El gobierno de Fernando de la Rúa sufrió un duro revés en los comicios legislativos de este domingo en Argentina, en los que el triunfo fue del opositor Partido Justicialista, principalmente a causa del malestar general por una depresión económica de tres años.
El oficialismo perdió su mayoría relativa en la Cámara de Diputados, de 257 escaños, que fue renovada parcialmente. La gobernante Alianza redujo su presencia de 104 a 90 representantes, y el justicialismo la aumentó de 98 a 110.
En el Senado, donde la oposición ya tanía el grupo más numeroso, el partido justicialista creció de 39 a 41 escaños, y el oficialismo bajó de 25 a 22, sobre un total de 72 bancas. La integración de la cámara alta fue renovada por completo.
La abstención fue de 23 por ciento del censo electoral y poco más de 15 por ciento de quienes concurrieron las urnas votaron en blanco o anularon su sufragio, para expresar su escepticismo ante la actividad política. El voto es obligatorio en Argentina.
Esta participación atípica de votantes que sugirieron nombres de próceres o de personajes de historietas, fueron una señal de alarma en estos comicios.
El voto en blanco o nulo se impuso en la capital, en la provincia de Santa Fe, vecina de Buenos Aires, y en la austral Tierra del Fuego, y obtuvo el segundo puesto en otros distritos.
La victoria más contundente se registró en la provincia de Buenos Aires, el más populoso de los 24 distritos electorales. El justicialista Eduardo Duhalde, ex gobernador de la provincia, logró una banca en el Senado con 37,5 por ciento de los votos.
En segundo lugar se ubicó en la misma provincia el ex presidente Raúl Alfonsín, candidato de la Alianza, que obtuvo sólo 14,9 por ciento, aunque también ganó un escaño en la cámara alta.
Los analistas señalaban este lunes que Duhalde, derrotado por De la Rúa en los comicios de 1999, se perfila como candidato a la presidencia en 2003. Pero el justicialismo se impuso en 16 circunscripciones y también lograron destacarse los gobernadores Carlos Reutemann, de Santa Fe, y José Manuel de la Sota, de la central provincia de Córdoba.
La Alianza ganó sólo en siete circunscripciones y dos de sus candidatos triunfantes, en la septentrional provincia de Chaco y en la ciudad de Buenos Aires, exigieron en la campaña electoral cambios en la política económica para estimular la producción.
La dividida izquierda creció en la capital, donde el socialista Luis Zamora tuvo un amplio respaldo. En conjunto, los candidatos de los partidos de izquierda a la Cámara de Diputados sumaron 25 por ciento de los votos.
Los observadores destacaron la votación obtenida por Zamora, que en los años 90 fue el primer trotkistas en ingresar en el parlamento. Zamora había abandonado la actividad política y renunciado a la jubilación especial que le correspondía como ex diputado.
Dedicado a la venta ambulante de libros, fue tentado para participar en estos comicios y, casi sin campaña electoral, reunió 10 por ciento de los votos en la capital.
De la Rúa reconoció en la noche del domingo que «se deben cambiar muchas cosas». «No me voy a tapar los oídos, porque sé los padecimientos de la gente», dijo el presidente.
Sin embargó, sólo sugirió un eventual cambio de gabinete «para hacerlo mas homogéneo», pero no mencionó alteraciones de la política económica en curso, caracterizada por una serie de ajustes en procura del elusivo equilibrio del presupuesto y por un rígido sistema cambiario.
Por su parte, Duhalde advirtió al mandatario que «es suicida» mantener la política económica actual y que de seguirse el mismo camino, la depresión derivará en la anarquía.
De igual modo se pronunció Rodolfo Terragno, cuya lista triunfó en la capital y obtuvo dos bancas para la Alianza en el Senado.
El gobierno dijo que en los próximos días, quizás al regreso de De la Rúa, que viajó este lunes a España para participar del Segundo Congreso de la Lengua, en Valladolid, se anunciarán cambios en el elenco ministerial y nuevas medidas económicas.
Pero los analistas aseguraron que ninguna de las medidas en estudio entraán cambios de rumbo. Lo más probable es que el gobierno anuncie un canje voluntario de títulos de la deuda externa para aliviar la carga de pagos, agregaron.
De la Rúa y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, puestos en jaque por el pesado servicio de la deuda y por los intereses sin precedentes que el mercado marca a los títulos del gobierno argentino, no renunciarán a la política de déficit cero.
Terragno hizo campaña contra la política de déficit cero, que comprende el recorte de salarios y jubilaciones pagados por el Estado, y logró 21 por ciento de los votos en la capital. Pero resultó superado por la suma de los votos anulados y en blanco, que fue de 28 por ciento en esa circunscripción.
Los analistas advirtieron este lunes que el voto negativo (en blanco o nulo) fue siete veces más alto este domingo que en el promedio de las elecciones legislativas realizadas desde 1983, año en que la democracia fue restaurada tras siete años de dictadura militar.
El rechazo a la clase política guió a 63 por ciento de quienes optaron por anular su voto o sufragaron en blanco, y los demás consideraron que ningún candidato los representaba, según una encuesta poselectoral del Centro de Estudios de Opinión Pública,
Ante este panorama, algunos hitos históricos de estas elecciones quedaron fuera de los análisis realizados. Fue la primera vez en que la elección de senadores se realizó por voto directo y que se procedió a renovar por completo esa misma cámara.
Los senadores habían sido elegidos antes de este domingo por las asambleas legislativas provinciales.
La nueva modalidad permite el ingreso en la cámara alta de dirigentes políticos más populares y con mayor consenso. Tradicionalmente, los senadores eran políticos de escaso carisma, ubicados en sus bancas por intereses partidarios más que por su popularidad.
Otro dato para destacar es que, por primera vez, la ley de cupo femenino se aplicó en la elección de senadores. Las mujeres, que sólo eran dos en un total de 72 senadores, ocuparán ahora más de 20 por ciento de los escaños, aún cuando tuvieron participación secundaria en la campaña electoral.
Las organizaciones de mujeres, que habían celebrado la ley de cupo, advirtieron en vísperas de los comicios que las candidatas casi no aparecían en la propaganda política. Ese señalamiento se confirmó este domingo, en algunos casos en forma notoria.
En la provincia de Buenos Aires, Mabel Muller logró un escaño como integrante de la lista electoral del triunfante Duhalde. Pero a la hora de celebrar, el palco principal fue ocupado por Duhalde y su esposa y por el gobernador de la provincia, Carlos Ruckauf.
Los tres, con los brazos en alto, ocultaron en la foto a Muller, que se hallaba en segunda línea. (FIN/IP/mv/ff/ip/00
