(Arte y Cultura) TEATRO-GRAN BRETAÑA: Hágalo usted mismo

Un inmigrante turco que llegó a Gran Bretaña sin conocer ni una palabra de inglés, se enamoró del teatro, arrendó una fábrica de ropa abandonada en un barrio marginal londinense y la transformó en poco tiempo en la gran atracción de la comunidad teatral británica.

El ahora director Mehmet Ergen es sin duda un visionario. Los amantes del teatro acuden en masa al nuevo escenario, llamado «Arcola», y renombrados actores ya desean trabajar con este artista independiente.

Para celebrar el primer aniversario de su original teatro, Ergen montó en escena una soberbia versión del musical estadounidense «I Can Get It For You Wholesale», que lanzó la carrera de Barbara Streisand en 1962.

«Cuando tomamos en alquiler el local decidí que haríamos cada año un musical que tuviera algo que ver con la vida en una fábrica de ropa. Después de todo, es para eso que fue usado este lugar originalmente, y siento que es una forma de respetar la historia del edificio», explicó el director.

Arcola está ubicado en el barrio londinense de Dalston, cuyos residentes, entre los que se cuentan numerosos inmigrantes turcos, nunca fueron tenidos en cuenta por el mundo del teatro, en contraste con la lujosa zona de West End.

«Quería crear un punto de reunión que cambiara esta siutación y sirviera tanto a la comunidad local como a los amantes del teatro de todo Londres», dijo Ergen.

Con este fin, Ergen renovó por completo la antigua fábrica y la transformó en un centro cultural que incluye dos escenarios, una galería de arte y un restaurante, todo administrado por voluntarios.

«Pude haber buscado financiamiento, y creo que todavía puedo, pero cada vez que invierto tiempo en otra cosa que no sea dirigir, siento que es tiempo perdido. Solo quería crear el centro y hacerlo andar lo antes posible», afirmó.

Ergen aspira a ser original incluso en la programación de Arcola, donde pretende incluir obras de grandes autores extranjeros, como el alemán Bertold Brecht (1898-1956) y el francés Moliére (1622-1673). Esto es un verdadero desafío, pues los espectadores británicos prefieren las obras locales.

«Creo que hay una suerte de aislamiento del teatro británico, y que se debe al peso de nuestra centenaria tradición teatral. Es difícil para los espectadores, acostumbrados a una obra de escritores británicos, enfrentarse a una producción de Brecht», comentó.

Pero los turcos acuden en multitud a ver la reposición de obras de Brecht, a quien siempre han considerado un gran creador. Los espectadores turcos son más abiertos a las obras extranjeras y no se preocupan del idioma en el que fueron escritas originalmente.

Ergen también se comprometió con la comunidad de Dalston a presentar alguna producción en turco por mes, con una muy buena respuesta de la audiencia. «Hemos vendido casi todas las entradas en esas producciones», destacó.

Muchas de las obras montadas en el escenario principal, entre ellas una asombrosa versión teatral de la novela «Crimen y castigo», del ruso Fiodor Dostoievski (1821-1881), recibieron elogios de la crítica. El periódico londinense The Observer la calificó de «irresistible».

El director logró traducir este clásico de la literatura rusa sobre la injusticia a la realidad de las calles de Londres.

«Esta producción también se exhibirá en otros países. Además, estamos conversando para llevarla a West End», informó Ergen.

Pero el director no es absorbido por completo por las responsabilidades de su propio teatro y se hace tiempo para otros trabajos. Hace poco tradujo y ayudó a organizar un espectáculo en memoria del poeta turco Nazim Hikmet (1902-1963) en el presitigoso Festival Hall de Londres.

El espectáculo atrajo a grandes personalidades del teatro, como el dramaturgo Harold Pinter y la actriz Vanessa Redgrave, quien leyó algunos poemas del escritor homenajeado.

Ergen llegó a Gran Bretaña sin saber inglés y sin experiencia en el teatro. Aprendió el idioma en las calles de Londres, en las que se trasladaba en bicicleta, y se enamoró del teatro leyendo obras de grandes dramaturgos.

El teatro Arcola es una demostración de lo que el trabajo duro y la perseverancia pueden hacer. En medio de un constante debate sobre la inmigración en Gran Bretaña, el éxito de Ergen es una lección para aquellos que consideran a los inmigrantes un riesgo para la comunidad nacional. (FIN/IPS/tra-eng/ba/rp-ff/cr/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe