Los ministros de Agricultura y altos funcionarios de 162 países se reunirán en Roma este martes y miércoles para reclamar a las naciones ricas que incrementen su ayuda contra la pobreza, de modo de asegurar la paz y la seguridad mundial.
Este será el mensaje que enviará en su 25 periodo de sesiones anuales el Consejo de Gobernadores del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), organismo especializado de la ONU a cargo de luchar contra la pobreza y el hambre en las zonas rurales del mundo en desarrollo.
El presidente del FIDA, Lennart Bage, señaló el martes pasado que los países industrializados deben poner más empeño y destinar más energías y recursos a la lucha contra la pobreza en el área rural, si la comunidad mundial quiere de verdad paz y seguridad.
Bage advirtió que pasar por alto esta oportunidad podría salir caro. «Hoy viven en condiciones de extrema pobreza más de 1.200 millones de personas que luchan por sobrevivir con menos de un dólar al día», dijo.
«A estos niveles, la pobreza es fuente de conflictos civiles e inestabilidad, de enfermedades y de desesperación, cuyas consecuencias no se detendrán en las fronteras nacionales, sino que supondrán riesgos cada vez mayores para la sociedad humana en su conjunto», señaló Bage.
La conferencia del FIDA examinará iniciativas para hacer frente a la pobreza y propondrá estrategias de financiación que contribuyan a romper el círculo vicioso de la pobreza en que están atrapados millones de personas, sujetas a una vida de desesperación, con frecuencia en zonas rurales apartadas.
Esta agencia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) considera que sólo atendiendo las necesidades de la población rural puede combatirse el hambre en el mundo, pues, a pesar de la emigración masiva a las ciudades de los últimos años, tres cuartas partes de los pobres del mundo aún viven en el campo.
Sin embargo, los donantes descuidan cada vez más el sector rural en la mayoría de los países: la ayuda internacional destinada a la agricultura en los países en desarrollo descendió casi 50 por ciento entre 1986 y 1999.
El FIDA, radicado en Roma, ha ayudado hasta la fecha a más de 250 millones de personas a librarse de la pobreza, aportando financiación directa por medio de préstamos a bajo costo y donaciones, y movilizando recursos suplementarios a proyectos y programas.
Desde su creación en 1977, este organismo de Naciones Unidas ha financiado 603 proyectos en 115 países y ha facilitado más de 1.500 donaciones con fines de investigación y asistencia técnica.
En los últimos cinco años, financió un promedio anual de 28 proyectos mediante préstamos en condiciones muy favorables y donaciones, por un valor aproximado de 410 millones de dólares.
Solo en 2001, la organización contribuyó a financiar 25 proyectos cuyo valor total ascendió a 996,8 millones de dólares, lo cual supuso mejoras directas en la vida de aproximadamente 16,2 millones de personas.
A pesar de estos esfuerzos, todavía queda mucho por hacer, advirtieron funcionarios.
La directora de la división de América Latina y el Caribe del Fondo, Raquel Peña-Montenegro, dijo a IPS que la población indígena y las mujeres constituyen la prioridad del FIDA en esa región, por ser los grupos sociales más pobres.
Los pobres de América Latina son 185 millones, 37 por ciento de los 494 millones de sus habitantes, de los cuales 16 por ciento viven en extrema pobreza.
En la actualidad, 51 proyectos financiados por el FIDA están en curso en prácticamente todos los países latinoamericanos y caribeños, por un monto total de 1.000 millones de dólares.
Peña-Montenegro manifestó que el Consejo de Gobernadores hará un análisis del papel del FIDA y llamará la atención de los gobiernos para que incluyan entre sus prioridades los programas para combatir la pobreza rural.
Los países ricos deberán tener en cuenta que muchos recursos se han destinado a la seguridad tras los atentados cometidos el 11 de septiembre en Estados Unidos, añadió la funcionaria.
En la sesión especial de la Asamblea General de la ONU denominada Cumbre del Milenio, celebrada en Nueva York en septiembre de 2000, los dirigentes de todo el mundo prometieron esforzarse por reducir el número de personas pobres a la mitad para 2015.
Pero el plazo se acercado y todo parece indicar que la meta no se cumplirá.
La reducción de la pobreza registrada en la década del 90 no llega a la tercera parte del índice necesario para reducir a la mitad la pobreza extrema para 2015, según el FIDa.
De la población en extrema pobreza, 44 por ciento vive en Asia meridional, 24 por ciento en Africa subsahariana, 24 por ciento en Asia oriental y 6,5 por ciento en América Latina y el Caribe. Unas 40.000 personas mueren cada día por causas relacionadas con el hambre.
También existe pobreza extrema en el Norte industrial, en especial en los países en transición de Europa oriental y Asia central, donde la pobreza crece a pasos agigantados.
En algunas zonas de la hoy disuelta Unión Soviética el número de pobres se ha multiplicado por más de tres en los últimos años. La mayoría viven en zonas rurales.
Seis de cada 10 pobres del mundo se ganan la vida trabajando en el sector agrícolas.
El Consejo de Gobernadores, la máxima autoridad del FIDA, sesionará un mes antes de la Conferencia Internacional sobre la Financiación del Desarrollo, que celebrará la ONU en Monterrey, México, del 18 al 22 de marzo.
Ese foro tendrá el cometido de aumentar los recursos destinados a ayudar a la población pobre y hambrienta. (FIN/IPS/jp/mj/dv/02
