El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU comenzó a distribuir ayuda alimentaria de emergencia en el sur de Zambia, el tradicional granero del país, que ha sido afectado alternativamente por inundaciones y sequías.
Casi 1,3 millones de campesinos cuyos cultivos se perdieron por sucesivas sequías e inundaciones requieren asistencia alimentaria, pero sólo 40 por ciento de los 19 millones de dólares necesarios han llegado a la agencia humanitaria, lo que obliga a priorizar las zonas más afectadas.
La organización británica Harvest Help, que actúa en el meridional distrito de Siavonga —el área más golpeada por la irregularidad de las lluvias de los últimos dos años— entregó en nombre del PMA suministros de maíz para tres semanas a unas 350 mujeres y sus familias.
La ayuda permitió que las mujeres regresaran el viernes a sus aldeas, que abandonaron en enero y febrero para marcharse a la meridional ciudad de Chirundu, a 45 kilómetros de distancia, en la frontera con Zimbabwe, donde trabajaron transportando agua desde el cercano río Zambezi.
Por el traslado de 20 litros de agua para los residentes locales obtenían 15 centavos de dólar, suficiente para comprar una pequeña bolsa de harina de maíz necesaria para preparar una comida.
Las mujeres negaron informaciones de la prensa local, según las cuales se dedicaron a la prostitución aprovechando la presencia de cientos de conductores de camiones, que se detienen varios días en la frontera en espera de que los funcionarios aduaneros revisen sus cargas.
Dejé a mis hijos en la aldea a cuidado de mi hermano. No tienen para comer más que raíces. ¿Qué podía hacer? Tuve que venir a Chirundu, al menos aquí hay algo de dinero para comprar maíz y enviarlo a mi familia, dijo a IPS Noria Sejani.
De vuelta en Siavonga, las mujeres con familias de seis integrantes en promedio, recibieron una bolsa de 36 kilogramos de maíz del PMA, que no cubre el requerimiento mínimo de 350 gramos diarios por persona y que apenas alcanzará para tres semanas.
Las reservas de maíz se terminaron en enero y febrero en Saivonga, una de las más productivas y fértiles áreas agrícolas de Zambia, que solía alimentar al país de 10 millones de habitantes.
Incluso los cultivos de mijo, muy resistentes a la falta de lluvias, perecieron este año. Es insólito ver gente con hambre en esta época del año, dijo el viernes David Rhody, coordinador del PMA para Zambia.
Siavonga es una de las zonas más afectadas, y el periodo de transición antes de que la población se quedara sin alimentos fue muy breve este año, dijo Rhody a IPS.
Habrá importantes entregas de ayuda alimentaria en julio y agosto en lo que fue el granero de Zambia. La situación es muy complicada y los recursos limitados, agregó.
Millones de habitantes de Africa austral están ante el peligro de una hambruna, 2,6 millones ya están padeciendo hambre, y la situación se agrava por la aparente renuencia de los donantes ante los reiterados pedidos de ayuda, advirtió la semana pasada el PMA.
Si no podemos reunir suficientes alimentos para asistir a 2,6 millones de personas de inmediato, ¿qué pasará cuando varios millones más necesiten nuestra ayuda en los próximos meses?, se preguntó la directora del programa de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para Africa austral y oriental, Judith Lewis.
El PMA procura desesperadamente reunir 69 millones de dólares que le permitirían alimentar a millones de personas, dijo Lewis en una conferencia de prensa celebrada el jueves en la ciudad sudafricana de Johannesburgo.
Cientos ya han muerto en Malawi, donde 225.000 personas necesitan alimentos urgentemente. Pero los donantes no han dado respuesta al pedido de 4,2 millones de dólares necesarios para afrontar la calamidad en ese país.
Un destino similar aguarda a 600.000 personas en Zimbabwe, si no se obtiene más ayuda alimentaria para julio, advirtió el PMA. (FIN/IPS/tra-eng/pd/mn/dcl/dv/02