AMBIENTE: España ratifica protocolo de Kyoto

El parlamento de España ratificó este jueves por unanimidad el Protocolo de Kyoto, tratado internacional para la reducción de las emisiones de gases invernadero a los que se atribuye el recalentamiento planetario.

Ahora es preciso poner en marcha, con firmeza y urgencia, las medidas necesarias para cumplir el protocolo, dijo a IPS el responsable de la campaña sobre cambio climático de la organización ambientalista Greenpeace Internacional, José Luis García Ortega.

”El gobierno ha reconocido que las emisiones españolas están por encima del doble de lo permitido”, lo cual aumenta la necesidad de implementar las disposiciones del tratado, afirmó García Ortega.

El Congreso de los Diputados, que aprobó la ratificación del Protocolo de Kyoto, es el cuerpo principal del parlamento español, con la potestad, entre otras, de designar al jefe del gobierno. Las votaciones unánimes son poco usuales.

En este caso, estuvieron presentes 284 de los 350 diputados. Las ausencias no respondieron a la oposición al tratado internacional sino por la necesidad de cumplir otras obligaciones.

El protocolo, aprobado en 1997 en la ciudad japonesa de Kyoto por la conferencia de las partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas, apunta a que disminuya la emisión de gases que aumentan la temperatura del planeta.

Esos gases, entre los que se destaca el dióxido de carbono producido por la combustión de petróleo, carbón y gas, capturan las radiaciones solares en la atmósfera y elevan las temperaturas promedio modificando el clima mundial.

El cambio se manifiesta en perturbaciones del régimen de lluvias y derretimiento de los hielos polares, lo cual eleva el nivel de los mares y, entre otras cosas, pone en peligro a las poblaciones costeras.

El jefe del gobierno español, José María Aznar, al asumir en enero la presidencia semestral de la Unión Europea (UE), se comprometió a realizar esfuerzos para que los 15 países del bloque ratificasen el Protocolo antes del 26 de agosto, cuando se celebrará la Conferencia Mundial sobre Desarrollo sustentable.

La también llamada Cumbre de la Tierra tendrá lugar en Johannesburgo, Sudáfrica.

Hasta ahora, además de España, los países de la UE que han ratificado el tratado son Dinamarca, Francia, Holanda, Luxemburgo, Portugal y Suecia. Se espera que los otros ocho lo hagan en las próximas semanas, según al compromiso adoptado el 4 de marzo por los ministros de Medio Ambiente del bloque.

El director ejecutivo de Greenpeace en España, Juan López de Uralde, señaló que ”Kyoto es el primer peldaño de una larga escalera. Es una herramienta necesaria y es el resultado de la presión ejercida por el movimiento ecologista a lo largo de años”.

La organización ambientalista viene advirtiendo desde principios de la década del 90 de las graves consecuencias del cambio climático y de la necesidad de sustituir los combustibles de origen fósil por energías renovables y una mayor eficiencia.

El informe ”Señales Medioambientales 2001”, de la Agencia Europea de Medio Ambiente, indica que España es el país con mayor aumento de las emisiones de gases entre 1990 y 1998, alcanzando a 23,2 por ciento.

La entidad, dirigida por el español Domingo Jiménez Beltrán, también señala que es la nación europea que más incumple los límites establecidos por el Protocolo de Kyoto.

Por eso, López de Uralde apuntó que ahora, que se ha ratificado el tratado, ”consideramos que el gobierno debe establecer una estrategia de reducción de las emisiones de dióxido de carbono, ya que hasta el momento no han dejado de aumentar”.

El director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Klaus Toepfer, apoyándose en estudios científicos, puntualizó que el cambio climático es el problema socioeconómico y ambiental más grave de la humanidad en el siglo XXI.

En la Cumbre de Cambio Climático, celebrada a fines de julio del año pasado en Bonn, se aprobaron las reglas de ratificación del Protocolo de Kyoto por 179 votos a favor y uno solo en contra, el de Estados Unidos.

El Protocolo lleva ya la firma de 96 países, pero al realizarse la Cumbre de Bonn sólo lo habían ratificado 35, en su mayoría del Sur en desarrollo.

Si los ocho países de la Unión Europa que faltan ratificarlo lo hacen en antes de que termine el actual semestre, es muy probable que el Protocolo entre en vigencia antes de la Cumbre de Johannesburgo.

El compromiso europeo es vital porque para que el Protocolo de Kyoto entre en vigor, además de que lo hayan ratificado al menos 55 países (lo que ya está superado), es necesario que entre los ratificantes sumen un mínimo del 55 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono del Norte Industrial, de acuerdo con las mediciones efectuadas en 1990.

Aún no lo han ratificado ni expresado voluntad de hacerlo, Australia, Canadá, Estados Unidos y Rusia.

Japón tampoco no lo ha hecho, pero se comprometió en la Cumbre de Bonn a concretarlo. Estados Unidos produce 36 por ciento de los gases invernadero de los países industrializados y 25 por ciento del total mundial, por lo cual la ratificación europea y de Japón es decisiva para la puesta en marcha del Protocolo. (FIN/IPS/af/dm/en/02

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