Dos estudios científicos aportan nuevos datos sobre consecuencias del recalentamiento del planeta, entre ellas el derretimiento de hielos y la perturbación de ciclos anuales de la vida de plantas y animales.
Los informes fueron divulgados el jueves por el semanario científico Science, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, y se suman a otros hallazgos sobre cambios de conducta animal, reducción de glaciares y derretimiento de permafrost o pergelisuelo, suelo superficial que en condiciones normales permanece helado todo el año.
«Nunca es posible la seguridad total, pero parece claro que estos cambios pueden explicarse muy bien como consecuencia de tendencias al recalentamiento causadas por acciones humanas», dijo a IPS Josep Penuelas, autor de uno de los estudios e investigador de la española Universidad Autónoma de Barcelona.
La publicación de los informes precede al encuentro de negociadores del tratado internacional sobre clima que comenzará este lunes en Marruecos y terminará el 9 de noviembre.
«Un creciente número de estudios indica cambios en los ciclos anuales de plantas y animales en una gran variedad de ecosistemas, que abarca desde los fríos y húmedos hasta los cálidos y secos», sostuvo Penuelas en su trabajo, titulado «Respuesta a un mundo que se recalienta».
En la región del Mediterráneo se observaron alteraciones de los ciclos anuales de foliación de la mayor parte de las plantas de hojas caducas, en relación con datos de hace 50 años, que demuestran la mayor extensión de los periodos de temperatuuras altas, explicó.
En promedio, las hojas de esas plantas aparecen 16 días antes y caen 13 días después que hace medio siglo, señaló.
En otras regiones, desde Escandinavia a Macedonia, se registró en promedio el brote de hojas seis días antes que hace 30 años, y la aparición de los cambios de color otoñales cinco días después, indicó.
Datos obtenidos mediante satélites confirman esas observaciones, y hay nuevas evidencias de que los periodos de crecimiento de las plantas se han prolongado en Eurasia y en América del Norte, apuntó.
Otras observaciones recopiladas en el estudio muestran cambios en ciclos vitales de insectos, anfibios y pájaros.
La aparición de mariposas en la región nororiental de España se produce en la actualidad 11 días antes que en 1952.
En el oriental estado estadounidense de Nueva York, el típico sonido que producen las ranas cuando aumenta la temperatura del ambiente se adelantó diez días de 1990 a 1999.
En Gran Bretaña, la puesta de huevos por parte de los pájaros se adelantó nueve días de 1971 a 1995.
Esos cambios pueden ser peligrosos para animales que comiencen antes sus migraciones anuales, y lleguen a sus regiones de destinos cuando aún estén en ellas otras especies con las cuales no puedan competir, advirtió Penuelas.
El otro estudio sobre recalentamiento publicado por Science tiene la particularidad de emplear datos inusuales en un trabajo científico.
Investigadores de la estadounidense Universidad de Stanford revisaron la estadística de un concurso de apuestas que se realiza desde 1917 en el pueblo de Nenana, en el nororiental estado estadounidense de Alaska, de clima ártico.
Hace 84 años que los habitantes de Nenana instalan un trípode de madera sobre aguas congeladas del río Tenana, y apuestan dinero a sus pronósticos sobre la fecha en que caerá debido al derretimiento del hielo, con el comienzo de la estación más cálida.
La serie histórica de los resultados de ese concurso, llamado «Clásico del Hielo de Nenana», indica que el derretimiento del hielo se ha adelantado desde 1917, unos cinco días en promedio, y ese dato es compatible con los registros científicos disponibles sobre la evolución del clima en la región.
Raphael Sagarin, uno de los autores del informe, dijo a IPS que ese estudio destaca la importancia de las observaciones recopiladas durante periodos prolongados por aficionados a las ciencias naturales y pueblos indígenas.
Esas observaciones suplen carencias de registro científico sobre el modo en que la naturaleza ha respondido al cambio climático, señaló.
Muchos especialistas piensan que las emisiones de dióxido de carbono y otros gases que causan el llamado efecto invernadero, al retener calor en la atmósfera, son responsables de un aumento gradual de la temperatura del aire en la superficie terrestre.
Gran parte de esas emisiones se deben al uso de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.
Es probable que en 2100 el promedio de la temperatura del aire en la superficie del planeta haya aumentado entre 1,4 y 5,8 grados, en relación con 1990, indicaron en enero los científicos del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), con base en proyecciones.
También es probable que en ese periodo aumente entre 9 y 88 centímetros el nivel promedio de los mares, añadieron.
El IPCC, formado en 1988 por la Organización Metereológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, no realiza investigaciones propias, sino que recopila y evalúa trabajos de investigadores.
Ese grupo señaló en enero que muchas especies de mamíferos, reptiles, aves, anfibios, invertebrados e insectos son afectadas por cambios climáticos, al igual que numerosos ecosistemas, entre ellos glaciares, regiones polare, arrecifes de coral y manglares, que en algunos casos sufren daños irreversibles.
La reunión de Marruecos transformará en normas los acuerdos alcanzados en julio por 178 países para implementar el Protocolo de Kyoto sobre cambio climático.
Ese protocolo, firmado en 1997, establece que en 2012 la emisión de gases invernadero en 38 países industrializados debe ser 5,2 por ciento menor que la de 1990.
A comienzos de este año, el gobierno de Estados Unidos, mayor emisor de gases invernadero, anunció que no ratificaría aquel tratado, y negociaciones realizadas en julio sobre su implementación permitieron superar el consiguiente bloqueo. (FIN/IPS/tra-eng/dk/aa/mp/en/01
