El triunfo del derechista Silvio Berlusconi en las elecciones parlamentarias de Italia pone en guardia a cientos de miles de inmigrantes que temen la deportación, así como a los activistas que bregan por una mayor ayuda del gobierno al mundo en desarrollo.
La coalición Casa de las Libertades, liderada por Berlusconi, resultó triunfante con 42,5 por ciento de los votos, según los últimos datos conocidos este lunes.
Para esta alianza derechista, inmigrante equivale a delincuente, por lo que el triunfo derechista es «muy malo», dijo a IPS el senegalés Mario Sow, presidente de una asociación de extranjeros residentes en Italia.
La Liga Norte, una de las fuerzas de la coalición de Berlusconi, lanzó en la campaña electoral una intensa cruzada por la expulsión de extranjeros. «Ellos dicen que es solo contra los ilegales, pero en el fondo se refieren a todos. Nosotros estaremos alerta para proteger a los inmigrantes», aseguró Sow.
En su programa de gobierno, la derecha propuso un mayor control en fronteras y puertos, permitir el ingreso de inmigrantes solo si se inscriben en los registros de las embajadas y la deportación de los que no hayan obtenido trabajo en los seis meses siguientes a su llegada a Italia.
Las regiones en que se divide este país deberán informar cada seis meses al gobierno sobre el número de inmigrantes ajenos a la Unión Europea que pueden acoger, según el programa de Casa de las Libertades.
Italia es uno de los países europeos con menor número de inmigrantes. En la actualidad hay cerca de 1,7 millones de extranjeros con permiso de residencia, equivalentes a tres por ciento de la población. Los ilegales son unos 300.000, según distintos cálculos.
Unos 49,5 millones de ciudadanos italianos, 81,2 por ciento de los habilitados, concurrieron a las urnas el domingo.
Berlusconi no sólo derrotó a la coalición gobernante de centroizquierda, el Olivo, encabezada por el ex alcalde romano Francesco Rutelli, sino que, al personalizar al máximo la campaña electoral, le restó fuerza a sus propios aliados.
El programa de la coalición derechista Casa de las Libertades conjuga el liberalismo de Forza Italia, el partido de Berlusconi, las reivindicaciones federalistas de la Liga Norte, el reclamo de seguridad ciudadana de Alianza Nacional y el apoyo a la integración europea de pequeñas fuerzas demócratacristianas.
La proyección de los resultados brindados por el Ministerio del Interior indica que Berlusconi obtendrá una amplia mayoría en la Cámara de Diputados y también en el Senado, donde logrará 163 de los 315 escaños, cuando aún faltan por asignar 35.
La coalición Casa de las Libertadas obtuvo 42,5 por ciento de los votos. El partido más votado de esa alianza y del país fue Forza Italia, con 29,3 por ciento. Integraban también la coalición el ex fascista Alianza Nacional y la Liga Norte.
Mientras, el Olivo, hoy en el gobierno, logró 38,7 por ciento de los votos.
Berlusconi, de 65 años, está casado en segundas nupcias y tiene cinco hijos. Es abogado, pero su verdadera profesión son los negocios. Se lo considera el hombre más rico de este país y tercero entre los europeos. La revista Forbes le atribuye una fortuna de 13.000 millones de dólares.
En la actualidad es propietario de tres cadenas nacionales de televisión y un diario, del club de fútbol Milán, de una cadena de almacenes, de una de las mayores editoriales italianas y de varias compañías financieras que controlan empresas de publicidad, telecomunicaciones y bancos.
El líder derechista ocupó la Presidencia del gobierno de Italia en 1994, pero debió renunciar sólo siete meses después de haber sido elegido por el parlamento al perder el apoyo de uno de de sus aliados, la Liga Norte, que ahora volvió a integrar la coalición.
El responsable de cooperación internacional el Ministerio de Relaciones Exteriores, Rino Serri, señaló que por ahora es prematuro vaticinar el futuro de la política de Italia a favor de los países en desarrollo.
Pero es de esperar que Berlusconi no aplique la política del ex presidente estadounidense Ronald Reagan (1981-1989), resumida en la fórmula «negocios, pero no ayuda». De todos modos, destacó Serri, la sociedad civil, en particular las organizaciones no gubernamentales, estarán atentas para que esto no suceda.
Italia se ubica en el penúltimo lugar entre los países ricos por su ayuda al desarrollo, y es muy difícil que pueda descender aún más, pero ese peligro existe, dijo a IPS Mario Gay, presidente de la Coordinación de Organizaciones No Gubernamentales para la Cooperación Internacional del Desarrollo.
Este país otorga 0,15 por ciento de su producto interno bruto a la cooperación internacional para el desarrollo.
Gay, cuya alianza representa a 36 organizaciones no gubernamentales italianas, sostuvo que es necesario mantenerse vigilantes para que no desaparezca la ayuda al mundo en desarrollo.
Las leyes electorales italianas combinan la asignación de 75 por ciento de las bancas mediante un sistema mayoritario con un reparto proporcional entre 25 por ciento de los escaños restantes.
La contabilización de los votos sufrió un gran atraso debido al caos que se produjo en las mesas electorales, pues se votó hasta las cuatro de la madrugada de este lunes, pese a que el cierre de las mesas había sido fijado para las 22:00 hora local (20:00 GMT).
En muchos lugares del país, además de elegir a los 630 diputados y 315 senadores, se votó alcalde, así como el gobierno de importantes ciudades como Roma, Milán y Nápoles.
También se realizaron comicios regionales en algunas zonas, donde la contabilización de votos comenzó este lunes a las 14:00 hora local (12:00 GMT).
En el sistema proporcional, quedan fuera del parlamento los partidos que logran menos de cuatro por ciento de los votos. Eso le ocurrió al Partido Radical y a dos fuerzas cristianas de derecha, mientras el movimiento fundado por el ex fiscal anticorrupción Antonio Di Pietro bordeaba ese porcentaje. (FIN/IPS/jp/dm-mj/ip/01
