La cobertura de vacunación de niñas y niños colombianos cayó casi 30 puntos porcentuales en los últimos cuatro años, debido a la merma del presupuesto de salud, el aumento de enfermedades que absorben muchos recursos y por la guerra civil.
Colombia había logrado inmunizar a 99 por ciento de la población infantil entre 1994 y 1996, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, pero el Ministerio de Salud indicó que esa cobertura comenzó a descender en 1997 y este año llega sólo a 70 por ciento.
El viceministro de Salud, David Escobar, atribuyó el retroceso de la vacunación a factores múltiples, como la crisis económica, que redujo los recursos destinados a esa cartera, y el incremento de enfermedades que demandan un presupuesto alto y de urgencia, como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
También señaló la incidencia del conflicto armado, que muchas veces impide la presencia de los agentes vacunadores en vastas zonas del interior del país, y por el desplazamiento de personas de sus hogares.
Escobar indicó que otro aspecto desfavorable para el proceso de inmunización de los menores fue el cambio del sistema de salud, que facultó a las entidades privadas a prestar ese servicio, pero han descuidado su responsabilidad.
La falta de vacunación se ha sentido más en las zonas apartadas, como el occidental municipio de Buenaventura, donde la cobertura no llega a 20 por ciento de los niños y niñas.
Colombia recibió en 1994 la certificación como país libre de poliomielitis y en los años siguientes se alcanzaron los más altos niveles de cobertura de vacunación en esa enfermedad y de sarampión, rubéola, paperas (parotiditis), difteria y otras afecciones inmunoprevenibles.
La situación más crítica se registró a mediados de 1999, cuando la reducción del presupuesto de la red nacional de servicios de salud llevó prácticamente al desabastecimiento de vacunas para los recién nacidos y de los refuerzos correspondientes.
En esa ocasión sólo se disponía de 500.000 dólares para financiar el Plan Ampliado de Inmunizaciones, que requería cerca de 7,5 millones.
A esa falta de recursos se agregó la pérdida de vacunas por vencimiento o por su manipulación inadecuada. En el septentrional departamento de Atlántico no se pudieron utilizar 15.000 dosis porque fueron congeladas en lugar de haber sido refrigeradas.
El año pasado se repitió el problema, aunque en menor medida, al agotarse los recursos del Ministerio de Salud para atender la vacunación de niños menores de un año
Los departamentos con más baja cobertura de vacunación de menores son Chocó, en el oeste de Colombia, los septentrionales Atlántico, Córdoba, Bolívar, y Sucre, Valle del Cauca, en el sudoeste, el meridional Nariño, y Caquetá y Meta, en el sudeste.
El economista Héctor Mondragón señaló que esta situación de deterioro se debe a la aplicación de un modelo económico «lamentable e inaceptable», que redujo los recursos de salud en los últimos cinco años de 2,6 a 1,5 por ciento del producto interno bruto.
Investigaciones de la Contraloría General (fiscal de cuentas del Estado) revelaron que el sistema de salud se constituyó el año pasado en una «vena rota», por la cual se perdieron cuantiosos recursos que transfirió el gobierno de Andrés Pastrana a los municipios.
Un informe del organismo sobre el septentrional municipio de Corozal, con casi 10.000 habitantes, indica que fueron derivados para la construcción de un parque 1,2 millones de dólares que habían sido girados para subsidiar la prestación de servicios de salud a la población con ingresos menores a dos salarios mínimos.
Así mismo, en el departamento de Atlántico, que cuenta con 60.000 habitantes, se resintieron los servicios de salud por el desvío de 2,5 millones de dólares que habían sido transferidos por el gobierno para la atención de la población subsidiada.
Mientras, el Ministerio de Salud ha señalado que su principal prioridad para lo que resta del año es tratar de llevar la cobertura de vacunación a 95 por ciento de la población infantil. Para el cumplimiento de la meta se cuenta con la cooperación de la Organización Panamericana de la Salud.
También con ese fin se le ha enviado información a los responsables locales de salud en los departamentos y municipios para llevar a cabo el 17 de noviembre una campaña de vacunación masiva.
Las autoridades han programado una fase previa de sensibilización a los padres, a través de los medios de comunicación, sobre el cuidado de los hijos para evitar enfermedades de fácil prevención. (FIN/IPS/yf/dm/he pr/01