ZIMBABWE: Gobierno persigue a líder opositor con ley colonial

La Corte Suprema de Justicia de Zimbabwe deberá decidir si es válido el juicio que el gobierno inició contra el principal líder opositor, Morgan Tsvangirai, acusado de terrorismo según una ley del período colonial.

Si es encontrado culpable, Tsvangirai enfrentará una pena máxima de prisión perpetua y dejará de ser una amenaza política para el presidente Robert Mugabe en las elecciones presidenciales del año próximo.

El juez Moses Chinhengo, de un tribunal inferior, determinó que la Corte Suprema deberá decidir si la ley de Mantenimiento de la Ley y el Orden (LOMA), según la cual se enjuicia a Tsvangirai, vulnera su libertad de expresión, tal como sostiene la defensa.

De acuerdo con la acusación del fiscal Nathaniel Sibanda, el 30 de setiembre Tsvangirai «errónea e ilegalmente, y con el fin de poner en peligro la ley y el orden en Zimbabwe, cometió actos que propiciaban el logro de un objetivo político por medios violentos».

La fiscalía afirmó que Tsvangirari animó entonces a unas 20.000 personas reunidas en un acto político de su partido, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), a derrocar a Mugabe.

Aquel día, en una mezcla de la lengua local chishona e inglés, Tsavngirai dijo a sus seguidores «…lo que deberíamos decirle a Mugabe hoy es que… por favor se vaya pacíficamente. Si no quiere irse en paz, lo expulsaremos por la fuerza…»

El dirigente admitió haber pronunciado estas frases, por las que recibió varias críticas y de las que se retractó más tarde. Sin embargo, sostuvo que la acusación de terrorismo está motivada por la creciente popularidad de su figura ante las elecciones presidenciales de 2002.

La defensa pidió que el caso fuera considerado por la Corte Suprema, argumentando que la LOMA viola el derecho de expresión de su cliente.

En su fallo, el juez Chinhengo sostuvo que la LOMA forma parte de la legislación colonial británica que rigió en el país antes de que entrara en vigencia la declaración de derechos de 1980, luego de la independencia.

El año pasado el gobierno utilizó esta norma para detener a dos periodistas que informaron sobre un presunto intento de golpe de estado. En esa ocasión la Corte Suprema consideró que la LOMA era inconstitucional, pues limitaba la libertad de expresión, tras lo cual los periodistas fueron liberados.

El editor del periódico Zimbabwe Standard, Mark Chavunduka, y el cronista Ray Choto denunciaron más tarde haber sido torturados en una prisión militar por publicar que 23 oficiales del ejército habían sido detenidos por su supuesta vinculación con un intento de golpe de estado.

La LOMA, una norma draconiana introducida en 1960 por el régimen colonial británico para eliminar al movimiento nacionalista negro, prohibía cualquier manifestación que propiciara una rebelión o animara la resistencia contra el gobierno.

El juicio contra Tsvangirai atrajo a un verdadero ejército de periodistas extranjeros que llenaron la sede judicial, junto con decenas de integrantes del MDC, que acudieron para alentar a su líder.

«Dejen en paz a Morgan (Tsavangirai) y arresten a Mugabe», gritaban algunos seguidores del MDC en las calles cercanas al juzgado.

La policía antidisturbios desplegó un gran operativo pero no pudo detener a los incansables partidarios del MDC que marcharon más tarde por la ciudad festejando la decisión judicial.

«Quieren silenciarme y evitar que sea el mayor desafío para Mugabe. Se dan cuenta que he construido una base de credibilidad y que él (Mugabe) no puede ganar en elecciones justas y libres», dijo ante la prensa el líder del MDC durante el fin de semana.

El gobierno de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe- Frente Patriótico (ZANU-PF), en el poder desde 1980, llevará a juicio bajo los mismos cargos a otros tres altos dirigentes del MDC, incluso al suplente de Tsvangirai, Gibson Sibanda.

El juicio contra el líder del MDC es considerado como una prueba clave para la joven democracia zimbabwense.

Actualmente, la justicia estudia más de veinte pedidos de impugnación de las elecciones parlamentarias locales del año pasado, y ya falló en favor del MDC en dos distritos, donde ordenó repetir el acto electoral, tras probar que el gobierno había ejercido la violencia para asegurarse la victoria.

El secretario de información del MDC, Learnmore Jongwe, dijo esta semana que Mugabe también debería ser juzgado por jactarse de tener «diplomas de violencia» y por «amenazar de muerte a sus enemigos».

«¿Si todos somos iguales ante la ley por qué uno de los vicepresidentes de Zimbabwe, Joseph Msika, líder de los gamberros veteranos de la guerra, o el ex disidente Chenjerai Hunzvi, o Andrew Ndlovu y otros gorilas del ZANU-PF no han sido llevados ante la justicia?», se preguntó Jongwe.

«Estas personas prometieron derrocar con armas de guerra al gobierno del MDC que emerja tras la derrota electoral del ZANU- PF», indicó Jongwe.

«Hay una aplicación selectiva de la justicia, que persigue a dirigentes opositores por cuestiones baladíes, mientras los verdaderos criminales y los violentos del ZANU-PF permanecen impunes», aseguró. (FIN/IPS/tra-en/lm/mn/aq/dc/ip/01

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