/BOLETIN-DD HH/ ITALIA: Prensa confirma tragedia de inmigrantes asiáticos

Imágenes de 283 cadáveres de inmigrantes asiáticos enterrados en el fondo del mar, cerca de las costas de Italia, confirmaron un naufragio que las autoridades italianas consideraban una mera «leyenda de pescadores».

El más grave desastre naval del mar Mediterráneo desde el fin de la segunda guerra mundial fue descubierto, filmado y fotografiado por el diario La Repubblica, de Roma, que lo publicó en su edición del viernes.

A las tres de la madrugada del 26 de diciembre de 1996, cuando aún se brindaba por la fiesta de Navidad, una frágil nave de madera se hundía en el canal de Sicilia y se transformaba en una fosa común de 283 inmigrantes, que estaban a un paso de llegar a Italia y concluir así el viaje de la esperanza.

Las autoridades marítimas italianas habían negado hasta ahora el hundimiento de esa embarcación, calificándola como una «leyenda de pescadores», pese a las reiteradas declaraciones sobre el hecho realizadas por 11 tripulantes que lograron salvarse de la tragedia.

El mayor cementerio del Mediterráneo se encuentra a 108 metros de profundidad en el canal de Sicilia, al sur de Italia, donde se hundió el barco con inmigrantes indocumentados de India, Pakistán y Sri Lanka, que habían sido embarcados por traficantes de seres humanos en las costas griegas.

Esa embarcación había sido bautizada como «la nave fantasma», porque había desaparecido sin dejar huellas, pero los 11 sobrevivientes insistían sobre la muerte de casi 300 personas.

La verdad sobre el naufragio comenzó a revelarse a partir de que Giovanni Maria Bellu, periodista de La Repubblica, individualizó el punto exacto del accidente.

Las fotografías y la filmación, divulgada también el viernes por la televisión, fueron calificadas por Bellu de «imágenes de la vergüenza».

El periodista explicó que un amigo suyo le había contado que los pescadores del lugar, cada cierto tiempo, encontraban en sus redes restos de seres humanos, y que no lo denunciaban a las autoridades para evitarse problemas.

Así, un pescador encontró en sus redes en abril una cédula de identidad plastificada, a nombre de Anpalagan Ganeshu, de 17 años, de Sri Lanka, que fue reconocida por un tío de la víctima que vive en Milán.

Tras la aparición de ese documento, el periódico contrató un equipo para filmar y fotografiar los posibles restos del naufragio en el fondo del mar.

El escritor marroquí Tahar Ben Jelloun comentó que, «si el mar fuera un libro, algunas páginas estarían blancas, canceladas por la vergüenza, donde no estaría escrita ninguna historia».

«A menos de ser fatalistas, se puede rechazar el pensamiento que el joven Anpalagan Ganeshu y su hermano Arulalagan, hubieran nacidos para ser devorados por los pescados de las costas italianas», añadió.

«Todas las historias de clandestinos, que provienen de Asia o del Africa, son historias de estafas, mentiras y esclavitud», aseguró.

Cada una de las personas que yace en el fondo del mar había pagado cinco mil dólares, con lo cual los traficantes ganaron casi un millón y medio de dólares.

La presidenta de la Comunidad de Mujeres Filipinas en Italia, Charito Basa, dijo a IPS que este descubrimiento revela una vez más la falta de sensibilidad del mundo rico hacia los países pobres.

Miles de emigrantes de los países en desarrollo tratan de ingresar a las naciones del Norte en forma clandestina, porque no los aceptan legalmente, y a menudo encuentran la muerte, precisó.

Basa señaló que ahora seguramente será peor con el gobierno derechista de Silvio Berlusconi, que asumió esta semana, ya que «desde antes se dedicaba a atacar a los inmigrantes».

«Ante ello se deberá manifestar abiertamente la sociedad civil», agregó.

El «problema es que Italia, como los otros estados ricos, no reconoce la contribución que hacen los inmigrantes a la riqueza del país que los recibe, y tratan siempre de cerrarles las puertas», apuntó.

Basa advirtió que esa situación no podrá seguir por mucho tiempo, «porque nosotros seguiremos viniendo para acá, aunque no seamos bienvenidos, a pesar que ellos (los ciudadanos de las naciones ricas) lo son cuando van a nuestros países».

El movimiento xenófobo de la Liga Norte, integrantes de la coalición de gobierno que encabeza Berlusconi, presentó justamente hoy un proyecto de ley para hacer más efectivos los controles fronterizos y, sobretodo, establece un mecanismo más eficaz de expulsión de los inmigrantes indocumentados.

El senador Fiorello Provera, uno de los consultores del líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, explicó que se «introducirá un ulterior elemento de identificación personal, en que le serán tomadas las huellas digitales a los inmigrantes no comunitarios (de fuera de la Unión Europea)».

Italia es uno de los países europeos con menor cantidad de inmigrantes. En la actualidad hay unos 1,7 millones de extranjeros con permiso regular de residencia, equivalente a tres por ciento de la población italiana, mientras que sin documentación habría unos 300.000. (FIN/IPS/jp/dm/hd//01

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