Quince grupos colombianos y cuatro latinoamericanos desafiaron las dificultades económicas, signadas por la drástica reducción de los aportes oficiales a la cultura de la región, al asistir al segundo festival Ethnic Roots, en el archipiélago caribeño de San Andrés.
Los grupos El Gentío de Felipe, de México, Blanco y Negro, de Argentina, Parazancos, de Venezuela, y Sol y Luna, de Ecuador, debieron sortear las limitaciones económicas para asistir al festival, realizado entre el 25 y el 30 de septiembre.
Marilyn Biscaíno, directora del festival Ethnic Roots, dijo a IPS que los elencos participantes debieron hacer grandes esfuerzos por llegar a San Andrés.
Biscaíno afirmó que el apoyo a la cultura, que debería ser una de las prioridades de los Estados en la región, está pasando a un segundo plano y que en los gobiernos predomina el criterio de que estas expresiones deben autofinanciarse.
Según Biscaíno, para el encuentro de San Andrés se había proyectado un presupuesto de cerca de 70.000 dólares, con un aporte de cerca de 70 por ciento del Ministerio de Cultura, pero esa asistencia se redujo a menos de 20 por ciento.
El gobierno redujo también su aporte a otros festivales, que en el caso del de Manizales, el más antiguo del país, llegó a 75 por ciento.
Otras expresiones culturales afectadas son el Segundo Festival de Festivales, que comenzó en San Andrés y continuará hasta el 12 de noviembre en las localidades centrales de Neiva, Ibagué y Mesitas del Colegio y en las meridionales de Popayán y Pasto.
Así mismo, Biscaíno solicitó en vano a las embajadas de Argentina, Chile, Cuba, Ecuador, México, República Dominicana y Venezuela apoyo para la asistencia de elencos de esos países.
Celia Marino, directora del grupo argentino Blanco y Negro, dijo a IPS que el elenco debió financiar sus proyectos por sus propios medios en los últimos cinco años, incluso la asistencia al Festival de San Andrés.
En opinión de Marino, la falta de apoyo estatal no se explica, si se tiene en cuenta que los grupos se convierten en «embajadores culturales» de sus países.
La apertura del Festival de San Andrés fue una gigantesca comparsa en honor a Big Mama, personaje emblemático de la cultura del archipiélago, en que participaron grupos de música, zancos, piratas, quijotes, payasos y teatristas.
La noche inaugural se cerró con «Francisco el juglar de Dios», una obra con 20 actores en escena sobre la vida de San Francisco de Asís desde una perspectiva contemporánea, que fue el trabajo de fin de curso de los estudiantes de la Escuela Superior de Artes de Bogotá.
Esa primera jornada deparó sorpresas como «Historias en Blanco y Negro», del grupo argentino, que recreó escenas de los inicios del cine. La pieza, de una mágica limpieza escénica y con una alegre dosis de proyección de escenas de películas del cine mudo, recibió largos aplausos.
Así mismo, en diferentes escenarios abiertos y cerrados se realizaron presentaciones de grupos colombianos como el Teatro Cecrea, de Bogotá y Barranquilla, el Teatro Extremo, de San Andrés, El Globo de Cali y el Teatro Infinito, de Bogotá.
El festival fue clausurado el 30 de septiembre con otro homenaje a las raíces étnicas del archipiélago de San Adrés, y al disfrute de la vida y la búsqueda de la paz y la convivencia por medio de la cultura.
Uno de los objetivos del Festival Internacional de Teatro Ethnic Roots, organizado por la Fundación Trasatlántico, es rescatar los valores artísticos y culturales del archipiélago y tender un puente teatral hacia el continente y el Caribe.
El archipiélagio de San Andrés, con una gran biodiversidad marina en que se destacan los corales, está integrado por la isla del mismo nombre y las de Providencia y Santa Catalina, y la mayoría de sus 100.000 habitantes son negros. (FIN/IPS/yf/mj/cr/01
