El presidente Hugo Chávez pedirá la asociación de Venezuela al Mercosur, para aumentar, en primer lugar, los negocios petroleros y la interconexión eléctrica que ya mantiene con Brasil, un país en crisis energética.
La solicitud formal que hará Chávez será uno de los asuntos centrales de la reunión de este jueves y el viernes en Asunción entre los presidentes Fernando de la Rúa, de Argentina, Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, Luis González Macchi, de Paraguay, y Jorge Batlle, de Uruguay.
A la cumbre del Mercosur (Mercado Común del Sur), creado en 1991, también asistirán los presidentes Hugo Banzer, de Bolivia, y Ricardo Lagos, de Chile, países que luego se agregaron en calidad de asociados.
La presencia de Chávez en la cumbre de Asunción es en respuesta a una invitación del presidente Cardoso, interesado especialmente en ampliar los negocios petroleros y la interconexión eléctrica.
Venezuela presenta precios competitivos en materia de energía eléctrica respecto de Brasil, que además afronta una severa crisis energética a causa de la notable merma de producción de las centrales hidroeléctricas, debido a la falta de lluvias.
Brasil y Venezuela ya han avanzado en acuerdos energéticos bilaterales, que incluyen la construcción de un tendido eléctrico de 1.500 kilómetros entre los dos países, a punto de finalizar, para el suministro de energía al nordeste brasileño.
También está en marcha un proceso de asociación entre las empresas estatales Petrobras, de Brasil, y Petróleos de Venezuela, con el fin de colocar productos en los mercados internacionales.
Las importaciones brasileñas de petróleo venezolano crecieron en los últimos años y ya superan los 1.000 millones de dólares anuales.
Pero la confirmación de Chávez de acercarse en forma unilateral al Mercosur provocó reacciones en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Los socios venezolanos en la CAN entienden que la decisión de Caracas puede entorpecer las negociaciones de ese bloque con el Mercosur para crear una zona de libre comercio común.
La ministra de Comercio de Colombia, Martha Lucía Ramírez, criticó la petición venezolana de asociarse al Mercosur por considerar que también puede debilitar los logros comerciales e institucionales alcanzados por la CAN, como el Tribunal Andino de Justicia.
Analistas políticos equiparan la institucionalidad de la CAN a los desarrollados por la Unión Europea y advierten la carencia en ese sentido que muestra el Mercosur, que debe recurrir en forma constante a los presidentes para solucionar las controversias comerciales.
Antonio Montilla, experto en política internacional, señaló a IPS que Venezuela debe «privilegiar a la Comunidad Andina y llegar al Mercosur de la mano de Colombia, con el cual tiene un intercambio comercial superior a los 3.000 millones de dólares.
«No podemos entrar en pugna con Colombia», comentó Montilla, quien recordó que ese país se ha convertido desde 1990 en el segundo socio comercial de Venezuela, después de Estados Unidos.
Además, el especialista sostuvo que, «si se quiere negociar petróleo y electricidad con Brasil, se puede hacer a través de acuerdos bilaterales».
En cambio, el director de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, Franklin González, entiende que «no hay contradicciones en adoptar varios esquemas de integración».
«Nuestra economía está en condiciones de sostener a la CAN y al Mercosur», aseguró a IPS.
González agregó que sólo se ha hecho una petición, la cual puede o no ser aceptada, y hay que tomar en cuenta que «la integración andina es una realidad y el Mercosur una posibilidad», apuntó.
En tanto, Montilla cree que es un error encarar tratativas con economías asimétricas como son las de Venezuela y el Mercosur en conjunto.
Las estadísticas indican que en 2000 las exportaciones andinas a los países del Mercosur superaron los 5.000 millones de dólares.
En particular, Venezuela participó con 56 por ciento de las exportaciones de la CAN al bloque sureño, gracias a las ventas de petróleo y de gas natural.
Mientras, la petición de Venezuela de asociarse al Mercosur también parece enfrentar resistencias en ese bloque, pues algunos de sus miembros temen por la estabilidad política venezolana.
Altos funcionarios de la cancillería uruguaya y el ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, han declarado que la asociación de Venezuela obligaría a revisar la cláusula democrática del Mercosur.
El Mercosur estableció en 1994 que cualquier integrante del bloque que abandone la democracia quedará excluido en forma automática.
Chávez es objeto de fuertes críticas en el sur americano, donde entienden que ejerce un gobierno de estilo personalista desde que inició su «revolución social bolivariana», en febrero de 1999, que ha significado profundas reformas políticas e institucionales de Venezuela. (FIN/IPS/mp/dm/ip/01
