La Corte Suprema de Pakistán consideró válido el referendo convocado para este martes por el presidente Pervez Musharraf, que busca prolongar cinco años más su régimen de facto, pero esta vez con la aprobación popular.
El tribunal rechazó los cargos de inconstitucionalidad de partidos políticos opositores y aceptó el argumento del gobierno de que la consulta popular no estará regida por la Constitución sino por un decreto provincial constitucional emitido por el general Musharraf como jefe de las fuerzas armadas.
Así mismo, afirmó que ese decreto rige a todo Pakistán.
En cuanto a la posibilidad de que Musharraf permanezca más tiempo en el poder, la Corte prefirió no analizar esos asuntos ahora, y en cambio dejar que sean determinados en un foro adecuado en el momento adecuado.
Aunque validó el referendo, el órgano judicial declaró estar abierto a cualquier futura impugnación de la extensión del mandato de Musharraf si no obtiene la confirmación del parlamento.
Por largo tiempo, las decisiones políticas del máximo tribunal pakistaní han estado de acuerdo con el gobierno de turno.
La corte sólo demoró seis días en tomar la decisión. Sus nueve jueces, que emitieron un veredicto unánime, juraron fidelidad al presidente Musharraf y no a la Constitución al asumir sus cargos, en enero de 2000.
Tres meses antes, Musharraf había tomado el poder en un incruento golpe de Estado y expulsado al primer ministro Nawaz Sharif.
El entonces presidente de la Corte Suprema, que se negó a jurar fidelidad a Musharraf por encima de la Constitución, fue expulsado.
El nuevo tribunal permitió a Musharraf gobernar por tres años, hasta octubre de este año, y modificar la Constitución.
Musharraf, que ha estado muy ocupado en actividades de campaña electoral, recibió con beneplácito el veredicto pronunciado el sábado. Esta sentencia confirma mi creencia de que el referendo es acorde a la ley y a la Constitución, dijo.
Pero Qazi Hussain Ahmed, líder del partido islámico Jamat-e- Islami y uno de los peticionantes ante la Corte Suprema, afirmó que este órgano acaba de enterrar a la Constitución.
Pese a su derrota judicial, una coalición de 33 partidos políticos opositores llamada Alianza para la Restauración de la Democracia, prometió continuar su resistencia política.
Nawabzada Nasrullah Khan, presidente de la Alianza, anunció que llevará el asunto al tribunal del pueblo al lanzar el sábado la campaña Fuera Musharraf en la ciudad de Lahore, la segunda del país.
Casi todos los partidos políticos exhortaron a sus seguidores a boicotear el referendo, entre ellos los dos principales partidos de oposición, el partido del Pueblo de Pakistán, de la ex primera ministra Benazir Bhutto, y la Liga Musulmana de Nawaz Sharif.
El acto de la Alianza el sábado fue el primero realizado desde que Musharraf asumió el poder y prohibió todos los actos políticos.
Nasrullah lamentó que Musharraf se haya puesto en contra de los partidos políticos, los líderes religiosos, los juristas y los medios de comunicación, en lugar de forjar la unidad nacional para afrontar la crisis que azota a este país surasiático.
El acto también puso de manifiesto la unidad sin precedentes entre los partidos tradicionalmente rivales de Bhutto y Sharif, que viven en el exilio.
Ambos partidos se acercaron ante el anuncio de Musharraf de que no permitirá a ambos ex primeros ministros ser candidatos en las elecciones del próximo octubre, porque fueron condenados por corrupción.
El general (Musharraf) usurpa los derechos de su propio pueblo y pretende entrar en la política por la puerta de atrás, mediante una farsa de referendo, dijo Bhutto en una declaración grabada que fue emitida en la manifestación del sábado.
Mientras los partidos laicos se oponen a Musharraf por tratar de extender su mandato por medios ilegítimos, los partidos religiosos se le oponen por seguir una política pro- estadounidense.
Maulana Samiul Haq, líder del partido islamista Jamiat-e-Ulma, declaró que su grupo no está contra Musharraf, sino contra la agenda pro-estadounidense que pretende aplicar luego del referendo.
Por su parte, Musharraf da por sentada su victoria, dado que, según él, tiene el apoyo de 90 por ciento de los partidos políticos y otros grupos que consultó antes de promover al referendo.
Además, destacó, cuenta con el respaldo de los comandantes militares y de potencias extranjeras, en especial Estados Unidos, que lo cuenta como aliado en su guerra contra el terrorismo.
La pregunta es cuántos de los 70 millones de votantes registrados concurrirán a las urnas este martes. (FIN/IPS/tra-en/ni/mlm/ip-hd/02