/BOLETIN-DD HH/ INDIA: Indignación por informe sobre sida

Unicef debió retirar de circulación un estudio sobre el sida que considera la prostitución algo inherente a una casta social de India, en vista de las fuertes protestas de organizaciones feministas y de derechos humanos.

«La prostitución de una casta en Madhya Pradesh», un informe elaborado por la Comisión de Derechos Humanos de ese estado central de India y financiado por Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), fue retirado de circulación debido a la creciente polémica por su contenido.

Organizaciones de derechos humanos como el Consejo de Acción Conjunta y la Asociación de Mujeres Democráticas de Toda India (AIDWA) estuvieron a la cabeza de las protestas contra el informe, que castigaba a la comunidad bedia de Madhya Pradesh y grupos relacionados.

«La sola idea de un estudio por casta es repugnante para el pensamiento democrático y humanitario, porque se basa en la creencia de que hay algo intrínseco en una comunidad que hace a las mujeres prostitutas y a los hombres proxenetas», declaró Brinda Karat, secretaria general de AIDWA.

«Es increíble que la Comisión de Derechos Humanos de Madhya Pradesh pueda estar asociada con un informe que lleve semejante título», comentó Anju Singh, activista del Consejo de Acción Conjunta.

«La Comisión violó sus propias obligaciones estatutarias», afirmó.

Unicef, por su parte, rechazó también el contenido del informe. «No participamos del estudio, pero asumimos la responsabilidad por no haber guiado sus resultados», declaró María Calivis, representante de Unicef en India, en una carta dirigida a Karat.

Karat aseguró que el informe de 80 páginas está «repleto de generalizaciones sorprendentes», como la que sostiene que la mitad de la comunidad bedia está infectada con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, que causa el sida).

«Esa afirmación no tiene ningún fundamento. Además, el informe no contiene detalles sobre la investigación realizada, el número de personas entrevistadas ni las preguntas formuladas», añadió la activista.

Aunque el estudio fue realizado pensando en el bienestar de los bedias y otras comunidades relacionadas, terminó por insultar a sus miembros y violar su dignidad y sus derechos humanos.

Calivis reconoció que las preocupaciones planteadas por AIDWA y otras organizaciones son legítimas, y declaró que Unicef tiene «reservas sobre la calidad del estudio y sus conclusiones».

En Madhya Pradesh, la comunidad bedia exigió el retiro de circulación del informe por considerar que vuelve a sus miembros objetos de sospecha y exacerba la discriminación por casta.

En una declaración enviada a principios de este mes al juez Gulab Gupta, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Madhya Pradesh, los jóvenes bedias reclamaron «ayuda genuina para promover a la comunidad».

Entre las organizaciones no gubernamentales (ONG) de Madhya pradesh que realizaron campaña contra el estudio figuran Ekta Parishad (Foro de la Unidad) y la Asociación de Mujeres Autoempleadas.

Esta no es la primera vez que una publicación destinada a aumentar la conciencia sobre el sida y reducir su transmisión mediante «conductas de alto riesgo» ofende a una comunidad en particular.

El año pasado, Abhijeet Das y su esposa Yashodhara, fundadores de la ONG Sahyog, escaparon por poco de un linchamiento en la localidad himalaya de Almora por sugerir en un folleto titulado «El sida y nosotros» que el incesto estaba generalizado en esa región.

Ese tipo de incidentes generó escepticismo sobre los programas contra el sida, en un momento en que el gobierno recorta los fondos para el sistema de salud pública.

Grupos de derechos humanos criticaron al gobierno no sólo por violaciones a los derechos humanos, sino también por fallas en el programa vertical contra el sida, financiado en su mayor parte con un préstamo de 544 millones de dólares del Banco Mundial.

«Esos incidentes… subrayan no sólo los defectos de las políticas contra el sida, sino también de otros programas de desarrollo con financiación externa», opinó Purushothaman Mulloli, presidente del Consejo de Acción Conjunta.

El ministro de Salud, C.P. Thakur, defendió el programa contra el sida arguyendo que aumentó la conciencia sobre las enfermedades de transmisión sexual.

Thakur acusó a agencias de las Naciones Unidas de «dar información errónea y crear confusión», en especial mediante estimaciones y proyecciones que sitúan el número de indios infectados con VIH en cuatro millones, en este país de 1.000 millones de habitantes.

«En el contexto indio, es muy difícil estimar la incidencia exacta del VIH, debido a la variedad de las características culturales, tradiciones y valores, con especial referencia a las conductas sexuales de riesgo», dijo. (FIN/IPS/tra-en/rdr/js/mlm/hd-he/01

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