Venezuela perdió dos décadas en materia social desde el estallido de la crisis de la deuda externa en 1982, cuando la pobreza comenzó a agudizarse hasta envolver a la mayoría de la población.
La situación es atribuida a la caída persistente del ingreso real de los venezolanos, y las soluciones requieren enfoques multidisciplinarios y respuestas desde diversos frentes de la sociedad y del Estado, dijo este martes el experto Luis Pedro España a corresponsales extranjeros.
España cordinó en los últimos tres años el llamado «Proyecto Pobreza», de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en que participan más de 20 investigadores y constituye el primer gran mapa de la situación social de este país en los últimos años.
«Además de una dimensión académica, hemos querido darle una dimensión pública. No sólo investigamos las causas de la pobreza sino que estamos en proceso» de elevar recomendaciones a las autoridades, dijo España, director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, en Caracas.
El aumento de la pobreza en Venezuela fue «el más alto en América Latina» en las últimas dos décadas y derivó en una dramática reducción de la clase media, según el experto.
La cuarta parte de los hogares venezolanos eran pobres en 1975, «pero apenas existía ocho por ciento de pobreza extrema», sostuvo otro de los participantes en el proyecto, Matías Riutort.
En 2000, los hogares pobres son 57 por ciento del total y «una de cada cuatro familias venezolanas están en situación de pobreza extrema». El pico más alto de empobrecimiento se vivió en 1995, cuando alcanzó a 67 por ciento de los hogares.
Riutort atribuyó el mejoramiento entre 1995 y 2000 a la reforma del sistema de prestaciones sociales ejecutado en 1997 por el gobierno de Rafael Caldera (1993-1999), según el cual los trabajadores comenzaron a recibir el pago de bonificaciones por antigüedad en sus empleos.
Esta mejora, según España, puede ser transitoria si no se atacan las causas de fondo de la pobreza. Las soluciones, dijo, pasan por dos ejes fundamentales: un plan estructural de empleos y el acceso a la educación en el nivel básico y secundario.
La investigación detectó que «entre 1982 y 1990 aumentó 31 puntos (porcentuales) el índice de pobreza en el país, casi todo relacionado con la caída del ingreso», dado el «problema de crecimiento económico».
«¿Por qué hay más pobres en el país? Porque la economía no fue capaz de generar políticas para sostener o recuperar parte del ingreso real en estas dos décadas», indicó Riutort.
La economía de Venezuela depende en gran medida de los ingresos por exportaciones de petróleo. El auge petrolero de los años 70 no pudo ser asimilado por la economía ni por los políticos, coinciden diversos analistas.
Este país, pese a haber contado con importantes e inesperados recursos, también vivió desde 1982 la crisis de la deuda externa que cruzó toda América Latina. Desde entonces se registró una merma significativa en el ingreso de la clase media, parte de la cual cayó debajo de la línea de pobreza.
«En 1982, 60 por ciento de los hogares venezolanos era de clase media y seis por ciento de clase alta. En 1997, estos grupos se redujeron a 31 por ciento y 1,5 por ciento, respectivamente», precisó Riutort.
La política social es la prioridad del presidente Hugo Chávez. Pero «hoy más que nunca tenemos una política de Estado centrada en los síntomas y no en las causas de la pobreza», según España.
«Los pobres tienen que lograr por ellos mismos dejar de ser pobres. La pobreza no se soluciona dándole cosas a los pobres. Eso perpetua la pobreza», dijo el experto, para quien el asistencialismo sólo se justifica en casos extremos.
Para España, el gobierno de Chávez debería pasar del discurso a acciones de Estado, coherentes, combinadas y de largo plazo, por ejemplo, en materia educativa y de empleo.
El experto sostuvo que si la mitad de la población en edad de asistir a la enseñanza preescolar no lo hace, o si los jóvenes no encuentran trabajo, la pobreza se reproduce «aunque se le regalen casas a las familias pobres».
«El primer requisito para iniciar el camino de la superación de la pobreza consiste en alcanzar un acuerdo nacional que permita el desarrollo de una estrategia que pueda ser sostenida en el tiempo», dijo.
Entre las recomendaciones de la UCAB, figura un acuerdo nacional para superar la pobreza en torno de un estímulo decidido a la inversión, un plan de empleo con buenas remuneraciones, acceso a la educación y a servicios sociales de calidad, a la par de reformas institucionales. (FIN/IPS/ac/mj/dv/01
