Los brindis que ofreció hoy el presidente de México, Vicente Fox, por su matrimonio, por la visita del jefe del gobierno español, por su propio cumpleaños y por el primer aniversario de su triunfo sobre el PRI, no lograron desvanecer interrogantes sobre la transición política en curso.
Fiel a su estilo de atraer reflectores y sumar anécdotas, Fox, decidió que el mejor día para casarse por el fuero civil con Martha Sahagún, de 48 años y portavoz de la Presidencia, era este 2 de julio, cuando cumple 59 años.
En la fecha, analistas y políticos recuerdan y reflexionan sobre el significado de la derrota del PRI (Partido Revolucionario Institucional), que hace un año perdió por primera vez en siete décadas una elección presidencial.
La transición política que vive México, aún inconclusa, exifir reducir al mínimo posible el anecdotario que rodea a la Presidencia, pero en ese campo el presidente camina hacia atrás, opinó el analista Jesús Reyes Heroles.
Fox, del centroderechista Partido Acción Nacional (PAN) y que lleva siete meses en el poder, no ha concretado su promesa de negociar un acuerdo nacional para modificar la institucionalidad política heredada del PRI, cambiar la Constitución y exhumar el pasado.
«Lo único que debería celebrar hoy el presidente es su cumpleaños y su matrimonio. Respecto de sus promesas de campaña no hay nada de que alegrarse, pues no las cumplió», dijo Agustín Rodríguez, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores.
El matrimonio del presidente sumó un hecho más a la larga lista de acciones llamativas que marcaron su gestión, que se ha caracterizado por gestos y palabras informales y en la que no han faltado escándalos, como los gastos excesivos de la Presidencia para comprar toallas.
«Sé bien que llego a México en momentos especiales. Hoy, hace un año, el cambio político de singular trascendencia histórica. Hoy además, coincide con que es el cumpleaños del señor Presidente (…) y coincide también en que se ha casado esta mañana», dijo el presidente del gobierno español, José María Aznar, al comenzar este lunes una vista de tres días a México.
Las conversaciones entre Fox y Aznar y sus acuerdos de cooperación política, cultural y económica pasaron a segundo plano frente a los medios de comunicación mexicanos, más interesados en las celebraciones políticas, pero sobre todo en el matrimonio del mandatario.
Fox dedica 95 por ciento de su actividad a asuntos importantes y logra resultados, pero los medios de comunicación sólo ven lo superficial, afirmó hace una semana la entonces portvoz Sahagún.
«Es algo que no entendemos y nos cuestionamos», dijo, en una reunión con corresponsales internacionales.
Para la escritora Guadalupe Loaeza, la relación que Sahagún mantenía con el presidente, ambos divorciados, no era conveniente y podía dar lugar a favoritismos en el gobierno.
La ahora Primera Dama de México acompaña a Fox desde 1995, cuando éste era gobernador del central estado de Guanajuato.
La vida privada de los presidentes debería mantenerse lo más alejada posible del escrutinio público. Fox ya se ha casado y lo importante ahora es observar qué pasa con la transición política, señalo el historiador Lorenzo Meyer, del Colegio de México.
El PAN organizó este lunes un acto para recordar su triunfo electoral, mientras que el PRI se sumió en reflexiones sobre su derrota y el centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática, el tercer grupo en importancia, repitió sus críticas contra el «neoliberalismo» del gobierno.
Se trata de los principales partidos, pero ninguno de ellos tiene mayoría absoluta en el Congreso legislativo.
«Hace exactamente un año, como parte de una sociedad entusiasta y con una sólida madurez política, millones de mexicanos y mexicanas acudimos a las urnas para expresar nuestro compromiso con un México democrático. Hoy recordamos esa fecha porque significó el claro amanecer de una nueva cultura política», dijo Fox en la recepción oficial a Aznar.
«Mi gobierno ha asumido como una responsabilidad histórica la consolidación de la democracia mexicana. Por ello trabajamos muy arduamente para construir en este país una democracia moderna y plena», añadió.
Setenta y ocho por ciento de los 1.048 adultos consultados telefónicamente por el diario Reforma se pronunciaron en desacuerdo con la afirmación de que «las cosas eran mejores antes, cuando gobernaba el PRI».
Sin embargo, sólo 38 por ciento opinaron que el país va por buen camino, mientras que 22 creen que el saldo de siete meses de gobierno es regular, y 31 por ciento que transita mal, de acuerdo con la consulta, publicada este lunes.
Encuestas anteriores, de resultados coincidentes, sugirieron que Fox mantiene el apoyo de más de 65 por ciento de la población, una proporción aún alta, pero inferior al nivel superior a 70 por ciento de diciembre. (FIN/IPS/dc/ff/ip/01
