PUERTO RICO: Dos años más de bombardeo y protestas en Vieques

La decisión de George Bush de poner fin en mayo de 2003 a las maniobras militares en la isla puertorriqueña de Vieques, confirmada hoy en Suecia por el propio presidente estadounidense, no bastará para acabar con las protestas de la población local y del gobierno de Puerto Rico.

Los activistas que exigen el retiro de la Armada de Estados Unidos de Vieques han asegurado que mantendrán su movilización contra maniobras navales que comprenden el bombardeo de la isla y que están a punto de reanudarse.

Así mismo, la gobernadora de Puerto Rico, Sila María Calderón, afirmó este jueves que no suspenderá la consulta popular del 29 de julio, convocada para lograr el retiro de la Armada de Vieques, y que también mantendrá otras medidas ya puestas en marcha.

Calderón dijo que Bush confirma con su decisión su compromiso con el «justo» reclamo de Viques, pero deploró que «se pretenda continuar dos años más» con las maniobras navales.

Mientras, varios legisladores estadounidenses calificaron de inconsulta la resolución del presidente. Se trata de miembros del Congreso que comparten la opinión de la Armada de que no podrá hallarse otro polígono natural para el lanzamiento de bombas con las características favorables para esa práctica que presenta Vieques.

Varios de ellos opinaron que la decisión del gobierno obedece al idilio entre Bush y los votantes hispánicos, para quienes Vieques se ha convertido en causa prioritaria.

Los congresistas también están preocupados ante la eventualidad de que el retiro de la Marina de Vieques fortalezca en Okinawa el movimiento que pide el desmantelamiento de las bases militares que Estados Unidos mantiene en esa isla de Japón.

Pero el portavoz del presidente, Ari Fleischer, negó que hubiera cálculo político en la decisión de Bush.

El secretario de la Marina, Gordon England, informó este jueves a los miembros del Congreso que se propone designar una comisión independiente para hallar alternativas a Vieques.

Vieques, de 134 kilómetros cuadrados y 9.300 habitantes, ubicada al sureste de Puerto Rico, es «una irremplazable joya de la corona para nuestro entrenamiento», afirmó el año pasado la Armada de Estados Unidos, que es propietaria de 70 por ciento de la isla.

Pero en mayo de 2003 deberá entregarla a las autoridades civiles, de acuerdo con el anuncio de Bush. El Pentágono (Departamento de Defensa) comunicó que confía difundir este viernes a más tardar su plan de retiro de la isla.

La gobernadora Calderón, del Partido Demócrata, se comprometió en su campaña electoral a luchar por el fin de las maniobras navales.

Este jueves, después de entrevistarse en la isla con los activistas que preparan manifestaciones contra los ejercicios previstos por la Armada, exigió el cese inmediato de los bombardeos.

También elogió a Bush «por haber dado el paso positivo y correcto» de anunciar la suspensión, aunque se manifestó en desacuerdo con el plazo fijado, que para ella es excesivo.

Vieques ha sido utilizada por la Armada y por la infantería de Marina como su principal escenario natural en el Atlántico para ejercicios militares desde el comienzo de la guerra fría a mediados de los años 40.

Situada lejos de las rutas aéreas comerciales, la topografía de su costa permite a las dos fuerzas prácticas de bombardeo aéreo y desde buques, y el desembarco de la infantería.

Pero los habitantes de la isla protestan desde hace tiempo por el impacto de los ejercicios en su salud física y psíquica, en la industria pesquera local y en el ambiente.

La incidencia del cáncer y la expectativa de vida no son diferentes entre los habitantes de Vieques que en el resto de Puerto Rico, pero los investigadores comprobaron una alta presencia de trastornos cardiacas vinculados con la exposición a fuerte ruido.

La presencia de la Armada en Vieques es también impopular por tratarse de un constante recordatorio para Puerto Rico de su situación colonial.

Puerto Rico es un estado libre asociado a Estados Unidos, según su constitución, y tiene autonomía en asuntos administrativos internos. Pero está subordinado a Estados Unidos en materia de política exterior, aduanas, moneda, justicia e incluso en el área legislativa.

Muchos puertorriqueños han señalado que la Armada no podría reaizar sus ejerccios en áreas habitadas de ninguno de los 50 estados que conforman Estados Unidos. (FIN/IPS/tra-enjl/ff/ip/01

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