La boda del ex presidente argentino Carlos Menem con la presentadora chilena de televisión Cecilia Bolocco fue visto por millones de televidentes en América Latina y Miami, un efecto que, para muchos, fue deseado y calculado por la pareja.
Sin embargo, las personalidades internacionales invitadas, como los ex presidentes Eduardo Frei, de Chile, y George Bush, de Estados Unidos, o el actor francés Alain Delon, no asistieron a la boda, al igual que antiguos colaboradores de Menem, legisladores y gobernadores afiliados a su partido.
Con 70 años y sin el apoyo de su única hija, Zulema, que no aprueba la relación, Menem, que gobernó Argentina entre 1989 y 1999, se casó el sábado pasado con Bolocco, de 36 años, ex miss Universo y ex presentadora de la cadena de televisión CNN.
Gran cantidad de argentinos y chilenos consideran que la unión constituye un hecho mediático que respondería a la búsqueda de exposición pública masiva a cualquier precio por parte de Bolocco y de Menem.
Los canales de televisión periodísticos de Argentina rompieron sus marcas de audiencia al informar sobre la boda. Lo mismo sucedió con las revistas del corazón y algunas editoriales, que hicieron su agosto a pesar de la depresión económica que azota a este país.
Y es que hasta ahora, la historia tiene elementos que parecen extraídos de una novela del colombiano Gabriel García Márquez, si no fuera porque se trata de realismo a secas.
La popular y controvertida pareja se casó en la provincia argentina de La Rioja, donde el ex mandatario nació y mantiene su bastión político más sólido.
La celebración no pudo realizarse en el pueblo natal de Menem, Anillaco, al impedirlo su hija Zulema, propietaria de la residencia familiar. Pero el actual gobernador provincial cedió la suya.
Hubo, además, otro festejo para los pobladores en un estadio cerrado de la capital de La Rioja, al que se dirigieron los novios luego de sellado el compromiso ante el juez. La imagen provocó incomodidad entre familiares y amigos de la pareja.
Ante una mesa larga, los novios se sentaron ante una tribuna repleta de simpatizantes que los miraban comer desde atrás de un vallado. Afuera del estadio, los asistentes al festejo popular recibían un pan, una lata de refresco y un plato descartable con locro, guisado típico del norte argentino.
Una multitud acompañó a los novios en La Rioja. Pero no los miles de dirigentes del Partido Justicialista que acompañaron a Menem en sus dos periodos presidenciales y los tres como gobernador de La Rioja.
Los sentimientos que Menem y Bolocco se declaran uno a otro son puestos en duda, a veces con sorna, por numerosos argentinos y chilenos.
Bolocco conoció a Menem en 1999, cuando él aún era presidente y la conductora lo entrevistaba para su programa de televisión, uno de los más populares en Chile. Poco después de entregar en diciembre de ese año el poder a su sucesor, Fernando de la Rúa, la pareja fue sorprendida en Miami por periodistas.
Atrás quedaron los rumores de un romance entre ella y el hoy ex presidente y prófugo de la justicia peruana Alberto Fujimori, a quien también había entrevistado.
Desde entonces, la prensa del corazón vendió millares de revistas con fotos de la pareja tanto en Argentina como en Chile. De ese modo, el ex presidente mantuvo su exposición pública aun fuera del poder. Pero hasta hace pocos días, casi nadie creía que la boda se concretaría como ocurrió.
El momento elegido no pudo ser peor para el novio. Menem debe declarar ante la justicia el 13 de julio por su eventual responsabilidad en un caso de tráfico ilegal de armas a Ecuador y Croacia, por el que están imputados 40 ex funcionarios y militares argentinos, algunos de ellos en prisión preventiva.
Ni siquiera sus abogados descartan la posibilidad de que el ex presidente quede preso, aunque, por su edad, podría beneficiarse con el arresto domiciliario. Mientras, si quiere viajar al exterior de luna de miel, deberá pedirle autorización al juez, que podría negarla.
Sin embargo, nada de esto parece afectar a la pareja, decidida a seguir adelante con sus proyectos. Menem declaró el miércoles que está resuelto a competir por la Presidencia en 2003, y alardeó de haber sido una persona exitosa toda su vida.
Su amigo personal y ex secretario general de la Presidencia durante su periodo, Alberto Kohan, reconoció que el proyecto de volver a la Presidencia se afianza con el matrimonio. «Cecilia suma para 2003», dijo el ex funcionario a una revista esta misma semana, pocos días después de la boda.
Al calor del romance, la periodista argentina Olga Wornat publicó en Argentina y Chile un libro cuyo título es elocuente: «Menem Bolocco SA». El libro se vende «como pan caliente» en ambos países, y las librerías ya ordenaron reposiciones.
Siempre sonriente, calma y con gestos de sincero amor por Menem, Bolocco fue entrevistada en Argentina por diversas revistas del corazón y por programas de televisión de alta audiencia. En tanto, su hermano Juan facturaba miles de dólares por cada aparición pública.
«Los costos son para cubrir gastos operativos», le dijo Juan Bolocco a periodistas del semanario Noticias de Argentina, a los que solicitó entre 7.000 y 10.000 dólares por una entrevista a su hermana.
La revista se negó, pero igual publicó un informe que atribuía el interés de la conductora chilena en el matrimonio a beneficios ulteriores, ajenos al cuestionado amor por su marido.
De acuerdo con una versión que ella misma no desmintió, Bolocco procura presentarse en el imaginario popular como una rediviva Eva Duarte, la fallecida esposa del tres veces presidente argentino Juan Perón, que se convirtió en un símbolo de la defensa de los trabajadores en este país.
Por eso, Bolocco posó para la portada de la revista femenina Para Tí cubierta apenas por una estola con los colores de la bandera argentina y el cabello recogido, como lo solía peinar Eva Duarte. La chilena debió pedir disculpas por la reacción airada que esa imagen provocó entre los argentinos. (FIN/IPS/mv/mj/cr/01
