ESTADOS UNIDOS: Empresas demandadas por esclavismo

Tres grandes compañías de Estados Unidos fueron demandadas esta semana en nombre de 35 millones de descendientes de esclavos africanos, el primer paso de una previsible ola de litigios por reparaciones contra el esclavismo.

El litigio iniciado por la abogada afroestadounidense Deadria Farmer-Paellmann el martes ante un tribunal federal, acusa a la mayor compañía de seguros del país, Aetna, al banco FleetBoston y a la empresa ferroviaria CSX de cimentar su prosperidad gracias al trabajo esclavo.

”No creemos que un tribunal permita un proceso sobre hechos que, aunque lamentables, ocurrieron cientos de años atrás”, sostuvo un portavoz de la aseguradora Aetna.

La empresa recordó que se disculpó por su papel en el tráfico de esclavos hace dos años, cuando la cuestión salió a la luz por las investigaciones de Farmer-Paellmann en sus archivos históricos.

Aunque los litigantes no especifican el monto de las reparaciones que reclaman, solicitan que las mismas se destinen a un fondo para mejorar la situación social, educativa y de salud de los afroestadounidenses.

Unas 100 grandes compañías y corporaciones del sector de seguros, banca e industria textil serán conducidas a los estrados en los próximos días, aseveraron Farmer-Paellmann y otros abogados que colaboran en el caso.

”La práctica de la esclavitud constituyó una inmoral e inhumana privación de la vida, la libertad, los derechos ciudadanos y el patrimonio cultural de los africanos, que incluso los privó de gozar de los frutos de su trabajo”, afirma la demanda.

”Este caso trata sobre la riqueza construida desde las espaldas y el sudor de los esclavos africanos. Esperamos que las compañías se defiendan”, dijo el abogado Roger Wareham, quien se dedica desde hace varios años a movilizar juicios por reparaciones.

El caso se basa en los precedentes de procesos célebres a favor de ciudadanos estadounidenses de origen japonés detenidos en Estados Unidos luego del ataque de Tokio contra la base naval de Pearl Harbor, y de sobrevivientes de campos de concentración y de trabajo del nazismo durante la segunda guerra mundial.

La organización N'Cobra, que ha movilizado a afroestadounidenses en el sur de Estados Unidos, iniciará varios procesos el año próximo, mientras el Grupo para la Imposición de Reparaciones (RAG) lleva 18 meses preparando una demanda de acción civil.

El RAG está encabezado por el profesor de derecho en la Universidad de Harvard Charles Ogletree y por el principal defensor en el juicio por asesinato contra el deportista O.J. Simpson, Johnny Cochran.

Junto al RAG actúan varios abogados que participaron en juicios sobre el holocausto judío en la Europa del nazismo, en los cuales se lograron reparaciones por 8.000 millones de dólares.

En estos casos, sin embargo, los litigantes aún vivían cuando se iniciaron las demandas, un punto que seguramente jugará a favor de las empresas acusadas.

No obstante, los procesos no están concebidos sólo para obtener reparaciones económicas, sino para provocar un debate público sobre los perversos efectos de la esclavitud en la sociedad estadounidense en general, y en la ciudadanía negra en particular.

”Buscamos algo más que el pago por daños. Queremos un cambio en Estados Unidos. Queremos el reconocimiento completo de que la esclavitud estigmatizó, violó, asesinó y explotó a millones de africanos inocentes”, dijo Ogletree a la prensa cuando comenzó sus investigaciones en 2000.

”Estos juicios crearán controversia. El hecho de que alienten nuevas discusiones sobre la esclavitud y su impacto es tan valioso como los procesos mismos”, opinó Salih Booker, director del no gubernamental Africa Action.

Farmer-Paellmann y otros dos litigantes, Mary Lacey-Madison, de 91 años, y Andre Carrington, de 40 años, pueden probar que descienden de esclavos.

Los primeros esclavos africanos llegaron a lo que ahora es Estados Unidos en 1619, y la práctica esclavista se propagó rápidamente, en especial en la región meridional del país, donde la geografía favoreció la agricultura de plantaciones, que demandaba mano de obra intensiva.

Casi ocho millones de africanos fueron llevados como esclavos al territorio antes de la abolición de la esclavitud en 1865, al finalizar la guerra civil entre los estados del norte y el sur del país.

A los libertos se les prometió la entrega de ”40 acres de tierra y una mula” así como protección del ejército y de los tribunales de justicia.

Pero la inmensa mayoría quedó librada a su propia defensa, una situación que se volvió muy riesgosa cuando las tropas federales se retiraron de los estados meridionales sólo 12 años después de la emancipación.

Muchos se convirtieron en aparceros, cultivando las mismas plantaciones en las que trabajaban a cambio de un pago miserable, víctimas de la esclavitud por deudas y del terror y del racismo blanco del Ku Klux Klan.

Aunque la esclavitud suele asociarse al sur de Estados Unidos, también existió en el norte hasta que el movimiento abolicionista ganó pesó a comienzos de 1800, centrado en la nororiental región de Nueva Inglaterra.

Muchas empresas del norte, incluyendo las demandadas esta semana, se beneficiaron con la esclavitud y el comercio de esclavos.

En su investigación, Farmer-Paellmann halló pruebas contra varias empresas y propietarios que luego evolucionaron hasta convertirse en gigantes del capitalismo estadounidense.

Así, John Brown, fundador del Providence Bank, antecesor de FleetBoston, poseía barcos de esclavos y fue incluso enjuiciado por participar en el tráfico internacional de esclavos cuando éste ya había sido ilegalizado en el país.

De igual modo, Aetna aseguraba a propietarios de esclavos contra el riesgo de perderlos. Farmer-Paellman halló cláusulas que establecían el no pago de primas cuando los esclavos eran linchados, morían trabajando o cometían suicidio.

La ferroviaria CSX es acusada sus vías férreas fueron ”construidas, al menos en parte, mediante trabajo esclavo”, sostiene la demanda.

”Es lamentable el mal uso que se hace del sistema legal para imponer asuntos que ocurrieron hace más de un siglo, a expensas de los trabajadores y accionistas de hoy”, dijo un comunicado de CSX hecho público el miércoles.

Aunque varios proyectos para reparaciones por la esclavitud fueron presentados en las legislaturas de los estados, nunca se convirtieron en ley.

Los defensores de las reparaciones lograron repercusión en la Conferencia Mundial contra el Racismo y la Xenofobia, que se llevó a cabo en septiembre pasado en Sudáfrica.

La Conferencia aprobó una declaración donde reconocía que ”la esclavitud y el comercio esclavista son crímenes contra la humanidad y lo han sido siempre, especialmente el tráfico de esclavosa través del Atlántico”.

La declaración reclamó ”programas para el desarrollo social y económico” de los grupos afectados, una recomendación que coincide con la idea de crear un fondo con las reparaciones obtenidas en el proceso, según el activista Booker.

”Lo bueno es el énfasis en la inversión social y no en un simple pago”, añadió. (FIN/IPS/tra-eng/jl/dc/hd ip/02

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