MEDIO ORIENTE: Guerra antiterrorista fomenta compra de armas

La guerra de Estados Unidos contra el terrorismo internacional amenaza con desencadenar una nueva carrera armamentista en Medio Oriente, adviertieron expertos en asuntos de defensa.

Omán obtuvo 1.100 millones de dólares en armas de Estados Unidos la semana pasada, y se convirtió en uno de los primeros países alcanzados por la nueva política de Washington para vender armas y otorgar ayuda militar sin restricciones a lo gobiernos dispuestos a sumarse a su coalición contra el terrorismo.

«Una vez más, parece que Estados Unidos emplea la venta de armas como medio de recompensar a los países que hacen lo que les decimos», comentó Natalie Goldring, de la estadounidense Universidad de Maryland.

La venta efectuada a Omán es «lamentable», opinó Goldring. «Estados Unidos tendría que ser más cauto. Es probable que nuestros pilotos se enfrenten (en Afganistán) a armas estadounidenses transferidas a la región en años anteriores», dijo.

Estados Unidos comenzó el domingo 7 a bombardear a Afganistán, donde se encuentra el saudita Osama bin Laden, a quien Washington responsabiliza por los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington.

Bin Laden tiene el respaldo del régimen fundamentalista islámico Talibán, que controla más de 90 por ciento del territorio afgano.

«Nos enfrentamos a la posibilidad de que el Talibán utilice nuestras armas en contra de nosotros. ¿Y nuestra respuesta es vender más armas (a la región)?», agregó Goldring.

Según el acuerdo negociado la semana pasada, Omán adquirió 12 aviones caza F-16 C/D, 10 misiles antiaéreos de mediano alcance AMRAAM, 10 misiles Sidewinder, 20 misiles antinavales Harpoon y equipos de radar.

«La venta propuesta contribuirá a la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos ayudando a mejorar la seguridad de un país amigo», declaró el Pentágono (Departamento de Defensa). También «fortalecerá a Omán como socio de la coalición» antiterrorista, agregó.

Arabia Saudita, Omán, Pakistán, Turquía y Uzbekistán permitirán que Estados Unidos utilice sus bases aéreas o sobrevuele su territorio en la campaña militar contra Afganistán. A cambio, y como hizo con Omán, se prevé que Washington venderá armas y otorgará ayuda militar a los demás países.

Estados Unidos es el principal proveedor de armas de Arabia Saudita, y este año se prevé que las ventas a ese país superarán los 2.000 millones de dólares. Así mismo, Washington vendió armas a Uzbekistán por 1.700 millones y a Turquía por 375 millones.

A raíz de los atentados del 11 de septiembre, Estados Unidos levantó la prohibición de venta de armas a Pakistán que había impuesto en 1998 por que ese país había realizado pruebas nucleares.

La venta de armas sin restricciones a los países dispuestos a «brindar apoyo retórico a la guerra contra el terrorismo podría proporcionar a (regímenes) violadores de derechos humanos los equipos para encarcelar, torturar o matar a sus propios pueblos», advirtió Erik Floden, de la revista Arms Trade News.

Estados Unidos «proporcionó armas y entrenamiento a Irán e Iraq» a partir de los años 70, recordó Floden.

Estados Unidos fue el mayor proveedor de armas a Irán, antes de la revolución islámica de 1979 en ese país. En la guerra entre Irán e Iraq (1980-1988), Washington envío armas y ayuda militar a Iraq, en forma encubierta.

Medio Oriente sigue siendo el mercado regional más grande para la venta de armas, según Floden.

El Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos informó que la región recibió casi 75 por ciento de todas las armas vendidas por Estados Unidos a países en desarrollo entre 1993 y 1996, equivalente a 46.000 millones de dólares.

Medio Oriente recibió 47 por ciento de todas las armas vendidas por Estados Unidos entre 1997 y 2000, o sea 38.400 millones de dólares.

Omán anunció el año pasado que planeaba gastar un promedio de 2.200 millones de dólares anuales en su defensa hasta 2005, frente a los 1.700 millones de dólares de 1999.

Irán y Rusia anunciaron la semana pasada que brindarán más armas y ayuda militar a la Alianza del Norte, el grupo opositor de Afganistán que lucha contra el régimen de Talibán.

A su vez, Rusia negoció la venta de armas por 300 millones de dólares a Irán.

Teherán ya tiene en su poder 94 misiles aire-aire y lanzadores de misiles, más de 100 tanques T-72 y T-76, más de 80 vehículos de combate blindados 80 BMP-2, y dos sistemas de artillería de 140 milímetros, todos ellos adquiridos a Rusia.

Rusia vendió a Irán tres submarinos de clase Kilo, por valor de 450 millones de dólares.

China proporcionó a Irán 25 aviones caza, cinco barcos de guerra, más de 200 misiles HY-2 Silkworm y cantidades sin especificar de cañones de 122 y 130 milímetros.

Irán cesó su venta de armas a Irán durante varios años a partir de 1995, debido a la presión de Washington, indicó Goldring.

Pero ahora «creo que los rusos opinan que no recibieron mucho a cambio por esa pausa. No hay pruebas de que Estados Unidos haya limitado sus ventas», dijo.(FIN/IPS/tra-en/td/aa/aq/ip/01

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