DESARME: Estados Unidos impide acuerdo sobre armas biológicas

El rechazo de Estados Unidos precipita el fracaso de las negociaciones de un régimen internacional para vigilar la producción de armas biológicas usadas militarmente para propagar enfermedades entre humanos, animales y plantas.

Washington comunicó este miércoles su disconformidad con el borrador de un protocolo que se negociaba desde hace casi siete años para reforzar la aplicación de la Convención sobre Armas Biológicas y Toxínicas, aprobada en 1972.

El negociador estadounidense, Donald A. Mahley, justificó la decisión con el argumento de que el proyecto del protocolo negociado «pondría en riesgo la seguridad nacional y la información confidencial de la industria».

El texto cuestionado por Estados Unidos había sido propuesto por Tibor Toth, de Hungría, el presidente del grupo especial que discute desde 1994 un protocolo para la convención.

El protocolo debía discutirse, para su aprobación final, durante la conferencia de revisión de la Convención de 1972, que se realizará en noviembre.

Toth redactó un documento de transacción entre la posición de la mayoría de los países occidentales, pero en particular por Estados Unidos, temerosos del espionaje industrial, y los países pobres que reclaman mayor divulgación de los conocimientos tecnológicos.

La propuesta del presidente recibió apoyo de 51 de las 56 delegaciones que participan en las sesiones que el grupo especial realiza en Ginebra hasta el 17 de agosto.

El director de Relaciones Políticas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bélgica, Marc Baptist, expresó el lunes el apoyo al texto de Toth en nombre de 28 países, que incluyen los 15 de la Unión Europea y otros de Europa central y oriental.

Un protocolo basado en el texto del presidente reforzaría la Convención y constituiría un complemento eficaz para los regímenes multilaterales existentes en el terreno del desarme y de la no proliferación de armas, argumentó Baptist.

La negociadora de Brasil, Celina AssumpçFo do Valle Pereira, expuso el martes una opinión también favorable al texto de Toth, en representación de 36 países de diferentes regiones, incluidos numerosos miembros del Grupo de No Alineados.

Toth sostuvo que otras naciones, como China, Cuba, Irán, Pakistán y Rusia, se habían declarado dispuestos a negociar sobre la base del mismo texto a pesar de que mantenían objeciones a algunas estipulaciones.

El representante húngaro estimó que, a esas alturas, la negociación había dejado de ser un ejercicio técnico para convertirse en una cuestión política.

En contraste, el estadounidense Mahley negó que la decisión de su gobierno de rechazar el proyecto de protocolo haya respondido a un criterio político.

Por el contrario, afirmó, se basó puramente en enfoques técnicos. Las medidas de transparencia propuestas en el texto resultaban insuficientes, dijo.

Mahley también consideró «incorrecta» la afirmación de que el rechazo de su gobierno haya sido determinado por la presión de las industrias farmacéutica y de la biotecnología de su país.

La industria farmacéutica estadounidense no se oponía de manera frontal a toda clase de acuerdo internacional, corrigió el diplomático.

Mahley desvinculó la decisión sobre las armas biológicas de la actitud de su país de cuestionamiento del Protocolo de Kyoto de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas y del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM).

El representante estadounidense sostuvo que el rechazo de Washington no puede interpretarse como una oposición al principio de las negociaciones multilaterales.

Los expertos académicos y las organizaciones no gubernamentales pacifistas reaccionaron con críticas severas a Estados Unidos por el bloqueo a las negociaciones del protocolo.

La posición estadounidense ante el protocolo está totalmente reñida con la que ese país ha sostenido la década pasada y durante varios gobiernos, dijo Malcom Dando, de la Universidad de Bradford, en Gran Bretaña.

En el pasado, Washington se oponía a la proliferación de los armamentos de destrucción masiva por todos los medios posibles, incluido un severo régimen de prohibición, explicó Dando, que exhortó a Estados Unidos a reconsiderar su posición. (FIN/IPS/pc/mj/ip/01

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