DERECHOS HUMANOS-BRASIL: La homofobia mata

El asesinato de 2.092 homosexuales entre 1980 y 2001 hace de Brasil el país más peligroso del mundo para esa minoría, según el libro ”Causa mortis: Homofobia”.

El no gubernamental Grupo Gay de Bahía (GGB), que analiza hace años la intolerancia extrema hacia quienes ejercen opciones sexuales distintas, decidió reunir los datos en un informe, presentado el miércoles en Brasilia.

Pero el total de víctimas debe ser aun mayor, porque muchos casos o sus motivos no figuran en la cobertura de los medios de comunicación, principal fuente de las estadísticas, dijo a IPS Marcelo Cerqueira, uno de los dos autores del informe.

Apenas 10 por ciento de los asesinos suelen ser apresados, reflejando la impunidad de esos crímenes cometidos en general por jóvenes de hasta 21 años, pobres y sin calificación profesional, muchos de ellos desempleados y viviendo de la prostitución.

Por otra parte, no se pudo obtener datos de ocho de los 27 estados brasileños. Los casos comprobados constituyen ”solamente la punta del iceberg”, señaló Cerqueira, profesor de Historia y defensor de los derechos humanos de los homosexuales.

El GGB, radicado en Salvador, capital del nororiental estado de Bahía, sostiene que Brasil es el país que más sufre este tipo de violencia, pues su promedio anual de asesinatos de homosexuales, 100, triplica el de México y cuadruplica el de Estados Unidos, naciones donde este fenómeno es bien conocido.

”Es una paradoja” en un país cuya imagen es de libertad y tolerancia sexual, donde muchos hombres se disfrazan de mujer y los travestis son aplaudidos durante el Carnaval, observó Cerqueira.

Pero la realidad cultural es distinta. Gran parte de los hombres, según los psicólogos, recurre a la violencia para afirmar su diferencia, su virilidad, indicó el activista.

Eso es particularmente perverso porque la mayor parte de los asesinos son pobres y marginados, tal como sus víctimas, pero ”no aceptan esa igualdad y buscan distinguirse por la fuerza”, lamentó.

El año pasado hubo 132 asesinatos, según el registro de ”Causa Mortis: Homofobia”, superando los 130 de 2000 y mucho más aun el promedio de las dos últimas décadas. Eso puede indicar tanto un aumento de la intolerancia como una mejor divulgación de estos homicidios.

Ese crecimiento, en realidad, acompaña el de la violencia general en la sociedad brasileña, especialmente en las grandes ciudades. Pero no coincide con los índices locales, pues refleja condiciones específicas.

El informe fue presentado en Brasilia porque en la capital brasileña se registraron 11 asesinatos de homosexuales el año pasado, la mayor proporción respecto de la población total, explicó el presidente del GGB, Luiz Mott, coautor del informe.

Sin embargo, el Distrito Federal, jurisdicción donde está Brasilia, presenta un índice de homicidios muy inferior al de otras metrópolis, como Sao Paulo y Rio de Janeiro.

El movimiento se preocupa también por la región norororiental del país, que concentra un tercio de los asesinatos de homosexuales, lesbianas y travestis, superando su participación en la población total del país y más aun los índices de criminalidad.

Los asesinatos del año pasado confirmaron una tendencia de años anteriores. Una mayoría de los casos ocurrió en las madrugadas del domingo, en primer lugar, y del viernes, en segundo. Diciembre fue el mes con más asesinatos, con 15 casos.

Esa concentración se debe ”quizás a que diciembre es el mes de las fiestas de familia y los homosexuales no se relacionan mal con esa institución”, observó Cerqueira.

De los 132 asesinados el año pasado, 60 eran personas ”sin profesión o desempleadas” y la mayoría tenían entre 31 y 40 años.

Tres asesinatos con fuerte impacto público en los últimos años reflejaron por su crueldad el grado de la violencia originada por el prejuicio. Uno de los asesinados fue un travesti golpeado hasta morir por una pandilla juvenil racista en Santo André, cerca de Sao Paulo.

Hace cuatro años, otros dos fueron arrojados al mar por tres policías militares, en Salvador, y uno de ellos murió. Los asesinos fueron apresados en este caso. En marzo, otro asesinato conmovió la opinión pública: un homosexual fue apedreado hasta morir en el pequeño estado nororiental de Alagoas.

Para poner fin o reducir la violencia contra el sector de la población ”más vulnerable”, al que muchos consideran ”inferior, de segunda categoría”, es necesaria una amplia campaña contra el prejuicio, sostuvo Cerqueira.

La prensa debe modificar, ”especialmente en sus páginas policiales”, el vocabulario despectivo u el ”tratamiento grosero” dado a los homosexuales, señaló.

El movimiento reclama también la creación de organismos oficiales similares a los que defienden los derechos de mujeres, negros e indígenas, además de participación en el Consejo Nacional de Educación, para que la enseñanza ”combata la discriminación contra homosexuales”, en lugar de estimularla como hace actualmente, concluyó Cerqueira. (FIN/IPS/mo/mj/hd/02

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