Alcanzar las ocho Metas de Desarrollo del Milenio fijadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) requiere cientos de miles de millones de dólares de asistencia adicional, según cálculos de activistas y de la propia agencia.
La organización no gubernamental británica Oxfam sostuvo que es necesario aumentar unos 100.000 millones de dólares anuales la actual asistencia, en vísperas de la Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo que comenzó este lunes en la nororiental ciudad mexicana de Monterrey y terminará este viernes.
Los países industrializados llegaron a un consenso sobre la necesidad de aumentar en forma importante la asistencia al desarrollo, en reuniones preparatorias de esa conferencia, pero aún no está claro cuánto aumentará, cómo se distribuirá entre los donantes el aporte adicional y en qué se gastará el dinero.
Las ocho metas se subdividen en 18 objetivos, implican modificar 48 indicadores y alcanzarlas beneficiaría a más de 1.000 millones de personas.
Fueron definidas por el PNUD a partir de la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, aprobada en septiembre de 2000 en Nueva York, que sintetizó trabajos previos en conferencias internacionales de los años 90.
El plazo para lograr esos cambios es 2015 en la mayor parte de los casos, pero las metas «distarán mucho de ser alcanzadas, si se mantienen las actuales tendencias», sostuvo Oxfam en un informe titulado «Ultima oportunidad en Monterrey».
La primera meta es lograr que el número de personas que viven con menos de un dólar diario, y el de quienes sufren hambre, sean en 2015 la mitad que en 1990. La segunda es lograr en 2015 que toda la infancia acceda a educación primaria completa.
La tercera es eliminar en 2005 la desigualdad de género en el acceso a educación primaria y secundaria, y en 2015 la desigualdad de género en el acceso a todos los niveles educativos. La cuarta es que la mortalidad infantil de menores de cinco años sea en 2015 un tercio de la de 1990.
La quinta es que la mortalidad materna perinatal sea en 2015 un cuarto de la de 1990. La sexta es detener y haber comenzado a revertir en 2015 la expansión del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la malaria y la tuberculosis.
La séptima meta fijada en 1999 fue lograr que en 2015 se redujera a la mitad el porcentaje de la población mundial sin acceso sustentable a agua potable, y que en 2020 hubiera mejorado la sutuación de por lo menos 100 millones de habitantes de barrios marginales.
La octava meta es desarrollar una asociación mundial para el desarrollo.
Los objetivos en esta materia no incluyen plazos, y el único cuantificado es aumentar la asistencia oficial al desarrollo de países industrializados a un promedio de siete por ciento del producto interno bruto (PIB), y a 15 por ciento la destinada a los países que el foro mundial define como menos desarrollados.
El PNUD dio a conocer el viernes los resultados de un estudio realizado en cinco de los países que necesitan más asistencia adicional para alcanzar esas metas: Camerún, Filipinas Malawi, Tanzania y Uganda.
La intención declarada de esa investigación fue «cuantificar costos de las políticas que tienen más efecto directo demostrado en cada contexto nacional».
Según la agencia, Tanzania, donde casi la mitad de los 33 millones de habitantes viven por debajo de la línea nacional de pobreza, necesitaría 226 millones de dólares de asistencia adicional en 2002, e incrementos ulteriores que lleven el total anual en 2015 a 232 millones de dólares.
Camerún, donde casi la mitad de los 15 millones de habitantes viven por debajo de la línea nacional de pobreza, necesitaría asistencia al desarrollo adicional total de 1,157 billones de dólares hasta 2015, y 77 millones de dólares más hasta 2007 para luchar contra el sida.
Malawi, donde unos dos tercios de los 11 millones de habitantes viven bajo la línea nacional de pobreza, necesitaría 4.800 millones de dólares de asistencia adicional hasta 2015, y más de la mitad de esa suma debería destinarse a la lucha contra el sida.
Uganda, donde casi 35 por ciento de los 22 millones de habitantes viven por debajo de la línea nacional de pobreza, necesitaría asistencia adicional de 405 millones de dólares, e incrementos ulteriores que lleven el total anual en 2015 a 588 millones de dólares.
Filipinas, donde casi un tercio de los 75,6 millones de habitantes viven bajo la línea nacional de pobreza, necesita asistencia de 617 millones de dólares hasta 2015, lo cual se lograría con aumento del nivel actual durante pocos años.
El PNUD advirtió que no es posible calcular con precisión el costo de alcanzar cada meta en cada país, «en parte porque los esfuerzos por alcanzar las metas se potencian entre sí, a menudo en formas no previstas y de modos distintos, incluso en diversas regiones del mismo país».
Sin embargo, «los hallazgos del informe indican en cierta medida la enormidad de las tareas necesarias», apuntó.
«No hay alternativa al aumento de la asistencia», pero eso no basta, ya que «los cinco países deberían aplicar políticas que mejoren el ahorro interno y la recaudación de impuestos», y «a largo plazo, la base del avance sustentable hacia las Metas de Desarrollo del Milenio es lograr robustos recursos domésticos», añadió.
Oxfam pronosticó que actuales tendencia decrecientes de la asistencia al desarrollo determinarán que las muertes de niños menores de cinco años de edad en 2015 sean 10 millones, en vez de los 4,6 millones que habría si se alcanzara la meta en esa materia.
«La asistencia adicional anual de 100.000 millones de dólares es grande pero alcanzable», aseguró.
Si los donantes hubieran cumplido la promesa realizada hace 10 años de destinar 0,7 por ciento de su PIB a asistencia, «el total anual sería 114.000 millones de dólares más en la actualidad», cuando el promedio de asistencia es 0,22 por ciento del PIB, arguyó.
La asistencia ha cambiado de destinatarios además de disminuir en total, y «la destinada a países europeos aumentó de cero a 10 por ciento en los últimos años», destacó el viernes el principal asesor sobre pobreza del PNUD, Stephen Browne.
«Las consideraciones geopolíticas predominan cuando los recursos son escasos, y los países más necesitados sufren pérdidas por partida doble», afirmó.
Los tres mayores defectos de los programas de asistencia son «imponer soluciones», «no integrarse a políticas de los países receptores» y depender de «amistad entre integrantes de instituciones que brindan asistencia y de otras que la reciben», sostuvo.
Esa relación con intermediarios determina que «los donantes a menudo no preguntan a los beneficiarios qué necesitan», añadió. sostuvo. (FIN/IPS/tra-eng/ss/raj/mp/dv/02