PERU: Temor de muchos ante inminente interrogatorio a Montesinos

Perú reaccionó con satisfacción ante la llegada hoy del detenido Vladimiro Montesinos, pero también con temor, pues se supone que el prófugo ex jefe de inteligencia entregado por Venezuela está en condiciones de poner en práctica maniobras para aliviar su comprometida situación judicial.

El gobierno provisorio de Valentín Paniagua recluyó a Montesinos en un recinto policial 12 kilómetros al este de Lima, preocupado por la posibilidad de que el ex funcionario quedara en manos de sus cómplices militares, quienes podrían ayudarlo a fugar o silenciarlo con la muerte.

Pero, según trascendió, el ex jefe de inteligencia será encerrado en la cárcel más segura de Perú, construida en la base naval del Callao para los jefes guerrilleros Abimael Guzmán, de la organización maoísta Sendero Luminoso, y Víctor Polay, del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, con cuyas capturas colaboró Montesinos.

En esa prisión será interrogado por el juez anticorrupción Saúl Peña, a cargo de los 49 juicios abiertos contra Montesinos por asesinato, narcotráfico, lavado de dinero, peculado, tráfico de influencia, extorsión, corrupción de funcionarios y atentados contra la libertad de prensa.

Mientras, crece la expectativa de lo que dirá o callará Montesinos, hombre fuerte del gobierno encabezado entre 1990 y 2000 por Alberto Fujimori, hoy prófugo en Japón.

Montesinos creó una red de corrupción y de protección de narcotraficantes que que involucra a por lo menos 247 altos jefes militares, ex ministros de Estado, parlamentarios y funcionarios judiciales, según investigaciones oficiales.

También amasó una fortuna que se calcula en más de 300 millones de dólares, resguardados en bancos extranjeros y en paraísos financieros del Caribe.

Desde su caída en desgracia, en septiembre, fueron destituidos más de 160 oficiales, entre ellos el ex comandante general de las Fuerzas Armadas, Nicolás Hermoza, quien no pudo explicar el origen de los 18 millones de dólares depositados en sus cuentas bancarias en el extranjero.

«Muchos personajes políticos cuya vinculación con Montesinos pasa desapercibida y que ahora se comportan como santones de la democracia deben estar temblando por el temor ante lo que dirá» Montesinos para lograr la reducción de su pena, comentó Javier Valle Riestra, primer ministro durante el gobierno de Fujimori.

«Hay que tener cuidado. No olvidemos que Montesinos es un psicópata intrigante. Estamos seguros de que tratará de negociar con el gobierno ofreciendo la cabeza del (ex) presidente Alberto Fujimori», advirtió, por su parte, la congresista Martha Chávez, líder del grupo parlamentario fujimorista.

Los medios de comunicación reproducen entrevistas y llamadas telefónicas de ciudadanos comunes que reclaman la transmisión en directo y por televisión del interrogatorio a Montesinos, así como el cierre de fronteras para evitar la huida de sus cómplices.

También crea inquietud la posibilidad de que el propio Montesinos se fugue con la ayuda de sus ex socios militares y de los servicios de inteligencia, y aun de que sea asesinado para garantizar con su silencio la impunidad de sus cómplices.

El abogado Montesinos, nacido el 20 de mayo de 1945, se vinculó con Fujimori durante la campaña electoral de 1989, 15 años después de haber sido expulsado del ejército, donde fue capitán, por vender secretos militares a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).

Durante los 10 años de la Presidencia de Fujimori, Montesinos fue el virtual jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, desde el cual manejó los ascensos en las Fuerzas Armadas y en el Poder Judicial.

Fujimori y Montesinos se convirtieron en enemigos en septiembre de 2000, cuando el entonces mandatario lo destituyó en un infructuoso intento de salvar su cuestionado régimen. Los 17 parlamentarios montesinistas se pasaron entonces a la oposición y en noviembre votaron la destitución del presidente.

Montesinos se fugó por primera vez de Perú el 24 de septiembre, para refugiarse en Panamá, de donde retornó el 23 de octubre. Se escapó de nuevo el 29 de ese mes en un velero deportivo, con el que viajó a una isla de Costa Rica, luego de una escala en las islas Galápagos.

En los primeros días de diciembre ingresó en Venezuela, al parecer en avión.

Las versiones sobre su estancia en Venezuela circulaban en Perú desde enero. También se manejaron versiones sobre una supuesta protección del presidente venezolano Hugo Chávez al ex funcionario, negada por el propio mandatario.

El presidente electo de Perú, Alejandro Toledo, quien asumirá el 28 de julio, reveló que Chávez le dijo el viernes que le enviaría a Montesinos «como regalo, en menos de lo que canta un gallo».

El presidente del Congreso legislativo peruano, Carlos Ferrero, aseguró que Montesinos fue capturado porque la CIA se convenció de que «no debía seguir protegiéndolo»

La periodista venezolana Patricia Poleo, quien en los últimos meses publicó datos luego confirmados sobre la presencia de Montesinos en Venezuela, afirmó que el ex funcionario peruano fue entregado por el servicio de inteligencia venezolano (DISIP), que lo tenía bajo custodia desde una fecha no determinada.

Poleo señaló que el jefe de la DISIP Eliécer Otayza fue removido de su puesto, sin explicación, pocos días atrás, y que desde entonces comenzaron a surgir indicios en el entorno de Chávez de que Montesinos sería capturado y entregado a Perú.

El ex primer ministro peruano Valle Riestra consideró que Montesinos se entregó por su propia voluntad, luego de negociar la posibilidad de una reducción de pena —los delitos de que se lo acusa se castigan con cadena perpetua— y «la promesa de que dejen en paz a su esposa e hija».

«Colocado en esa situación, Montesinos tendrá que seguir negociando, diciendo lo que le pidan quienes lo tienen en su poder», concluyó Valle Riestra. (FIN/IPS/al/mj/ip/01

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