Ambientalistas impulsarán en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable la Iniciativa de Tratado para Compartir los Genes Comunes, que prohíbe patentar formas de vida y crear monopolios de semillas, alimentos y medicamentos.
Esa iniciativa, lanzada en enero en el Foro Social Mundial, en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre, ha sido firmada por más de 325 organizaciones no gubernamentales (ONG), y jerarquiza el control local de los recursos biológicos.
Los activistas pedirán a los gobiernos del mundo que suscriban el documento en la cumbre que se llevará a cabo en Johannesburgo del 26 de agosto al 4 de septiembre, y rechacen lineamientos en la materia de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que impulsa sistemas de patentes biológicas como el estadounidense.
El tratado no prohibiría patentar un producto final con base en material genético, pero identificar al gen responsable de una característica animal o vegetal no daría derecho a patentarlo, explicó Alexia Robinson, de la organización no gubernamental (ONG) estadounidense Fundación sobre Tendencias Económicas
La reserva genética mundial es una herencia común, y por lo tanto una responsabilidad compartida, afirmó Robinson.
La iniciativa del tratado fue lanzada con base en la experiencia de patentes de aceite del árbol azederaque índico, llamado del Nim o paraíso, por parte de la compañía multinacional WR Grace, con sede en Estados Unidos, a comienzos de los años 90, indicó.
Esa firma obtuvo en Estados Unidos y Europa patentes de un producto para combatir infecciones fungosas de plantas, compuesto de aceite de ese árbol, agua y un emulsionante, pese a que las propiedades fungicidas de tal aceite son conocidas y aprovechadas desde hace siglos por pueblos de Asia Meridional.
La patente europea fue revocada tras cinco años de proceso legal y una intensa campaña de organizaciones de la sociedad civil, pero la obtenida en Estados Unidos está vigente, al igual que un centenar más de patentes otorgadas en ese país a productos extraídos del mismo árbol o procedimientos para aprovecharlo.
Ninguno de esos productos y procedimientos incluye ingeniería genética.
El sistema de patentes estadounidense permite a grandes compañías practicar biopiratería y biocolonialismo, al registrar la herencia genética de vegetales y animales como propiedad intelectual, y hay miles de casos de esa práctica, indicó la activista india Vandana Shiva.
Nuestra iniciativa mejora otros acuerdos internacionales en un aspecto crucial: nos oponemos a la aplicación del concepto de propiedad intelectual a cualquier forma de vida o a sus componentes, explicó Shiva, directora de la Fundación de Investigación para la Ciencia, la Tecnología y la Ecología.
La OMC quiere, en cambio, que todos los países adopten antes de 2005 normas como las de Estados Unidos sobre patentes, y admitan reclamos de propiedad intelectual sobre formas de vida presentados por firmas estadounidenses, afirmó Chela Vázquez, de la ONG Instituto de Política Agrícola y Comercial.
La Convención sobre Diversidad Biológica, de 1992, reconoce el derecho soberano de los países a sus recursos naturales, pero algunos gobiernos han vendido o alquilado conocimientos tradicionales de sus pueblos, con criterios de corto plazo que crean grandes dificultades, alegó.
Eso divide a las comunidades locales, mercantiliza su parimonio y pone fin al acceso igualitario a propiedades comunitarias como las semillas, opinó.
La propiedad intelectual sólo funciona en el Norte industrializado. Las comunidades locales del Sur en desarrollo pierden independencia y poder al incorporar ese concepto, sostuvo.
Nuevas normas contra la biopiratería serán impulsadas en Johannesburgo por una coalición de 12 países que albergan 70 por ciento de la biodiversidad mundial: Brasil, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Indonesia, Kenia, México, Perú, Sudáfrica y Venezuela.
Esas normas incluirán el requisito de consentimiento informado de usuarios tradicionales de un material biológico, antes de iniciar la negociación de acuerdos para su transferencia, y la exigencia de certificados legales para poseer ese material. (FIN/IPS/tra-eng/sl/ml/mp/en dv/02