/BOLETIN-AMBIENTE/ CUBA: Prometen verano sin apagones

El gasto de energía aumenta en Cuba en el período de vacaciones de julio y agosto, cuando las temperaturas sobrepasan los 30 grados, pero las autoridades prometen un descanso sin los apagones que hasta hace poco atormentaron la vida de millones de personas.

Cautelosos funcionarios gubernamentales insistieron, sin embargo, en que es necesario "el uso más racional posible" del fluido eléctrico en el verano (boreal), que coincide con los meses de receso escolar y de vacaciones de buena parte de los trabajadores.

La programación veraniega de la televisión, que supone el aumento del horario cubierto, comenzó el 2 de este mes, y también habrá más demanda de energía por el uso de equipos de aire acondicionado y ventiladores.

Empero, portavoces del sector eléctrico aseguraron que, pese al mayor consumo en los meses de verano, no se aguardan "variaciones significativas" de la calidad y la estabilidad del Sistema Electro-Energético Nacional.

Roberto González, del Ministerio de la Industria Básica, aseguró que en esta temporada, la generación de electricidad supera los 40 millones de kilovatios hora diarios.

González señaló que el verano exige el incremento de la importación de petróleo, cuyos precios se mantienen por encima de 25 dólares el barril. El pasado año, Cuba gastó 500 millones de dólares adicionales por ese concepto.

Los cortes de energía eléctrica, que en los primeros años 90 llegaban a prolongarse más de 10 horas por día, fueron quizás la peor consecuencia de la crisis económica que estalló en la isla tras la desaparición de la Unión Soviética en 1991.

Hasta 1989, el último año de normalidad económica, la Unión Soviética suministró a Cuba todo el petróleo necesario, que en aquel año fue 13 millones de toneladas.

El déficit de hidrocarburos, la principal fuente energética de la isla, obligó al gobierno a imponer un estricto plan de racionamiento, con apagones de cuatro o más horas diarias, que persistió hasta los últimos meses de 2000.

El paulatino proceso de recuperación comenzado a finales de los 90 elevó el consumo en 1998 a 10.608 gigavatios hora (un gigavatio equivale a mil millones de vatios).

El consumo promedio mensual por núcleo familiar ese mismo año fue de 117,7 kilovatios hora.

Aún así, molestos cortes de electricidad recuerdan a veces tiempos peores, aunque portavoces oficiales atribuyen esas interrupciones a "roturas o salidas imprevistas de unidades de generación", más que a la falta de combustible.

En tanto, continúa vigente un Programa de ahorro de electricidad en Cuba (PAEC), que obliga a la industria a tomar medidas para reducir el consumo y enfrentar etapas de mayor demanda energética, como la temporada veraniega.

El PAEC incluye la venta a precio subsidiado de lámparas de bajo consumo para uso doméstico y la reparación de refrigeradores que, al funcionar en malas condiciones, incrementaban el gasto familiar. (FIN/TA/pg/en/01

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