Grupos de la sociedad civil aún esperan la publicación del borrador de acuerdo sobre el ALCA convenido hace más de dos meses en la Tercera Cumbre de las Américas, realizada en Québec, Canadá.
«Prometieron publicar el documento hace más de 70 días», señaló Carrie Biggs-Adams, del sindicato Trabajadores de la Comunicación de Estados Unidos, con 740.000 miembros.
«La razón por la que no lo publican es que saben que tenemos razón cuando afirmamos que el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas) perjudicará a millones de pobres de la región», agregó.
Una vez creada, el ALCA englobará a América del Norte, América Latina (excepto Cuba) y el Caribe, tres regiones en que habitan más de 750 millones de personas.
Las negociaciones para dar forma al área de libre comercio finalizarán en enero de 2005 y se abrirá entonces el período de ratificación parlamentaria del tratado, hasta diciembre del mismo año.
Hasta ahora, las negociaciones han permanecido en secreto entre funcionarios de gobierno y sus asesores empresariales.
«Debe haber un debate público sobre el acuerdo, pero al procurar la autoridad de promoción comercial o 'vía rápida', la administración de (George W.) Bush procura inhibir el debate», dijo Biggs-Adams, en referencia a la facultad presidencial de negociar acuerdos comerciales sin interferencia del Congreso.
Varios grupos, entre ellos los Trabajadores de la Comunicación de Estados Unidos, intensificaron esta semana sus reclamos de publicación oficial del borrador de acuerdo sobre el ALCA, de 250 páginas.
En abril, durante la Tercera Cumbre de las Américas, se filtró el capítulo sobre inversiones del documento, pero el resto permanece en secreto.
Bill Frenzel, de la Institución Brookings, un influyente gabinete de estrategia de Washington, consideró que no hay apuro para publicar la propuesta de acuerdo.
«Hasta que los gobiernos estén listos para la ratificación, sería muy inusual que los borradores del documento estuvieran circulando», dijo Frenzel.
«Los activistas tienden a desparramar todo en las calles y a decir el mismo tipo de cosas sobre cualquier acuerdo comercial», agregó.
Un funcionario de comercio de Estados Unidos atribuyó la demora en la publicación al proceso de traducción del inglés al francés, portugués y español.
Pero la Alianza para el Comercio Responsable, una red estadounidense de grupos sindicales, ambientalistas y políticos, no se convenció con esas explicaciones y pidió a sus simpatizantes que escriban cartas a los congresistas pidiéndoles que voten en contra de la vía rápida.
«Si nuestros gobiernos están verdaderamente comprometidos con la transparencia, deben publicar el texto y también comprometerse a publicar futuros borradores», exhortó Héctor de la Cueva, secretario general de la Alianza Social Hemisférica, una federación con más de 45 millones de miembros.
La Alianza publicó esta semana un análisis del capítulo filtrado sobre inversiones. «El pueblo del continente americano tiene derecho a saber qué tipo de tratado intentan imponer los negociadores en nuestro hemisferio», dijo De la Cueva.
El borrador tiene muchas frases entre paréntesis, en señal de que aún no hay consenso sobre muchos aspectos.
Sin embargo, tal como lo temían las organizaciones no gubernamentales, el capítulo sobre inversiones propone habilitar a las grandes empresas a demandar a gobiernos por discriminación, si éstos obstaculizan sus inversiones.
Esa misma disposición está contenida en el Capítulo 11 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que ha dado lugar a demandas judiciales de multinacionales por más de 18.000 millones de dólares contra los gobiernos de Canadá, México y Estados Unidos, señala el análisis publicado.
Las disposiciones del capítulo sobre inversiones del TLC fueron invocadas al menos en 15 ocasiones diferentes para impugnar normas legales destinadas a proteger el ambiente, la salud y la seguridad. (FIN/IPS/tra-en/gm/aa/mlm/if-dv/01
