Los ataques terroristas contra Nueva York y Washington nublan el panorama del comercio entre Estados Unidos y América Latina, aunque los analistas creen que es un efecto transitorio y que el proceso hacia el área de libre comercio continental seguirá su curso.
«La inestabilidad es de coyuntura y no detendrá el intercambio ni los procesos de negociación, aunque habrá secuelas en el crecimiento» económico, dijo a IPS Germán de la Reza, experto en asuntos de integración de las universidades Nacional Autónoma y Metropolitana de México.
El comercio entre Estados Unidos y América Latina podría sufrir una merma, pero más asociada al enfriamiento de la economía de ese país que al impacto de los atentados del martes, sostienen los especialistas.
Las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y América Latina no se detuvieron tras los atentados en Nueva York y Washington, pero el intercambio se resintió por el cierre de fronteras y de aeropuertos dispuesto por Washington.
El que más problemas registró fue México, que afronta dificultades inmediatas para exportar y comprar productos a su vecino, que concentra más de 80 por ciento de su comercio.
No obstante, el miércoles, apenas un día después de los atentados contra sitios emblemáticos de Nueva York y Washington, se reanudaron en la capital estadounidense las negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre Chile y Estados Unidos.
Además, el presidente de Uruguay, Jorge Batlle, aseguró que la reunión entre los cancilleres del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Estados Unidos, prevista el 24 de este mes en Washington, no será cancelada.
«Al terrorismo hay que contestarle con paz», expresó Batlle. El Mercosur y Estados Unidos reactivaron el mecanismo de consultas «cuatro más uno», de 1991, para negociar el acceso a mercados.
Pero otros asuntos quedaron en el aire y su avance podría enlentecerse luego de los atentados, opinaron los observadores.
Los países más vulnerables son Argentina y Brasil, que tras los ataques pueden sufrir el agravamiento de sus problemas internos con la disminución del flujo de inversiones y la caída en la cotización de los títulos de su deuda externa, coincidieron el banco de inversiones JP Morgan y el banco HSBC.
El otro país con dificultades importantes será México, por su vecindad con Estados Unidos y su asociación con ese país en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Pero la estabilidad de su moneda y de su macroeconomía lo ubican en una mejor posición que los países del sur, según las predicciones.
Brasil no tenía, antes de los ataques, expectativas de avance en el diálogo con Estados Unidos, pues han sido excluidas cuestiones importantes como la ley estadounidense antidumping, que dificulta las exportaciones brasileñas, especialmente aceros.
Además, Washington prefiere considerar la cuestión agrícola en la Organización Mundial del Comercio, que anuncia para noviembre su cuarta conferencia ministerial.
En la reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos, finalizada en Lima el mismo día de los atentados, la Comunidad Andina de Naciones pidió a Colin Powell, secretario de Estado (canciller) estadounidense, la prórroga de las preferencias comerciales que vencen en diciembre y su ampliación a Venezuela.
Esas preferencias otorgan facilidades de ingreso a Estados Unidos de los productos andinos como recompensa a la lucha contra el narcotráfico en esos países.
Estados Unidos es el principal socio comercial de los países del área y el primer inversionista de esa región.
Cuarenta y cinco por ciento de las exportaciones andinas se destinan a Estados Unidos, de donde procede 35 por ciento de las importaciones de esa región.
De la Reza opinó que los atentados no modificarán las negociaciones comerciales en curso en todo el continente, entre ellas la principal, para la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), cuya concreción está prevista para 2005.
Más allá de que algunos políticos y expertos discuten aún el proyecto a la luz de la actual coyuntura, signada por el enfriamiento de la economía estadounidense y por los atentados, en los hechos el acuerdo está ya pronto, afirmó el experto.
El ALCA, concebido y promovido por Estados Unidos a inicios de los años 90, creará un área de libre comercio que abarca 34 países, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, con la única exclusión de Cuba.
Según el modelo, el ALCA desmantelará las cargas arancelarias de sus socios.
Estados Unidos, con aranceles de dos por ciento promedio, no tendrá mucho que ceder en la materia. Pero América Latina sí, pues sus aranceles ascienden a 10 por ciento promedio.
De la Reza recordó que en las negociaciones no está en juego el desmantelamiento de las barreras paraarancelarias (sanitarias y ambinetales, entre otras), con las que Estados Unidos protege su producción. (FIN/IPS/dc/mj/if/01