/REPETICION/JAMAICA-EEUU: Musulmanes negros y judíos en encuentro histórico

El líder del movimiento islámico negro de Estados Unidos, Louis Farrakhan, inició en Jamaica un acercamiento histórico con la comunidad judía, de la que permanece distanciado desde hace casi dos décadas.

Farrakhan, dirigente del movimiento Nación del Islam, permaneció seis días en Jamaica, durante los cuales dialogó con líderes religiosos judíos, el primer ministro Percival Patterson, autoridades de la comunidad cristiana y empresarios.

”Jamaica me ha dado una oportunidad que he perseguido durante 18 años” en Estados Unidos, dijo Farrakhan —acusado de predicar valores antisemitas, sexistas y fundamentalistas—al explicar sus fallidos intentos de reunirse con líderes judíos de su país.

Aunque cristianos, judíos e islámicos alimentan en Jamaica una larga tradición de diálogo interreligioso, en presencia de Farrakhan los musulmanes oraron por primera vez en una sinagoga judía en 350 años de presencia semita en la isla del Caribe oriental.

”Presenciamos el acercamiento de distintas tradiciones políticas y culturales, en un momento en que las diferencias están exacerbadas por la creciente intensidad de la guerra en Medio Oriente”, dijo Brian Meeks, profesor de ciencia política en la Universidad de las Indias Occidentales.

Otros analistas reconocieron el valor simbólico de la reunión con Farrakhan, pero señalaron que el líder aún tiene mucho por hacer para restaurar las relaciones que ambas comunidades cultivaron durante las luchas por los derechos civiles en los años 60.

Orlando Paterson, profesor de sociología en la Universidad de Harvard, en Estados Undios, se refirió a la ”desastrosa” influencia de Farrakhan y sus seguidores en las relaciones entre afroestadounidenses y judíos estadounidenses.

Aunque procura dignificar la vida de la población negra, la Nación del Islam utiliza un lenguaje antisemita, promueve la segregación de la población blanca y discrimina a mujeres y homosexuales, afirman sus críticos.

Farrakhan, que partió de Jamaica el lunes, no se disculpó como lo hizo el reverendo Jesse Jackson ante la comunidad judía de Nueva York por haber utilizado un lenguaje antijudío en su fracasada campaña por la presidencia de Estados Unidos a mediados de los años 80.

No obstante, el líder expresó la esperanza de que la invitación a orar junto a los creyentes judíos se repita en Estados Unidos y otras partes del mundo.

”Desde este lugar sagrado puede surgir un nuevo comienzo”, consideró el líder negro en la sinagoga, y dijo estar dispuesto a reunirse con líderes judíos en su país.

Farrakhan adquirió protagonismo cuando Nación del Islam, movimiento al que perteneció el asesinado dirigente negro Malcolm X, convocó en 1995 a la Marcha del Millón de Hombres hasta el Gran Parque de Washington entre el edificio del Capitolio y el monumento a George Washington.

En el corazón político de la capital del país, Farrakhan exhortó a sus seguidores a responsabilizarse por sus familias y comunidades.

El líder negro se dedica a recorrer su país y el exterior, pronunciándose por el fortalecimiento de la comunidad negra musulmana y contra la drogadicción, y generando polémica dondequiera que vaya.

El gobierno de Gran Bretaña prohibió su ingreso, alegando que su visita incitaría divisiones raciales.

Ainsley Henriques, historiador judío y ex presidente de la Congregación Unida de Israelitas de Jamaica, sostuvo que la oración conjunta y el debate político entre ambos grupos fue el resultado de varias semanas de discusiones antes de la llegada de Farrakhan.

Según el historiador, ambas partes pueden ser criticadas por haber realizado la reunión.

Farrakhan rechaza la política de Israel en Medio Oriente, y el respaldo de Estados Unidos a la misma, y llegó a sugerir que los judíos fueron en gran parte responsables del tráfico de esclavos que desarraigó a millones de africanos para trasladarlos a América.

Farrakhan explicó que recibió el mote de antisemita en 1984, cuando respaldó la candidatura presidencial de Jackson.

Figuras destacadas de la comunidad judía estadounidense y algunos medios de prensa temían que la simpatía de Jackson hacia los palestinos rompiera los lazos de afroamericanos y judíos, que se remontan a la formación de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, en los años 60, dijo Farrakhan.

Patterson señaló que un acercamiento de este tipo restablecerá un discurso político serio entre ambas minorías.

Si bien el debate sobre la sinceridad de Farrakhan con los judíos y su repercusión internacional aún no termina, los analistas destacaron que el valor de que el encuentro haya tenido lugar en Jamaica, país con larga tradición de tolerancia étnica y religiosa. (FIN/IPS/tra-en/cr/ml/lp/dcl/cr/ip/02

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