El gobierno de Vicente Fox aprovechó la visita del primer ministro británico Tony Blair a México para redoblar su esfuerzo por potenciar el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, y reducir de ese modo su dependencia de Estados Unidos.
Blair finalizó este viernes su visita de dos días a México, un mes después de la efectuada por el presidente de España, José María Aznar. Los días 27 y 28 estará en este país el jefe del gobierno alemán, Gerhardt Schroeder.
Sacudirse de la dependencia de Estados Unidos, donde México concentra más de 80 por ciento de su comercio, y diversificar el intercambio, es uno de los objetivos centrales del gobierno, según sus funcionarios.
El jefe del gobierno británico elogió la apertura de mercados promovida por Fox y el cambio político que el mandatario mexicano dice garantizar, y se comprometió a impulsar negocios e intercambios. Un mes antes, Aznar realizó pronunciamientos similares.
«Hay grandes oportunidades de inversión y el programa de reforma del presidente es una señal de las intenciones serias de México, por lo tanto no tendré ninguna dificultad en convencer a los británicos de que inviertan en México», dijo Blair.
Con España, Gran Bretaña y Alemania, México contabilizó en 2000 un comercio de 12.189 millones de dólares, casi 60 por ciento del total registrado con la UE, que fue de 20.365 millones.
México y la UE firmaron en julio de 2000 un acuerdo que establece la apertura progresiva de mercados e incluye aspectos de cooperación política y compromisos en materia de democracia y derechos humanos.
El intercambio con Europa representó el año pasado apenas 5,9 por ciento del comercio total de México, que sumó 340.896 millones de dólares.
Las oportunidades de comercio están abiertas en Europa, sólo hay que buscarlas y promoverlas, señaló Fox.
El mandatario, quien asumió en diciembre, heredó múltiples acuerdos de libre comercio de sus antecesores Carlos Salinas (1988- 1994) y Ernesto Zedillo (1994-2000), los últimos presidentes de México pertenecientes al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 71 años.
El primero y hasta hoy el más importante, firmado en 1993, es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, del que son socios Canadá, Estados Unidos y México.
A ese convenio siguieron otro con Bolivia, uno conjunto con Colombia y Venezuela, y acuerdos con Costa Rica, con Nicaragua, con Chile, con Israel, con la UE y con el llamado Triángulo de Norte de América Central, integrado por El Salvador, Guatemala y Honduras.
El último fue firmado en noviembre, poco antes de la investidura de Fox, con la Asociación Europea de Libre Comercio, integrado por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
«México es quizá el mejor ejemplo del mundo de un país que tuvo el valor de suscribir acuerdos de comercio y, como resultado, (…) ha obtenido muchos beneficios», dijo Blair en este país.
Los sindicatos y las asociaciones empresariales sostuvieron que el beneficio de los tratados, a los que se suman 18 acuerdos menores, no se refleja en una diversificación del comercio ni en mejoras sustanciales en la calidad vida de los mexicanos.
Si bien México conquistó un lugar entre los 10 principales países exportadores del mundo, menos de cinco por ciento de sus empresas están directamente vinculadas con el comercio internacional.
En los años 90, México se ubicó como líder mundial en materia de crecimiento en exportaciones, con 14,4 por ciento anual, informó en 2000 la Organización Mundial de Comercio.
Las pequeñas empresas están fuera del esquema, igual que el sector informal, donde trabaja más de la mitad de la población económicamente activa, apuntó Raúl Picard, presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación.
El presidente Fox, del conservador Partido Acción Nacional, reconoce como positivos los acuerdos comerciales legados por los dos últimos gobiernos del PRI, y prometió aprovecharlos y proyectarlos.
Para hacerlo prometió que apuntalará los acuerdos existentes con promoción, viajes e invitaciones, y que desplegará un amplio programa de financiamiento para que medianas empresas puedan sumarse al comercio internacional y para que las pequeñas se multipliquen.
Hasta la fecha, el proyecto para las medianas empresas aún no se inició, mientras el dirigido a las pequeñas lo hizo con una cobertura menor al cinco por ciento del universo potencial que lo demanda. (FIN/IPS/dc/mj/if/01
