GRAN BRETAÑA: Oleada de ataques contra musulmanes y sijs

Ataques en Gran Bretaña contra musulmanes y personas a quienes se toma por seguidores del movimiento Talibán, que controla la mayor parte de Afganistán, han seguido a los atentados terroristas del día 11 en Nueva York y Washington.

El Talibán, fundamentalista islámico, alberga al extremista saudita Osama bin Laden, a quien el gobierno estadounidense señala como principal sospechoso de los ataques terroristas contra el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono (Ministerio de Defensa) en Washington, realizados con aviones de pasajeros secuestrados.

Indios de la secta hindú sij residentes en Gran Bretaña, cuyas tradicionales vestimentas y barba les dan una apariencia similar a la de los musulmanes ortodoxos, fueron víctimas de ataques y hostigamiento.

Un taxista afgano recibió heridas que le causaron una parálisis casi total. Una mujer de 19 años de edad fue golpeada en la cabeza con un bate de béisbol. Un sij fue atacado en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, por personas que lo confundieron con un seguidor del Talibán. Y la lista sigue.

Durante el fin de semana hubo ataques contra mezquitas en Londres, en la ciudad sudorienatl de Southend, en la noroccidental de Manchester y en la septentrional de Belfast.

Miles de musulmanes no se atreven a salir de sus casas. y el Consejo Musulmán de Gran Bretaña puso a disposición del público una línea telefónica para denunciar ataques y abusos.

«Este verano (boreal) ha sido un infierno para nosotros», dijo a IPS Ghiyasuddin Siddiqui, dirigente del Parlamento Musulmán en Gran Bretaña, una organización política de la comunidad musulmana.

«Primero se produjeron los disturbios por motivos étnicos en la región septentrional del país. Luego hubo paranoicos informes sobre una inminente inmigración ilegal masiva de refugiados musulmanes. Y ahora, tras el ataque en Estados Unidos, más ataques contra musulmanes inocentes en Gran Bretaña», explicó.

La policía británica ha reforzado medidas de seguridad para proteger mezquietas y barrios con mayoría de población musulmana.

«Tememos que las recientes atrocidades (en Estados Unidos) causen persecución contra los musulmanes que residen en el país», informó a IPS una portavoz policial, tras un encuentro entre funcionarios de la policía y líderes de la comunidad musulmana.

«Esperamos que la población tenga muy clara la diferencia entre la mayoría de los musulmanes y la pequeña minoría que promueve la discordia», añadió.

Sin embargo, los dirigentes de la comunidad musulmana señalan que esa diferencia se ha perdido de vista.

Informes de medios de comunicación «estimulan los ataques y abusos contra musulmanes en todo el país», sostuvo Siddiqui.

«No podemos hacer mucho para explicarnos, si los medios de comunicación no presentan una imagen adecuada de los hechos», afirmó.

Imágenes transmitidas por televisión de pequeños grupos de musulmanes que celebraban el ataque o expresaban su apoyo al Talibán «hacen creer a la gente que todos los musulmanes apoyan los atentados en Estados Unidos», enfatizó.

«Los medios de comunicación deben desempeñar un papel crucial en los próximos días. Todos compartimos el dolor causado por lo que pasó, pero también afrontamos un creciente prejuicio que lleva a ver a todos los musulmanes como terroristas», agregó.

La comunidad musulmana británica está estupefacta por la violencia de los ataques contra algunos de sus integrantes.

Un taxista afgano de 28 años de edad conducía a tres pasajeros blancos que comenzaron a discutir con él los acontecimientos en Estados Unidos y luego lo atacaron, lo patearon y lo golpearon con una botella en la cabeza y el cuello.

Las heridas recibidas por el taxista, quien fue hallado en la calle por la policía a las tres de la mañana del lunes, le causaron parálisis de tronco y extremidades. Los tres atacantes fueron arrestados luego.

«Se han producido abusos contra musulmanas en todo el país. Por desgracia, el hijab (pañuelo con el cual se cubren la cabeza, según la tradición islámica) las convierte en un blanco identificable», comentó Mushtaq Laishari, un asistente social del occidental barrio londinense de Kensington.

Un grupo de escuelas islámicas de Londres suspendió sus clases, tras un ataque en la parte occidental de la ciudad contra una de las instituciones. Las autoridades escolares pidieron protección policial y contrataron a guardias privados, pero la mayoría de los padres de alumnos decidieron no enviarlos a clase.

La peligrosidad de la conducta imprudente de medios de comunicación quedó clara en el caso del sij atacado en el aeropuerto de Heathrow.

Un diario estadounidense publicó la fotografía de un sij arrestado en Nueva York por error, como sospechoso de apoyar al Talibán. Tras cinco horas de interrogatorio, la policía comprendió que ese hombre con turbante y barba no tenía relación alguna con el terrorismo ni con Bin Laden, y lo dejó en libertad.

Los diarios londinenses Evening Standard y Metro publicaron con destaque la misma fotografía, y el periódico sensacionalista News of the World la reprodujo junto con una de Bin Laden y otras de personas a quienes presentó como terroristas afganos.

Al día siguiente, un grupo de personas golpeó a un sij en Heathrow, gritándole «asesino».

Tras los ataques terroristas del día 11, se han denunciado en el país por lo menos 26 ataques y abusos contra personas de la comunidad sij. Uno de los atacados fue un hombre de edad avanzada, golpeado en la central ciudad de Birmingham por jóvenes con bates de béisbol.

«Estamos muy preocupados, pese a que logramos que la foto del sij arrestado en Nueva York no fuera publicada por otros periódicos», dijo a IPS Gurjit Singh Rahi, conductor de una campaña de defensa de los sij en Londres.

La comunidad sij en Estados Unidos reunió 100.000 dólares para publicar avisos en periódicos en los cuales señalan que no tienen relación con el Talibán, luego de que Balbir Singh Sodhi, un sij, fuera asesinado a balazos en la sudoccidental ciudad estadounidense de Phoenix.

Los informes sobre los asesinatos en Estados Unidos de Sodhi y de un musulmán, cometidos por personas que quisieron tomar represalias por los atentados terroristas, aumentaron el temor y las precauciones de las comunidades sij y musulmana en Gran Bretaña. (FIN/IPS/tra-eng/ss/mn/mp/hd ip/01

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