Siete de los países más pobres de Africa y del mundo formaron esta semana la Agencia de Seguro Comercial para Africa, financiada por el Banco Mundial, en una reunión celebrada en Kampala, la capital de Uganda.
La agencia tiene por fin estimular la inversión extranjera ofreciendo cobertura de riesgos no comerciales para las transacciones con Africa y dentro de ella.
Las características convulsiones políticas y económicas de Africa suelen ahuyentar a los inversionistas, y como resultado, el continente recibe menos de dos por ciento de la inversión extranjera directa mundial, aunque alberga 12 por ciento de la población del planeta, señaló el Banco Mundial.
Ahora, se espera que la nueva agencia de seguros contra riesgos políticos genere más de 5.000 millones de dólares en nuevas transacciones comerciales en la próxima década.
«Al formar esta agencia, los gobiernos africanos están poniendo su dinero donde realmente lo necesitan, y diciendo a los inversionistas que no son tan riesgosos como piensan», destacó el director de investigaciones del Banco Mundial, Paul Collier.
La nueva agencia es la primera de su tipo en Africa y ofrecerá a muchas empresas la confianza necesaria para comerciar en este continente protegidas contra pérdidas por golpes de Estado, guerras o fluctuaciones monetarias.
Además de Burundi, Kenia, Malawi, Ruanda, Tanzania y Uganda, se prevé que más países del continente se incorporarán a esta iniciativa una vez que aprecien su éxito.
Las ideas negativas sobre Africa tienen gran parte de la culpa por la falta de inversión, según expertos.
La nueva agencia «hará posible cambiar las ideas imperantes sobre los riesgos comerciales en Africa», destacó el director ejecutivo de la agencia, Bernard de Haldevang.
«La percepción de riesgo es un obstáculo para el comercio y vamos a eliminarla, ya sea que el riesgo sea real o imaginario», agregó.
La agencia trabajará junto con aseguradores privados contra riesgos políticos que adecuarán los productos a las necesidades de sus clientes.
El Banco Mundial proveerá un capital inicial de 105 millones de dólares, y cada uno de los siete estados miembros aportará 100.000 dólares.
El dinero se depositará en cuentas fiduciarias offshore, de las que los funcionarios de la agencia pagarán las reclamaciones.
Las reclamaciones contra un país en particular se pagarán de los fondos que ese país haya tomado prestados.
Además de los riesgos políticos, hay otros factores que ahuyentan a los inversionistas de Africa, como la falta de infraestructura y telecomunicaciones, la debilidad de los sistemas jurídicos y la alta criminalidad.
La minería parece ser el único sector de la economía que recibe sustancial inversión extranjera.
Al final de la conferencia de tres días, los participantes destacaron que Africa necesita promover la integración y la cooperación para tener más influencia en la economía mundial.
Como los grandes mercados constituyen un gran atractivo para los inversionistas, Africa precisa incrementar su poder adquisitivo, señalaron.
«Los inversores no van en tropel a China porque sea una democracia, sino porque es un gran mercado», destacó Yoweri Museveni, el presidente de Uganda. (FIN/IPS/tra-en/ks/mn/mlm/if-dv/01