TURQUIA-EEUU: Ecevit pedirá a Bush que no ataque a Iraq

El primer ministro de Turquía, Bulent Ecevit, se entrevistará este miércoles en Washington con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a quien le pedirá que no lance una acción militar contra Iraq.

Las conversaciones entre Ecevit y Bush, que abordarán desde una posible operación estadounidense contra el gobierno de Saddam Hussein hasta la reducción de los aranceles a las exportaciones turcas, tendrán un gran impacto en Asia central, según analistas.

El gobierno turco está particularmente preocupado por la posibilidad de que Washington continúe en Iraq su guerra contra el terrorismo internacional, una vez que finalicen las operaciones militares en Afganistán.

El subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, aseguró el martes pasado que un ataque contra Iraq no está en los planes inmediatos de Bush, pero autoridades militares y políticas turcas continúan alertas al respecto.

«La ambición estadounidense de derrocar el régimen de Saddam Hussein no debe derivar en un ataque militar. En conversaciones extraoficiales, enviados estadounidenses aún me consultan sobre los puntos a favor y en contra de una ofensiva contra Iraq», dijo el ex jefe de estado mayor turco Dopan Gures.

Consultado la semana pasada por el canal de noticias turco NTV, Ecevit dijo que expresará a Bush su preocupación por una eventual operación contra Saddam Hussein, que a su juicio desencadenaría un levantamiento kurdo en el norte iraquí, en la frontera con Turquía.

Ecevit, cuyo país es miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), no ocultó en el pasado sus simpatías con Saddam Hussein.

En su etapa de periodista, visitó dos veces al líder iraquí en Bagdad, en momentos en que el entonces presidente turco Turgut Ozal le ofreció a su par estadounidense George Bush, padre del actual jefe de Estado, su pleno apoyo para la guerra del Golfo de 1991.

Ecevit fue luego calificado por sus opositores de «saddamista».

La postura de Ecevit cambió cuando llegó al poder a fines de los años 90, observó el analista Hasan Cemal. «Sus deberes militares y sus esfuerzos para entrar a la OTAN reformaron su pensamiento», sostuvo.

El primer ministro truco viaja a Washington ahora más motivado por su temor de una crisis con la población kurda que por su simpatía con Saddam Hussein.

Más de 12 millones de kurdos viven en el sudeste de Turquía, otros dos millones en el norte de Iraq y casi un millón en Irán.

Ankara teme que el gobierno iraquí no pueda controlar su actual territorio si es atacado por Estados Unidos, facilitando así la mayor libertad de movimiento de las guerrillas kurdas.

«En realidad, Turquía teme que el régimen de Saddam Hussein sea remplazado por un gobierno democrático que le dé una mayor libertad a los kurdos», apuntó el analista político Umit Firat.

El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) le declaró la guerra al gobierno de Turquía en 1984. En estos 15 años de conflicto armado murieron al menos 30.000 personas y varias zonas del país quedaron devastadas.

El PKK continúa construyendo bases en el norte de Iraq y reclutando voluntarios para su guerrilla.

Esa situación también preocupa a Estados Unidos. «Washington escuchará el consejo de Turquía antes de tomar decisiones concretas sobre el asunto», aseguró el experto Sami Kohen.

Otro asunto de política internacional que será tratado en la cumbre del miércoles es el de Chipre, uno de los principales obstáculos en las relaciones entre Turquía y Occidente.

Esa isla del Mediterráneo sigue dividida en dos partes desde la invasión turca en 1974, en respuesta al golpe militar de Nikos Sampson en Chipre. Turquía controla el norte chipriota y Grecia el sur.

Todas las negociaciones auspiciadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fueron infructuosas, y el gobierno turco mantiene unos 40.000 soldados en la isla para proteger a los chipriotas de origen turco.

La ONU reconoce a la República de Chipre como la única que representa a los habitantes de la isla, mientras que la República Turca del Norte de Chipre es reconocida sólo por Ankara.

La disputa se agravó el año pasado, luego de que la Unión Europea (UE) iniciara las negociaciones para que la República de Chipre se integrara al bloque, sin atender la posición turca.

Ecevit buscará apoyo de Bush a la exigencia de su gobierno de que la UE suspenda el ingreso de Chipre hasta que se resuelvan las diferencias. Pero el presidente estadounidense escuchará primero la posición del primer ministro griego Kostas Simitis, de visita en Washington.

Ecevit también examinará con Bush la situación de la economía turca, aún afectada por la crisis financiera de 2000, y pedirá que Estados Unidos reduzca los aranceles a sus exportaciones, en especial de textiles.

Una delegación empresarial turca acompañará al primer ministro en su visita a Washington para pedir una mayor cooperación de las compañías estadounidenses. (FIN/IPS/tra-eng/nm/rp/ip/02

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