CANADA: Fondos jubilatorios alimentan privatizaciones

Los fondos de retiro de empleados de municipios de Canadá son los capitales más interesados en la privatización de servicios públicos, un proceso largamente resistido en el país, advirtieron sindicalistas y activistas.

”El sector público es la última frontera”, dijo John Anderson, encargado de comunicaciones del Centro para la Justicia Social, con sede en Toronto.

Las autoridades de la oriental provincia de Ontario anunciaron la venta de Hydro One, administradora de la red de energía eléctrica de la provincia.

Interesado en el negocio, el fondo de retiro de funcionarios públicos de Ontario creó una subsidiaria encargada de invertir en servicios municipales privatizados o gestionados por una empresa mixta.

La sudoriental ciudad de Hamilton es aún propietaria de los servicios de suministro de agua y saneamiento, pero desde 1994 éstos han sido administrados por tres diferentes operadores privados.

Uno de ellos fue Azurix North America, división de Azurix Corporation, que el año pasado debió pagar al gobierno de Ontario una cuantiosa multa por verter aguas residuales sin procesar en afluentes del meridional lago de Ontario.

Azurix Corporation es subsidiaria de la estadounidense Enron, cuya quiebra aún es investigada por la justicia de Estados Unidos.

A su tiempo, Azurix North America fue vendida a American Water Works, que ahora administra los servicios de agua potable y saneamiento de Hamilton.

El Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE, por sus siglas en inglés), afirma que las empresas mixtas obstaculizan los reclamos de la ciudadanía.

Cuando los servicios están bajo control de los municipios o alcaldías, es fácil para los usuarios presionar a sus representantes para que mejoren la calidad de esos servicios.

Pero cuando el suministro de agua está bajo control de un organismo independiente del gobierno local, gestionado por una empresa privada con un consejo directivo designado, los ciudadanos tienen menos armas para hacerse oír, destacó Ron Crawley, investigador de CUPE en Ottawa.

El sindicato, que representa a trabajadores municipales de todo el país, intenta controlar el Sistema de Retiro de Empleados Municipales de Ontario (OMERS), administrador de los ahorros jubilatorios que está tomando decisiones contrarias a los intereses de los trabajadores, dijo el sindicalista Sid Ryan.

La empresa subsidiaria del fondo, Borealis Funds Management, busca participar del negocio de las administradoras mixtas de la infraestructura vial, escuelas, agua potable, saneamiento y energía.

Aunque CUPE cuenta con dos representantes en el consejo directivo de OMERS, el poder está en manos del director ejecutivo, Dale Richmond, representante de los intereses de la subsidiaria Borealis.

Según Ryan, la empresas mixtas desplazan de la toma de decisiones a los miembros de los sindicatos y socavan los servicios públicos. De nada sirve que la máxima autoridad sobre los ahorros jubilatorios del sector público sea el gobierno provincial si éste respalda inversiones mixtas.

Los dirigentes de OMERS ”son funcionarios poderosos que nunca aceptarían un consejo de administración fiduciaria”, dijo Isla Carmichael, del Sindicato de Empleados de Servicios Públicos de Ontario, que ha estudiado la cuestión del control obrero sobre los fondos jubilatorios.

Borealis se asoció al gobierno de Toronto en la compañía Enwave District Energy, que brinda servicios de calefacción a edificios del centro de la ciudad.

El concejal David Miller celebró el acuerdo. ”La administradora es una entidad pública, pero encontraron la forma de atraer el dinero (de Borealis)”, dijo.

Miller sostuvo que el proyecto es ventajoso pues asegura la ”responsabilidad pública y cierta protección a los empleados”, cuando a menudo ”la privatización es un intento de pagar menos salarios”.

Don MacLeod, presidente de la Organización de Jubilados Municipales de Ontario, de 15.000 miembros, dijo que la junta directiva de OMERS debería pensar en la gente cuyo dinero está manejando en lugar de centrarse únicamente en las ganancias.

Con el respaldo del gobierno de Ontario, la junta directiva de OMERS se negó a destinar las ganancias de sus inversiones para mejorar los beneficios de los trabajadores retirados. (FIN/IPS/tra-en/pw/ml/lp/dc/if lb/02

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