/BOLETIN-DD HH/ AFRICA: Recrudece venta de niños trabajadores

Nueve países de Africa occidental y central presentan un creciente tráfico de niños para su explotación laboral, aseguró la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe de la OIT incluye entrevistas a los niños y a sus padres en Benin, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Gabón, Ghana, Malí, Nigeria y Togo. La pobreza es, en todos esos países, el factor principal que induce a los padres a enviar a sus hijos con un intermediario de las redes de traficantes.

También influye la declinación, en toda esa región africana, del sistema de la familia extendida y de las formas tradicionales de solidaridad relacionadas con esos grupos familiares.

Los padres deciden entregar a los hijos sin tener en cuenta las consecuencias ni el daño que sufrirán los niños en el futuro, porque «simplemente no tienen otra elección».

El estudio no menciona el número de niños afectados por el tráfico global, pero precisa que esa actividad abarca a menores desde cinco años de edad.

La mayoría de esos niños proceden de familias numerosas, de escasa educación, con al menos cinco hijos, asentadas en áreas rurales.

Por lo general, las niñas víctimas del tráfico son colocadas en tareas de servidumbre doméstica o de venta callejera. Los varones van a plantaciones, obras de construcción o minas.

Tanto niñas como niños son explotados por redes de proxenetas, puntualizó la OIT, agencia de la Organización de las Naciones Unidas radicada en Ginebra cuyo sitio en Internet se ubica en la dirección http://www.ilo.org/public/spanish/index.htm.

Los intermediarios que participan del tráfico pueden ser en algunos casos familiares o conocidos de la familia, pero en otras circunstancias son personas desconocidas e inclusive extranjeras.

Los hombres o las mujeres que actúan como intermediarios prometen encontrar un trabajo pago para el niño y en algunas ocasiones ofrecen una pequeña suma a los padres como adelanto.

Los intermediarios obtienen su ganancia de la venta del niño o del cobro de todo o de una parte del salario del menor.

Los empleadores de niños víctimas del tráfico se dedican a diversas actividades, y entre ellos figuran propietarios de bares, restaurantes, garages y plantaciones.

En Gabón y Costa de Marfil se comprobó que los empleadores que habían emigrado atraían a niños de su propia nacionalidad. Por ejemplo, niños malienses eran llevados a Costa de Marfil para trabajar en plantaciones de propiedad de inmigrantes procedentes de Malí.

Los niños separados de sus familias carecen de toda protección y quedan bajo una dependencia completa del intermediario o del empleador.

En algunos casos, los menores llegan a países desconocidos, a veces con idiomas diferentes, y sin permiso de residencia legal. Los empleadores se aprovechan de la precaria situación de los niños para obligarlos a realizar cualquier tarea.

Por lo general, las condiciones de trabajo son penosas, de largas jornadas sin descansos intermedios suficientes, con el empleo de herramientas o substancias peligrosas en un ambiente insalubre, describió la OIT.

El tráfico determina que los niños pierdan su dignidad humana, concluyó el estudio. Bajo esas condiciones, los menores desarrollan un sentimiento de marginación de la sociedad que puede conducirlos a la delincuencia, el consumo de drogas o trastornos mentales.

El informe de la OIT, preparado con financiación del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, recomienda la elaboración de un plan regional que incluya investigación, concientización, fortalecimiento del marco jurídico, asistencia a las víctimas y colaboración bilateral para la repatriación.

Los resultados de la primera fase del programa en cuyo marco se realizó el informe fueron presentados este viernes con motivo de la celebración del Día del Niño Africano, 16 de junio.

La iniciativa es parte del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), creado por la OIT en aplicación del convenio de 1999 que prohibe las peores formas de trabajo infantil.

Como parte de esa misión, el IPEC anunció esta semana la iniciación de programas particulares en Tanzania, Nepal y El Salvador, para poner fin a las peores formas de trabajo infantil en un periodo no superior a 10 años. (FIN/IPS/pc/mj/hd lb/01

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