ARGENTINA: Bloqueo de rutas en todo el país contra el ajuste

Trabajadores desempleados y en actividad que rechazan el recorte de salarios públicos y de jubilaciones bloquearon hoy rutas en la capital y en todas las provincias de Argentina, dando carácter nacional a una forma de protesta nacida de modo espontáneo en 1997.

Un congreso de desempleados resolvió la semana última el bloqueo de carreteras en forma simultánea en todo el país, durante 24 horas. Y este martes se sumaron a la protesta estudiantes, productores agropecuarios, jubilados, médicos, maestros y empleados públicos.

Los llamados «piqueteros» aseguran que la movilización seguirá la semana próxima con un nuevo mapa de cortes, pero durante 48 horas, y que dentro de dos semanas habrá un bloqueo de 72 horas.

Los participantes en la protesta exigen la derogación del ajuste del gasto público dspuesto por el gobierno y la continuidad de los planes de emergencia para desocupados.

La modalidad de los cortes de rutas y calles surgió espontáneamente hace cuatro años, con un promedio de 11 por mes y, desde entonces, los «piquetes» se multiplicaron, sobre todo a partir de 1998 cuando comenzó la recesión. En 1999 hubo 21 bloqueos por mes, el promedio mensual fue de 42 en 2000, y en el primer semestre de 2001 aumentó a 71.

Algunas veces, el bloqueo del tránsito se ha producido en la populosa área suburbana de Buenos Aires, y otras, en el noroeste del país, en las provincias de Jujuy y Salta. Los «piqueteros» también se han movilizado en Neuquén y en Ushuaia, en el sur, y en Santa Fe, una provincia cercana a Buenos Aires.

Desde que comenzaron los cortes de rutas, hubo siete muertos entre los manifestantes.

«Hoy es la primera vez que hacemos un piquete nacional», destacó el concejal municipal Luis D'Elía, dirigente del movimiento de protesta. «Estamos organizando la resistencia civil en todo el país, y aunque habiamos previsto 50 cortes, sabemos que superamos los 100», añadió.

El bloqueo se realizó en calles y avenidas de la capital y en su área suburbana, y en todas las provincias. En algunos distritos hubo más de un piquete.

Las mujeres son mayoría entre los manifestantes y, mientras algunas participan como oradoras u organizadoras de la protesta, otras lo hacen como cocineras. Hay también numerosos niños y niñas, una forma de asegurar el carácter pacífico de las demostraciones, explicó D'Elía.

En algunos episodios de la nueva movilización hubo festivales artísticos, en otros, marchas silenciosas, y no faltaron protestas originales, como la de los maestros, que cambiaron su tradicional guardapolvo blanco por vestido negro, en señal de luto.

El acto central se realizó en la localidad de La Matanza, la zona de influencia de D'Elía, situada en el extrarradio de Buenos Aires. Los manifestantes se congregaron frente al Hospital Paroissien, y médicos y enfermeros se sumaron a la protesta incluso como oradores. «Desde hoy vamos a protestar unidos», anunció el médico Diego Saccone en el acto.

«Nos decían que era imposible organizar a desempleados y a trabajadores, pero nosotros demostramos que con voluntad es posible», comentó este martes D'Elía, dirigente de la central sindical Congreso de los Trabajadores Argentinos, reunido con legisladores, concejales, médicos y maestros que expresaban su apoyo a quienes se oponen al ajuste.

Si bien casi siempre el bloqueo de rutas se ha realizado en reclamo de subsidios de desempleo, esta vez la plataforma es más amplia. Los «piqueteros» exigen la libertad de unos 2.800 miembros de su movimiento que están detenidos o procesados por participar en este tipo de manifestaciones.

También pretenden asegurarse de que, a pesar de la crisis fiscal que decidió al gobierno a realizar un severo recorte de pensiones y salarios, no se interrumpirán los planes de empleo o de subsidio para desocupados.

Un grupo de desempleados ocupó pacíficamente este martes una sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires, porque era la quinta vez que acudían al lugar citados para cobrar el subsidio correspondiente a junio y no lo lograron.

Finalmente, los «piqueteros» piden la derogación de la ley aprobada el lunes de madrugada por el Congreso para reducir jubilaciones y los salarios del sector público.

Entienden que la decisión contribuirá a profundizar la recesión y disminuirá la recaudación impositiva, y que, por lo tanto, el gobierno aumentará el recorte para que el presupuesto alcance.

El nuevo ajuste es el sexto del gobierno de Fernando de la Rúa, instalado hace 18 meses. El ministerio de Economía, encabezado por Domingo Cavallo, sostiene que no hay otra forma de generar confianza entre inversores y acreedores que reduciendo drásticamente el desequilibrio de las cuentas públicas.

Con ese argumento, y para evitar el cese de pagos, el gobierno anunció su determinación de gastar sólo lo que recaude. La reducción del salario de los empleados públicos será este mes de 13 por ciento, y lo mismo tratándose de pensiones superiores a los 500 dólares por mes.

El ajuste se aprobó en momentos en que se temía la devaluación de la moneda por la fuga de seis por ciento de los depósitos bancarios.

Analistas y operadores financieros creen que la resistencia social puede frustrar la aplicación del ajuste previsto por el gobierno. (FIN/IPS/mv/ff/lb/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe