GOLFO: Gradual avance hacia la democracia

Representantes del mundo musulmán y de grupos conservadores de Estados Unidos tuvieron una rara oportunidad de dialogar con franqueza durante una reunión en la capital qatarí, en el marco del lento y firme proceso de democratización del Golfo.

La Conferencia sobre Democracia y Libre Comercio se llevó a cabo el martes y el miércoles, con participación entre otros del presidente de la conservadora Fundación Heritage de Estados Unidos y legisladores de ese país, embarcado en una campaña antiterrorista que comenzó en Afganistán y puede seguir en Iraq.

La discusión de cuestiones relacionadas con la democracia, las elecciones representativas y el libre comercio en el Golfo es síntoma de un proceso de cambio político, aceptado por muchos monarcas absolutos de la región.

En octubre de este año, la mayoría de los reinos del Golfo habrán llevado a cabo elecciones municipales o parlamentarias, y comprender las causas de ese cambio exige considerar su contexto histórico y geopolítico.

La Revolución Islámica iraní alteró en forma significativa la situación regional, primero al derribar la monarquía en 1979, para sustituirla por un régimen con gran poder del clero musulmán, y luego al desarrollar instituciones que incluyen un presidente y un parlamento elegidos por voto popular.

Irán posee en la actualidad un sistema político con dinamismo y diversidad, aunque aún esté constreñido por el poder religioso conservador, y su proceso de los últimos años fue el primer gran cambio político en la región desde el fin de la segunda guerra mundial.

Luego la ”intifada” (insurreción) palestina contra la ocupación israelí radicalizó al mundo árabe, y sus impulsores desataron también, quizá sin proponérselo, demandas de democratización, asociadas con el deseo de erradicar la violencia.

Los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, y el ulterior lanzamiento de la estadounidense ”guerra contra el terrorismo”, aumentaron la percepción del radicalismo islámico como una amenaza, pero también fortalecieron la tesis de que tal radicalismo es potenciado por estructuras autoritarias.

Esa tesis conduce a la convicción de que la democratización de los países musulmanes puede prevenir en forma eficaz el extremismo.

”El futuro de la región depende en gran medida de que tenga éxito el intento de establecer democracia y principios de la libertad política y religiosa”, dijo en el discurso inaugural de la conferencia el emir de Qatar, jeque Hamad.

”Qatar no está lejos de realizar elecciones parlamentarias”, añadió.

Las primeras elecciones municipales en la historia qatarí se realizaron en 1999, y se permitió que las mujeres votaran y fueran candidatas en ellas.

Kuwait tiene un parlamento elegido por votación, aunque sólo los varones pueden sufragar, en Omán existe un consejo asesor del sultán con carácter electivo y la misma restricción de género en el voto, y Bahrein realizará sus primeras elecciones parlamentarias este otoño (boreal).

En noviembre, el príncipe saudita Walid al Tallal, influyente miembro de la familia gobernante, pidió públicamente comicios libres en su país.

El proceso de apertura y democratización en el Golfo comenzó con la implantación de sistemas de libre mercado, tras el alza de los precios del petróleo en los años 70, y una de las bases de la actual prosperidad de la región es el trabajo de no menos de 11 millones de trabajadores provenientes de otros países.

Esos trabajadores envían, a su vez, remesas de no menos de 25.000 millones de dólares anuales a sus naciones de origen.

Tras la liberalización de la economía vino la de los medios de comunicación, aún en escala reducida pero con poderosos impulsores, como la emisora de televisión Al Jazeera, lanzada en Qatar en 1996, con un capital inicial aportado por el gobierno de ese país.

Esa emisora logró fama mundial durante la campaña de Estados Unidos en Aganistán en 2001, por ser el único acceso a opiniones del movimiento Talibán, que controlaba la mayor parte del territorio afgano, y de su huésped y alaido Osama bin Laden, a quien Washington cree responsable de los atentados de septiembre.

El director administrativo de Al Jazeera, Mohamed Jassim Ali, anunció en sus oficinas de Doha que la emisora, en la cual trabajan unas 500 personas, ”estudia con seriedad” la posibilidad de lanzar un servicio de noticias en inglés de 12 horas diarias.

El estilo franco y desinhibido de Al Jazeera revolucionó el periodismo en el mundo árabe.

Dubai, uno de los Emiratos Arabes Unidos, creó Ciudad Internet, un centro de medios de comunicación en el cual se permitirá el establecimiento de firmas extranjeras con tecnología avanzada, sin restricciones de contenido.

La democratización regional afronta obstáculos y depende en buena medida del relevo generacional en las dinastías gobernantes, en especial en países clave como Arabia Saudita, Emirato Arabes Unidos y Kuwait.

Por otra parte, las relaciones con Occidente, y en especial con Estados Unidos, incluyen contradicciones, ya que lo occidental se asocia en la región con la democracia, pero también con actitudes de Washington que se perciben como hostiles al Islam y a los intereses de los pueblos musulmanes.

Los numerosos participantes estadounidenses en la conferencia de Qatar escucharon, en mucho casos con sorpresa y decepción, duras críticas a la política exterior de su país, planteadas por representantes de países que son los más firmes aliados de Washington en la región.

Estados Unidos mantiene un masivo despliegue militar de casi 25.000 soldados en el Golfo, así como bases militares, incluyendo la sede de la Quinta Flota estadounidense en Bahrein.

Pero la primera protesta pública en la región contra la campaña militar de Washington en Afganistán se llevó a cabo en octubre en Omán, donde una actividad de ese tipo sólo es posible si el gobierno la permite.

El tibio apoyo de Kuwait a esa campaña fue criticado por medios de comunicación estadounidenses, en cuya opinión el gobierno kuwaití debió adoptar otra actitud, porque le debe a Washington la liberación en 1991 de la ocupación de Iraq.

Arabia Saudita anunció que no permitirá a Estados Unidos usar bases en su territorio para atacar a Iraq.

Mohammed Najib, ex ministro de Justicia de Qatar, anunció el miércoles que integrará un grupo internacional de 11 abogados, entre ellos el ex fiscal general estadounidense Ramsey Clark, que formado para contribuir a la defensa de 300 detenidos en la base estadounidense ubicada en la oriental bahía cubana de Guantánamo.

Esos detenidos son acusados por Washington de integrar el Talibán o la organización Al Qaeda (La Base) de Bin Laden, y el grupo que integrarán Clark y Najib será el primero que se forma para defenderlos.

Esos hechos muestran que la actitud proestadounidense de los gobiernos de la región coexiste con sentimientos populares antiestadounidenses, que los mismos gobiernos a menudo comparten o creen conveniente respaldar. (FIN/IPS/tra-eng/mh/js/mp/ip/02

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