Las normas sobre propiedad intelectual que obstaculizan el acceso a los medicamentos en los países pobres serán el problema crucial de la cuarta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que comenzará este viernes en la capital de Qatar.
Keith Rockwell, director de prensa de la OMC, reconoció la semana pasada que sin acuerdo para resolver el conflicto entre patentes y fármacos baratos no habrá declaración ministerial, el objetivo final de esta conferencia.
Los países en desarrollo, encabezados por el grupo africano, pretenden obtener una declaración especial de la conferencia que interprete las normas vigentes de manera de confirmar el derecho de los gobiernos a asegurar medicinas asequibles a su población.
En cambio, Estados Unidos y Suiza, sedes de las principales transnacionales farmacéuticas, se oponen a una declaración explícita porque las actuales reglas, afirman, conceden a los países pobres la libertad suficiente para proteger el interés público.
En los últimos días se han intensificado las presiones para modificar la posición de los países en desarrollo, aseguró la abogada Severina Rivera, que llegó a Doha para representar a la oficina estadounidense de Oxfam, organización no gubernamental con sede central en Gran Bretaña.
Rivera sostuvo que el representante comercial (ministro de Comercio) de Estados Unidos, Robert Zoellick, aprovechó la semana pasada una reunión con sus pares africanos para ejercer presión a cambio de «beneficios menores».
Estados Unidos amenazó con abandonar algunos programas de ayuda para intentar romper la unidad de los países africanos, dijo la delegada de Oxfam.
Zoellick empleó el mismo recurso con los países de América Central y del Caribe a quienes ofreció también «pequeños beneficios y préstamos», según Rivera, que dijo basarse en informaciones recibidas de miembros del Congreso legislativo de su país.
Las organizaciones no gubernamentales, que prometen desarrollar una intensa presión a los delegados de los 142 países de la OMC, entienden que la posición de los países en desarrollo tiene miras cortas porque desperdician en Doha una oportunidad inmejorable para reformar el sistema mundial de patentes.
La declaración final sobre propiedad intelectual y salud debe establecer que los medicamentos vitales no podrán cotizarse a precios inalcanzables para la población de los países pobres, estimó la representante de Oxfam.
El borrador de la declaración final sobre acceso a los medicamentos, redactado por el presidente del consejo general de la OMC, Stuart Harbinson, de la región administrativa especial china de Hong Kong, contiene dos opciones en la interpretación de la cuestión política de fondo.
La primera opción expresa que nada de lo dispuesto por las normas sobre propiedad intelectual de la OMC «impedirá a los miembros adoptar medidas para proteger la salud pública».
En consecuencia, el acuerdo sobre Aspectos de la Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC) será interpretado y aplicado de modo que apoye el derecho de los países de proteger la salud pública y, en particular, de asegurar el acceso universal a los medicamentos, agrega la primera opción.
El mismo texto reafirma el derechos de los miembros de la OMC de utilizar al máximo las disposiciones de los ADPIC que permiten flexibilidad para el acceso a los medicamentos.
La segunda opción limita el reconocimiento de la flexibilidad de los ADPIC a situaciones de crisis de salud pública, como el VIH- sida y otras pandemias. También manifiesta que la declaración no aumenta ni disminuye los derechos y obligaciones de los miembros de la OMC que contempla el acuerdo de los ADPIC.
Rivera sostuvo que la primera opción tampoco refleja la posición de los países en desarrollo, como se ha afirmado.
Ese texto, precisó, no acoge la aspiración de los países pobres de disponer de la oportunidad lo más amplia posible de emplear todas las variantes políticas para atender sus preocupaciones de salud pública.
En cambio, la redacción de la primera opción limita esas variantes políticas a crisis de salud pública y emergencias nacionales, e ignora enfermedades de la pobreza como la tuberculosis y el paludismo, ampliamente expandidas aunque no alcancen el nivel de emergencia nacional del VIH-SIDA, interpretó Rivera.
Alí Mchumo, representante de Tanzania ante la OMC y coordinador del grupo de Países Menos Adelantados en Ginebra, atribuyó a los países industriales la intención de obtener un texto restrictivo con relación a la flexibilidad en la aplicación de los ADPIC que reclaman los países en desarrollo. (FIN/IPS/pc/mj/if he/01