El secretario ejecutivo de la Cepal, José Antonio Ocampo, recomendó este jueves en la capital chilena la unión monetaria de Argentina y Brasil, como estrategia futura de desarrollo del Mercado Común del Sur (Mercosur).
El nuevo régimen cambiario argentino (de cotización flotante del dólar) va a terminar salvando al Mercosur, dijo Ocampo, en un encuentro con corresponsales extranjeros en la sede de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) en Santiago.
El sistema de equivalencia paritaria un peso argentino-un dólar, que se mantuvo por casi 10 años hasta enero, creó serias tensiones proteccionistas entre los socios del bloque (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), especialmente en 2001, dijo el funcionario.
El futuro del Mercosur pasa por la coordinación macroeconómica y la unión monetaria de Argentina y Brasil, en la perspectiva de una moneda común para los dos gigantes del Mercosur, añadió.
A juicio de Ocampo, la mayor lección que América Latina puede sacar de la crisis argentina es que la estabilidad económica no la dan las reglas rígidas, sino el buen manejo de la discrecionalidad y de la flexibilidad.
El economista colombiano precisó que la implementación del cambio paritario entre el peso argentino y el dólar, realizada a comienzos de la década del 90, fue la respuesta del gobierno de Carlos Menem (1989-1999) a dos hiperinflaciones sufridas en los años previos.
El régimen de convertibilidad cambiaria, fijado por una ley impulsada por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, pudo abatir la inflación y brindar confianza a los inversionistas extranjeros, pero fue insostenible en condiciones de volatilidad de capitales típica de los mercados financieros, agregó.
El problema no estuvo en el régimen cambiario, sino en que no fue abandonado a tiempo, lo cual es una muestra de la rigidez con que se aplicó, sentenció Ocampo.
En esa permanencia del sistema tuvieron también una alta cuota de responsabilidad los organismos financieros multilaterales y la banca privada, que publicitaron la experiencia argentina como modelo.
En 1998, el gerente general del FMI (Fondo Monetario Internacional), Michel Camdessus, dijo que la de Argentina era la economía mejor manejada del mundo, recordó Ocampo.
El representante de la agencia regional de la Organización de Naciones Unidas (ONU) lamentó la renuncia al cargo de ministro de Economía de Argentina de Jorge Remes Lenicov, a quien calificó como una persona muy sensata y aterrizada.
Remes Lenicov estaba operando en la dirección correcta al defender el tipo de cambio flotante y buscar fórmulas de restablecer la confianza en el sistema financiero argentino, como base para retomar el crecimiento económico, dijo.
Ocampo elogió, además, el acuerdo que logró el miércoles el presidente argentino Eduardo Duhalde con los gobernadores provinciales para que éstos se avinieran a las condiciones de austeridad fiscal y disciplina monetaria que plantea el FMI para ayudar a ese país.
Por su parte, el ministro de Hacienda de Chile, Nicolás Eyzaguirre, también deploró este jueves la renuncia de Remes Lenicov, quien cumplió una buena labor.
La situación en Argentina está en estado de flujo. Todavía no hay un (nuevo) ministro de Economía, por lo tanto no sabemos las bases sobre las que operará el nuevo encargado de ese ministerio, apuntó.
Eyzaguirre dijo no estar demasiado preocupado por el impacto sobre la economía chilena de este nuevo episodio de la crisis argentina.
Hasta el momento, el efecto más concreto fue el aumento de la cotización del dólar, que se elevó en unos 10 pesos chilenos esta semana, para situarse en torno a los 658 pesos por unidad.
La visión de que Argentina es un caso aislado, sin efectos importantes sobre el resto de América Latina, es falsa, advirtió Ocampo.
Si bien no hay un efecto duro de contagio sobre los mercados financieros, como el que provocó la crisis de Rusia en 1999, el caso argentino genera problemas de largo alcance.
Ocampo observó un fenómeno general de cautela de los inversionistas extranjeros hacia América Latina, lo cual es particularmente ostensible en el caso de los españoles, los mayores exportadores de capitales hacia la región.
América Latina, a raíz de lo sucedido en Argentina, no volverá a contar en el corto plazo con la abundancia de capitales de inversión externa que tuvo entre 1991 y 1997, concluyó el secretario ejecutivo de la Cepal. (FIN/IPS/ggr/dm/if/02