MEDIO ORIENTE: EEUU rechaza propuesta e informe de Mary Robinson

Estados Unidos rechazó este martes el envío inmediato de observadores a Palestina, para obtener información y hacer recomendaciones ante el severo deterioro de la situación humanitaria, propuesto por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson.

El representante estadounidense, Kevin E. Moley, descartó que una acción de este tipo emprendida por la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pueda contribuir a mejorar la situación en Medio Oriente.

La demagogia no permitirá resolver los problemas de la región, apuntó Moley. Estados Unidos cuestionó una posible intervención de la Comisión de la ONU en el conflicto en Medio Oriente y reclamó que ésta preste apoyo a los esfuerzos diplomáticos que se realizan desde Washington y Nueva York.

Robinson presentó la iniciativa de enviar una misión humanitaria a los territorios palestinos ocupados por Israel durante el debate del máximo organismo de derechos humanos de la ONU, con sede en Ginebra.

La delegación de Washington volvió a criticar a Robinson y a las resoluciones que adopta la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en la disputa entre israelíes y palestinos.

Moley dijo que ”no fue equilibrado ni justo” el informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, actualizado con datos recibidos hasta el mediodía de este martes de su oficina en Palestina.

El último informe de Robinson sobre la situación de los derechos humanos en Medio Oriente sostiene que los palestinos continúan sometidos a una amplia gama de violaciones, todas relacionadas con la ocupación de sus tierras por Israel.

En cuanto a Israel, declara que sigue sufriendo por los asesinatos ”deliberadamente planeados” de civiles.

Con sus primeras palabras, ”me hubiera gustado felicitar a Robinson por su informe, pero no puedo”, apuntó Moley, quien mostró así la animosidad que la diplomacia estadounidense abriga contra Robinson y contra la política de su oficina en Medio Oriente.

El mismo Moley había criticado a Robinson dos semanas atrás porque se permitió recomendar a los estados que se ocupen también de la cuestión de la ”seguridad humana”, como parte de la estrategia global para derrotar el terrorismo.

El representante de Washington dijo también que no compartía el punto de vista de Robinson, que atribuyó a las resoluciones adoptadas en la Conferencia Mundial contra el Racismo, realizada el año pasado en Durban, Sudáfrica, el efecto de un antídoto para el terrorismo.

El informe sobre la situación en Medio Oriente presentado por Robinson no refleja los derechos de Israel, criticó Moley.

La animadversión de Washington le ha costado a Robinson la permanencia en sus funciones por otro periodo más.

La Alta Comisionada, que asumió en septiembre de 1997, anunció hace un año que dejaría el cargo al término de su mandato, en el mismo mes del 2001. Sin embargo, luego se comprometió a seguir un año más ante un pedido expreso del secretario general de la ONU, Kofi Annan.

La funcionaria no ocultó posteriormente su interés en proseguir hasta la conclusión del segundo mandato de cuatro años, pero sus intenciones tropezaron con la determinación de Estados Unidos de provocar su alejamiento definitivo.

Robinson, quien fue presidenta de Irlanda de 1990 a 1997, se dedicará a partir de septiembre a trabajar en el plano internacional en asuntos relacionados con los problemas que suscita la mundialización.

Las noticias enviadas por la oficina de la Alta Comisionada en los territorios palestinos ocupados dan cuenta de que los desplazamientos son extremadamente peligrosos, debido a las operaciones de los tanques de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) y de los francotiradores.

En los últimos días se ha registrado un aumento alarmante de pérdidas de vidas. Las autoridades israelíes informaron que durante la festividad de la pascua judía murieron 22 personas y otras 140 resultados heridas en un ataque suicida en el Park Hotel de la ciudad costera de Netanya.

Hamas, uno de los grupos radicales palestinos, reconoció su responsabilidad en ese ataque.

El fin de semana pasado, 14 personas murieron y 40 resultaron heridas en otro ataque con bombas en un restaurante de Haifa.

Por su parte, un informe de la Media Luna Roja Palestina (MLRP) divulgado el lunes por la tarde dio cuenta del asesinato de 38 palestinos. Por lo menos otras 60 personas de ese origen han sido también heridas, precisó Robinson.

También dio cuenta de informes de probables ejecuciones extrajudiciales por parte de las Fuerzas de Defensa Israelíes, mientras se mencionó el asesinato de ocho palestinos acusados de ”colaborar” con Israel.

Robinson citó despachos de la red informativa británica BBC que narraron el domingo que 700 palestinos habían sido apresados por Israel como consecuencia de una búsqueda casa por casa realizada por fuerzas militares en varias áreas de la ciudad cisjordana de Ramalá.

El informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos incluye también referencias a las trabas que surgen en la zona para la libertad de movimiento, la asistencia humanitaria, la atención médica y la prestación de servicios de aguas corrientes y electricidad.

Robinson recordó que la Asociación de la Prensa Extranjera en el lugar afirmó que desde el 30 de marzo se prohíbe el ingreso de periodistas a Ramalá, una ciudad que ha sido declarada completamente zona militar.

La funcionaria reveló que recibió una llamada telefónica del padre de Caoimhe Butterly, una irlandesa de 23 años que se encuentra en Ramalá desde enero, como integrante de un grupo pacifista internacional.

Butterly, que tiene experiencia en cuidados sanitarios, se dirigió a las oficinas y residencias del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat, para prestar ayuda con muertos y heridos.

Ante la gravedad de la situación, relató Robinson, la joven irlandesa decidió permanecer en el lugar junto con unos 30 voluntarios más. ”Estamos haciendo lo que la ONU debe hacer”, le comentó Caoimhe a su padre.

A continuación, la Alta Comisionada insistió ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU con su idea expresada en 2000 de discutir el envío de un grupo internacional de control. Esa presencia puede actuar como un freno a las violaciones de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, sostuvo.

La ausencia de la ONU en la zona de conflicto de Medio Oriente fue criticada en la sesión de la Comisión por el representante de la Asociación Americana de Juristas (AAJ), Jairo Sánchez.

La última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el 29 de marzo, no prevé sanciones ni amenaza de sanciones de ninguna naturaleza en caso de incumplimiento por parte de Israel, observó la AAJ.

El Consejo de Seguridad incluso ”pide” a Israel que se retire de Ramalá, pero no le dice que lo haga inmediatamente ni le fija un plazo para hacerlo.

Sánchez dijo que, frente a esta parálisis de la ONU, los gobiernos de Europa se limitan a algunas manifestaciones verbales de circunstancias, pero tampoco adoptan ninguna medida de represalia. (FIN/IPS/pc/dm/ip hd/02

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