India dio un salto adelante en su tecnología satelital con el lanzamiento esta semana de un satélite de sensibilidad remota de un metro de resolución que podría tener aplicaciones militares.
El satélite de una tonelada de peso, lanzado en la mañana del lunes desde el cosmódromo de Srtiharikota, a 100 kilómetros de la sureña ciudad de Chennai, puede tomar y transmitir imágenes de Afganistán, según expertos.
Krishnaswamy Kasturirangan, presidente de la Organización de Investigaciones Espaciales de India (ISRO), se negó a hacer comentarios sobre las aplicaciones militares del satélite, pero señaló que «un satélite de un metro de resolución ofrece una gran variedad de aplicaciones, que dependen del usuario».
El satélite, que posee una cámara con un metro de resolución capaz de detectar edificios, otras estructuras y vehículos en movimiento, podría ser útil para la seguridad nacional, agregó.
El Polar Satellite Launch Vehicle, un cohete indio de 44 metros de altura y 294 toneladas, partió el lunes desde Sriharikota para poner en órbita el Satélite Experimental de Tecnología, de 1.108 kilogramos, a 560 kilómetros de altura.
La órbita es mucho más baja que la usual de 817 kilómetros en que se ubicaron otros satélites indios. Esto podría aumentar la claridad de las imágenes, según analistas.
El vehículo de lanzamiento también llevó consigo dos satélites extranjeros, el Proba de una compañía belga y el Bird, de la agencia espacial alemana DLR, de 94 y 97 kilos respectivamente.
El nuevo Satélite Experimental de Tecnología fue diseñado para «probar tecnologías críticas» para futuros vuelos del cohete Polar, incluso sensores y paneles solares, dijo un funcionario de ISRO, en su sede de Bangalore.
Las futuras misiones del Polar incluyen dos satélites de sensibilidad remota, Cartosat-I, con una resolución de 2,5 metros, y Cartosat-II, con un metro de resolución.
India ya construyó una serie de satélites de sensibilidad remota con una resolución en tierra de 5,6 kilómetros. La versión oficial es que son para uso civil, principalmente para el mapeo y supervisión de los vastos recursos naturales del país.
Pero esos satélites no pudieron detectar en 1999 la infiltración de pakistaníes en la zona montañosa de Kargil, en el estado de Jammu y Cachemira, que ya fue causa de dos guerras entre India y Pakistán y de frecuentes escaramuzas en la frontera.
Una comisión investigadora sobre las fallas de inteligencia en Kargil concluyó que los satélites no lograron detectar a los infiltrados, quienes finalmente se retiraron.
La incursión a través de la frontera puso de relieve «la falta de capacidad del sistema de vigilancia nacional, en particular a través de imágenes satelitales», afirmó la comisión.
Para entonces, ISRO ya había anunciado la construcción de los satélites Cartosat-1 y Cartosat-2.
En la actualidad, India tiene tres satélites de sensibilidad remota en el espacio, uno de ellos exclusivamente para estudios oceánicos, y compra imágenes con un metro de resolución en tierra del satélite Ikonos, perteneciente a la compañía estadounidense Space Imaging.
La sensibilidad remota satelital se transformó en la base del Sistema Nacional de Administración de Recursos.
Esta tecnología ofrece variada información en diferentes ventanas del espectro electromagnético y se utiliza en todo el mundo para mapear y vigilar recursos.
Los datos se utilizan para estimar el rendimiento de cultivos por hectárea, evaluar el impacto de sequías e inundaciones y realizar mapas de los usos de la tierra.
También se emplean para análisis de recursos marinos y oceánicos, planificación urbana, prospección mineral y control de recursos forestales. La Misión Integrada para el Desarrollo Sustentable también utiliza información de esos satélites y datos socioeconómicos para sus estudios.
Las imágenes de los satélites indios también podrían utilizarse para las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán, reconoció un informe de la revista científica New Scientist publicado en Internet.
En abril de este año, India lanzó el Geosynchronous Satellite Launch Vehicle para poner en órbita satélites de comunicaciones de 1,5 a dos toneladas.
Analistas de defensa señalaron que el lanzamiento también amplió la capacidad nacional para fabricar misiles balísticos intercontinentales. (FIN/IPS/tra-en/tvp/js/mlm/ip-sc/01