de Sudáfrica, que durante un siglo procedían de todas las naciones de Africa austral, y mantenían relaciones sexuales con prostitutas”, dijo el ex ministro de Salud de Swazilandia, Samuel Hynd.

Aún hoy los trabajadores mineros pasan la mayor parte del año en alojamientos dispuestos por las compañías, alejados de sus familias.

Los acuerdos de confidencialidad obtenidos por los sindicatos obligan a las empresas a no divulgar las cifras sobre enfermedades de trasmisión sexual y sida, por lo cual las autoridades sanitarias carecen de estadísticas confiables para formular programas de prevención.

Las organizaciones no gubernamentales asisten a los trabajadores migrantes, visitando sus alojamientos para entregarles información y condones y organizando encuentros informativos en los lugares de trabajo.

El sida ha afectado gravemente la fuerza laboral del sector minero sudafricano, por lo cual todas las empresas han dispuesto equipos médicos especiales en policlínicas para promover los exámenes de sangre y el uso de condones, aseguró el diario sudafricano Business Day. (FIN/IPS/tra-eng/jh/mn/dcl/he/02

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