CUBA-MEXICO: El voto de la discordia

México y Cuba entraron en franca colisión por el voto que dará el gobierno de Vicente Fox contra La Habana en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Pero portavoces de México afirmaron que no hay motivo para nuevos roces. El voto mexicano en la Comisión es congruente con sus principios y no es condenatorio ni crítico contra Cuba, dijo este martes el canciller Jorge Castañeda.

Las relaciones bilaterales son maduras y no hay razón ”para que no puedan incluir este desacuerdo, que es real pero que no debe ser mayor”, señaló el canciller, a quien el diario cubano Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista, calificó en marzo de intrigante, soberbio, cínico y deshonesto.

Los diputados de los opositores Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática indicaron que el gobierno de Fox, el primero ajeno al PRI en siete décadas, echó por tierra la tradicional cercanía de México con Cuba y renunció a la política de no intervención.

El parlamento frenará la estrategia retrógrada y derechista del gobierno de Fox en materia internacional, advirtió el diputado del PRD Demetrio Sodi.

En las últimas dos décadas, México, único país de América Latina que en los años 60 no rompió relaciones con Cuba, votó dos veces contra las mociones de condena a La Habana en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), en una ocasión a favor, y el resto fueron abstenciones.

Ahora, en la 59 sesión ordinaria de la Comisión de la ONU, que se celebra en Ginebra desde el 18 de marzo, el voto mexicano será favorable a la propuesta de un grupo de paísea latinoamericanos sobre Cuba, anunció la presidencia en la tarde del lunes.

”No se trata de una condena a Cuba. Se trata de una propuesta positiva a favor de los derechos humanos y se trata también de un señalamiento sobre los asuntos del bloqueo” o embargo de Estados Unidos contra la isla, declaró Fox.

La resolución, presentada por Uruguay pero cuyo texto fue preparado por Perú, según afirmó Castañeada, reconoce los esfuerzos de Cuba para garantizar los derechos sociales de su población, ”pese a un entorno internacional adverso”.

Los países de América Latina que declararon su apoyo a la resolución son Argentina, Costa Rica, Chile, Guatemala, México y Uruguay.

El texto invita al gobierno de Fidel Castro a realizar mayores esfuerzos para obtener avances en materia de derechos humanos, civiles y políticos y solicita a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, el envío de un representante para realizar una evaluación.

Para Cuba, el proyecto fue patrocinada por Estados Unidos y es parte de las constantes agresiones de ese país.

El canciller cubano Felipe Pérez Roque anunció que su país no aceptará ninguna moción de la ONU contra su país, pues sólo será ”una patraña fabricada contra Estados Unidos”.

Pero las observaciones sobre derechos humanos respecto de Cuba no vienen sólo del flanco de la ONU, del gobierno de Washington o de los países que piden que la isla acepte el ingreso de una misión evaluatoria.

El último informe de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, con sede en Nueva York, indica que ”la intolerancia del gobierno cubano a la democracia y a la libertad de expresión siguió siendo única en la región”.

Human Rights Watch sostuvo que ”Cuba, con un Estado monopartidista, restringió casi todas las vías de la disidencia política”.

La organización de derechos humanos Amnistía Internacional indicó en su informe del año pasado que quienes ”ejercen sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión, continúa enfrentando la represión” en Cuba.

La resolución que apoya México en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU no juzga, ni condena ni evalúa a Cuba. Es un ”texto propositivo y no censurante”, apuntó Castañeda.

”Nosotros consideramos que la madurez, la solidez y la continuidad de la relaciones con Cuba, que en mayo cumplen 100 años, es tal que perfectamente esta relación debe incluir tanto acuerdos como desacuerdos como el voto de México en Ginebra”, expresó.

Las relaciones entre ambos países, tradicionalmente cercanas, parecieron tensarse hasta el extremo tras la serie de críticas y hasta insultos que Granma y otros medios oficialistas cubanos formularon al canciller mexicano.

La reacción del diario oficialista se produjo luego del abrupto retiro de Castro de la Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo, celebrada en México en marzo.

Según el gobierno cubano, el retiro se debió a presiones de Washington a las que cedió México.

Los problemas en la relación del gobierno de Fox con Cuba empezaron en abril de 2000, cuando la isla acusó a Castañeda de gestionar ante la Comisión de Derechos de la ONU una posición de censura contra La Habana.

La tensión subió de tono cuando Fox decidió este año recibir a opositores de Castro en el marco de una visita a Cuba. Luego se registró la ocupación de la embajada mexicana en la Habana por parte de 21 cubanos, que fueron desalojados por acuerdo entre los dos países.

Castañeda sostuvo que terminó la relación ”epopéyica” de México con la revolución cubana y que se inició una con la República de Cuba.

No obstante los roces entre ambos países, el comercio bilateral se mantiene sobre los 300 millones de dólares anuales y los vínculos empresariales son dinámicos.

Cuba reestructuró en términos favorables una deuda por más de 300 millones de dólares que tiene con México y ambos países firmaron un acuerdo bilateral de protección de inversiones. (FIN/IPS/dc/mj/ip hd/02

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