Una campaña publicitaria que emite la televisión de Estados Unidos, financiada por la extrema derecha, compara al presidente palestino Yasser Arafat con el prófugo saudita Osama bin Laden y el presidente de Iraq, Saddam Hussein.
El aviso publicitario La estrategia suicida advierte que si contemporizamos con el terrorismo, tendremos más terrorismo.
El guión, concebido por la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), abre con el título La estrategia suicida y continúa: fue utilizada por el terrorismo contra Estados Unidos el 11 de septiembre. Es usada por los terroristas contra Israel día tras día, mientras se exhiben imágenes de la destrucción que dejó una explosión suicida en Israel.
La estrategia suicida nos amenaza a todos, a todos los que somos odiados por 'infieles, continúa la voz mientras en la pantalla aparece Saddam Hussein hablando ante una multitud. Acto seguido, banderas estadounidenses incendiadas y el imperativo mensaje final nunca contemporicemos con el terrorismo.
La FDD y el Centro por una Política de Seguridad (CSP), organizaciones que respaldan al gobernante partido Likud de Israel, focalizan su campaña en las televisoras del área de Washington, con el propósito de influenciar las decisiones sobre el conflicto en Medio Oriente.
Pese a las similitudes de los mensajes y a la coincidencia de nombres que dirigen o fundaron ambos grupos, los avisos publicitarios fueron producidos en forma totalmente independiente, según el presidente de la FDD, el israelí Nir Boms.
Las dos organizaciones también se identifican con los más prominentes halcones, sectores duros del gobierno de George W. Bush, en especial los asesores del vicepresidente Dick Cheney y del secretario (ministro) de Defensa, Donald Rumsfeld.
La FDD, creada el 13 de septiembre dos días después de los ataques terroristas contra Estados Unidos, asegura en su aviso publicitario de 30 segundos que no hay diferencias entre los atentados suicidas palestinos y los perpetrados el 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
El CSP, dirigido por ejecutivos de empresas de armamento y activistas de extrema derecha, emite una serie de filmaciones publicitarias donde se reiteran las banderas quemadas, una imagen de Bin Laden, acusado de los atentados del 11 de septiembre, y a Arafat presuntamente exhortando a la jihad (guerra santa).
La voz del relator sostiene que Saddam Hussein paga a los niños palestinos para que se conviertan en atacantes suicidas.
Estos mensajes son muy eficaces para confundir a la gente, opinó el director de comunicaciones del Comité Arabe Estadounidense contra la Discriminación, Hussein Ibish.
Esta campaña obedece a la preocupación de la extrema derecha ante una opinión pública que se vuelve contra el gobierno de Sharon, sobre todo desde su devastadora ofensiva contra el campamento de refugiados de Jenín y otras ciudades del territorio palestino autónomo de Cisjordania, agregó Ibish.
La publicidad comenzó a emitirse a inicios de este mes, mientras el secretario de Estado (canciller) Colin Powell iniciaba su infructuosa misión en Medio Oriente en busca de un cese del fuego entre israelíes y palestinos, que preludiara nuevas negociaciones de paz.
En ese momento, el propio Bush pedía a Israel que se retirara de inmediato de las áreas palestinas que había ocupado en marzo.
Sus demandas fueon ignoradas por Sharon y criticadas por varios medios de prensa y organizaciones conservadoras en Estados Unidos, como la Derecha Cristiana, el Proyecto por un Nuevo Siglo Estadounidense, el diario The Wall Street Journal y el semanario Weekly Standard, para los que la presión sobre Israel sólo alienta a los terroristas.
Ese mensaje y la confluencia de Bin Laden, Saddam Hussein, Arafat y los palestinos en general, en la mente de los espectadores parecen ser los principales propósitos de los creadores de la campaña.
El 11 de septiembre, Estados Unidos perdió miles de vidas inocentes a manos de los extremistas. Mientras Estados Unidos lloraba, los palestinos portaban imágenes de Osama bin Laden, coreando 'muerte a Estados Unidos y a Israel', afirma el narrador de la publicidad del CSP.
Mientras tanto la fotografía en blanco y negro de Bin Laden se agranda hasta ocupar toda la pantalla.
La televisión oficial palestina propaló los llamados de 'muerte a Estados Unidos' y Arafat exhorta a la jihad, jihad, jihad, jihad, continúa el locutor mientras se muestra a Arafat hablando a una multitud en un acto nocturno.
Ahora los palestinos exhiben su respaldo a Saddam Hussein, un dictador que odia a Estados Unidos y a todo lo que representa, continúa el aviso.
El relator concluye con la pregunta: en la guerra contra el terrorismo, ¿pueden estar de nuestro lado aquellos que lo respaldan?.
El Consejo Directivo de la FDD cuenta entre sus miembros a la ex embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas, Jeane Kirkpatrick, y al ex candidato del gobernante Partido Republicano Jack Kemp.
El cuerpo de asesores de la Fundación incluye a Richard Perle, alto funcionario de Defensa durante el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989) y actual director del Consejo de Política de Defensa, a Frank Gaffney, a la sazón director ejecutivo del CSP, y aBill Kristol, editor del Weekly Standard.
Perle y Kirkpatrick fungen igualmente como asesores del CSP, al igual de William Bennett, figura clave en los vínculos entre la Derecha Cristiana y los judíos conservadores de Estados Unidos.
Bennett y Gaffney también forman parte de Estadounidenses por la Victoria sobre el Terrorismo, creado en marzo para denunciar a grupos e individuos que malinterpretan la naturaleza de la guerra que enfrentamos.
Todos firmaron una carta entregada a Bush, y redactada por Kristol, en la víspera del viaje de Powell a Medio Oriente, donde instaban a otorgar total respaldo a Israel en su lucha contra las redes terroristas que amenazan diariamente las vidas de los ciudadanos israelíes y a acelerar los planes para derrocar a Saddam Hussein. (FIN/IPS/tra-eng/jl/dcl/ip/02
