ASIA: Rusia propone eje de poder con India y China

Rusia volvió a lanzar su antigua propuesta de formar un eje de poder trilateral junto con India y China, en un intento por contrarrestar la presencia militar de Estados Unidos en Asia central.

En diciembre de 1998, el entonces presidente ruso Yevgeni Primakov propuso por primera vez la formación de ese eje, pero su planteo no fue recibido con demasiado entusiasmo por Nueva Delhi ni por Beijing, debido a las sospechas mutuas originadas en la guerra fría.

Sin embargo, la visita a India en enero del primer ministro chino Zhu Rongji y la del canciller ruso Igor Ivanov parecieron promover nuevamente el interés en esa idea y ahora es posible «trabajar por una alianza informal», dijo un portavoz del gobierno indio.

Analistas de asuntos internacionales señalaron que la vasta presencia militar de Estados Unidos en Asia central a raíz de su guerra en Afganistán obligó a los tres países a reconsiderar la propuesta de Primakov.

Esta vez, no se trata de una iniciativa para contrarrestar el orden mundial unipolar, sino para proteger sus propios intereses en esa región estratégica y rica en combustibles fósiles.

La creciente influencia militar y diplomática de Estados Unidos en Asia central preocupa mucho a Beijing, señaló Jean-Pierre Cabestan, director del Centro Francés de Investigaciones sobre China Contemporánea, con sede en Hong Kong.

«La campaña militar de Estados Unidos en Afganistán comprometió objetivos fundamentales a largo plazo de Beijing, aumentó la influencia de sus rivales asiáticos (en especial Japón e India) en asuntos de seguridad regional y en general debilitó su imagen de potencia», dijo el analista.

En una conferencia realizada en Nueva Delhi en enero, Cabestan afirmó que China comenzó a tomar a India más en serio debido a su condición declarada de potencia nuclear, su economía abierta y su posible acercamiento político a Estados Unidos.

Ese acercamiento se refleja en el apoyo explícito de Nueva Delhi al programa de defensa antimisiles de Washington, resistido por China y Rusia.

Rusia ejerce una influencia considerable sobre India y China como proveedor de equipos militares. Esta semana, India está finalizando los detalles de la compra de aviones, submarinos nucleares y bombarderos de largo alcance de Rusia.

Ivanov aprovechó la oportunidad para promover la idea de un eje trilateral e intentó disipar el temor de Nueva Delhi a que la iniciativa deteriore sus vínculos cada vez más estrechos con Estados Unidos, especialmente en lo militar.

El presidente estadounidense George W. Bush dijo la semana pasada en su discurso sobre El Estado de la Unión que su país «trabaja como nunca con Rusia, China e India para alcanzar la paz y la prosperidad».

«En este momento de oportunidad, un peligro común (el terrorismo) hace dejar de lado antiguas rivalidades», agregó.

Ninguno de los tres países que formarían el eje trilateral desea ser visto como disidente de las políticas de Washington en este momento, observó Rajiv Nayan, investigador del Instituto de Estudios y Análisis de Defensa, un gabinete de estrategia financiado por el gobierno indio.

«Los tres desean ser reconocidos como miembros responsables de la comunidad internacional», destacó.

Por otra parte, el triángulo concebido por Primakov «no convertiría a Estados Unidos en un aliado natural, porque el objetivo es justamente crear un eje que compita con ese país», dijo Nayan.

India, que en los años de la guerra fría estuvo alineada económica y militarmente con la Unión Soviética, está gobernada ahora por una coalición de derecha que procuró intensamente aumentar sus contactos a todo nivel con Estados Unidos.

Nueva Delhi prefirió a Washington y no a Moscú para contener a Beijing, y esa es una de las razones por las que aprobó abiertamente el programa antimisiles de Estados Unidos y fue uno de los primeros gobiernos en ofrecerle apoyo en su «guerra contra el terrorismo» luego de los atentados del 11 de septiembre, observó Nayan.

Poco después de las pruebas nucleares de India en 1998, el ministro de Defensa George Fernandes declaró que China, y no el tradicional rival Pakistán, representaba la principal amenaza para su país.

Aunque las relaciones entre India y China mejoraron continuamente desde 1993, cuando acordaron mantener la paz en su frontera común, un factor irritante para Nueva Delhi sigue siendo la transferencia de tecnología nuclear y de misiles de Beijing a Islamabad.

Otras áreas de conflicto son interesen enfrentados en Birmania, la rivalidad entre la armada de ambos países en el océano Indico y el mar de China meridional, la cuestión del Tibet y la falta de reconocimiento de Sikkim como un estado indio por parte de Beijing, señaló Kanti Bajpai, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Jawaharlal Nehru.

Según Bajpai, es improbable que India, China y Rusia se transformen en socios estratégicos por ahora, debido a las sospechas mutuas.

Sin embargo, los tres países, que representan más de 40 por ciento de la población mundial, deben iniciar con urgencia conversaciones sobre defensa contra misiles y sus implicaciones, opinó.

«El objetivo más ambicioso sería el lanzamiento de una estructura de seguridad asiática que incluiría a Estados Unidos», dijo el analista.

«A largo plazo, será la confianza entre las tres potencias lo que les permita ejercer un papel más importante en la política mundial y construir un orden mundial más equilibrado», concluyó. (FIN/IPS/tra-en/rdr/js/mlm/ip/02

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