KENIA: Expectativas frustradas tras visita de Colin Powell

El secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, terminó hoy su visita a Kenia sin colmar las expectativas de quienes suponían que ejercería presión sobre el presidente Daniel Arap Moi por la democratización del país.

Powell había afirmado el viernes en Sudáfrica que el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, ha empleado «métodos totalitarios» para mantenerse en el poder durante 20 años, y muchos esperaban que formulara críticas similares a Moi, quien gobierna desde hace 23 años.

«Los ciudadanos de Zimbabwe tienen derecho a decidir quién los gobierna en elecciones libres y justas, y se les debería dar la oportunidad de hacerlo», había afirmado el secretario de Estado.

Muchos esperaban que el secretario de Estado pidiera explicaciones sobre la muerte del clérigo estadounidense John Kaiser, al parecer asesinado, o comentara la presunta intención de Moi de postularse una segunda reelección consecutiva el año próximo, pese a que la Constitución se lo prohíbe.

Otros pensaban que anunciaría nuevas compensaciones a víctimas del atentado de 1998 contra la embajada estadounidense en Nairobi, pero nada de eso ocurrió.

Powell enfatizó que daba prioridad durante su gira a la cuestión del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) y a conflictos en la región, como los que se desarrollan en República Democrática del Congo y Sudán, y fue claro que no deseaba comentar delicados asuntos domésticos keniatas.

El nuevo presidente de Estados Unidos, George W. Bush, cometió un error diplomático al declarar que los países más pobres de Africa no iban a ser una prioridad de su gobierno, y la gira de seis días de Powell por Malí, Sudáfrica, Kenia y Uganda busca reparar el daño.

Esa gira se produce antes de visitas previstas del secretario de Estado a Asia y América del Sur, con la intención de mostrar a Africa que Washington no la ha olvidado.

«Estados Unidos le da importancia a Africa, por razones históricas y por elección» dijo en Sudáfrica Powell, el primer secretario de Estado afroestadounidense en la historia de su país.

«Nuestros futuros estarán relacionados en forma estrecha, y me comprometeré con entusiasmo con Africa, en nombre del pueblo estadounidense», agregó.

Powell dijo en una conferencia de prensa conjunta con Moi realizada el sábado, poco después de llegar al país, que Bush «está decidido a que Africa sea una prioridad de su política exterior».

El compromiso de Estados Unidos a aportar 200 millones de dólares al Fondo Mundial de Desarrollo para la lucha contra el sida, y el foro que se realizará en Washington a fines de este año sobre la estadounidense Ley de Crecimiento y Oportunidades para Africa son pruebas de esa decisión, aseguró.

El anterior presidente de Estados Unidos, Bill Clinton (1992- 2000) no quiso visitar Kenia, y una razón principal de que el país fuera incluido en la gira de Powell es que Bush desea poner fin a la prolongada guerra civil en el vecino Sudán.

Moi desempeña un papel destacado en los esfuerzos diplomáticos para solucionar ese conflicto auspiciados por la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo.

Es probable que eso explique los elogios de Powell a la condición de demócrata de Moi, pese a la creciente violencia política en el país y a que el presidente ha recibido abundantes críticas internacionales por su escaso respeto a los derechos humanos y su negativa a permitir actividad política opositora.

La tensión aumenta en el país a medida que se acercan las elecciones del año próximo, y muchos piensan que el presidente buscará el modo de acceder a un nuevo mandato, ya que no formula declaraciones sobre el asunto pero permite que varios de sus ministros proclamen que debe seguir en el poder.

Las libertades de expresión y de asociación son violadas en forma frecuente. En los últimos meses, varios actos públicos de la oposición fueron disueltos con violencia por la policía o por matones a sueldo.

En abril, varios dirigentes políticos opositores acordaron presentar un candidato común a la presidencia contra el gobernante partido Kanu, y poco después un parlamentario opositor fue arrestado bajo cargos de traición a la patria.

Tras el acuerdo opositor, anunciado en un acto público, Moi ordenó a la policía que filmara todas las reuniones políticas públicas.

La semana pasada, pocos días antes de la llegada de Powell, el líder de la oposición parlamentaria, Mwai Kibaki, fue víctima de un atentado con una bomba de petróleo durante un acto público en la ciudad occidental de Busia.

El secretario de Estado estadounidense sostuvo que «Kenia muestra al resto de la región lo que se puede lograr con elecciones en las cuales el pueblo pueda decidir cómo quiere ser gobernado», y que en 2002 «la población dará una vez más un paso al frente para expresar sus deseos» en la materia.

Powell expresó que «comprende con claridad el sistema constitucional» keniata y tiene «fe» en él, pese a que existe en el país fuerte demanda de una reforma constitucional que establezca condiciones equitativas para la actividad política democrática, tras el cese en 1990 del régimen de partido único.

Las conferencias de prensa de Moi con visitantes de otros países suelen ser poco más que oportunidades para el trabajo de fotógrafos de prensa, pero en la realizada el sábado junto con Powell, alguien se atrevió a plantear la pregunta que todos querían hacer.

«Dados los comentarios de Powell sobre Mugabe, ¿se retirará el presidente Moi tras 23 años en el poder?», dijo un periodista.

Muchos de los presentes rieron con nerviosismo mientras Moi, quien rara vez responde a preguntas de periodistas, pareció no entender que se esperaba que dijera algo, hasta que Powell lo instó a dirigirse hacia el micrófono.

«Pienso que es inaceptable la forma en que se intenta subestimar la inteligencia del pueblo africano. Quienes decidan el destino de Kenia y de otros países serán sus propios pueblos. No sé qué le preocupa», dijo el presidente al periodista que había formulado la pregunta.

El único comentario de Powell aprobado por los críticos de Moi fue la afirmación de que el gobierno debe aumentar sus esfuerzos contra la corrupción para que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional reanuden sus préstamos al país.

A fines del año pasado se suspendió la entrega a Kenia de préstamos previstos por valor de 300 millones de dólares, luego de que Moi diera marcha atrás en programas anunciados de privatización y lucha contra la corrupción. (FIN/IPS/tra- eng/ks/mn/mp/ip/01

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