La Unión Europea avanza hacia la obligatoriedad de listas de candidatos al parlamento del bloque con igual cantidad de hombres y de mujeres, sostuvo hoy Paloma Saavedra, coordinadora del Lobby Europeo de Mujeres.
Saavedra dijo a IPS que un gran paso adelante en ese sentido fue dado el fin de semana pasado en una reunión en la ciudad española de Gijón, 400 kilómetros al norte de Madrid, donde se aprobó un documento elaborado por seis expertos en derecho constitucional y que será presentado en el Parlamento Europeo.
El Lobby Europeo de Mujeres es una federación de organizaciones femeninas de los 15 países de la Unión Europea (EU), que extiende su acción a los demás países del continente.
En el encuentro de Gijón, al que asistieron los parlamentarios europeos Elena Valenciano y Manuel Medina, de España, y Mónica Frassoni, de Italia, se destacó que «entre los principios comunes debe incluirse la democracia paritaria como principio estructural del nuevo sistema electoral».
El documento recuerda que en cada país los diputados al Parlamento Europeo serán elegidos a través del sistema de representación proporcional.
En las listas de candidatos en régimen de paridad deberán ser incluidos en forma alternativa hombres y mujeres o mujeres y hombres, agrega.
El texto aprobado por consenso plantea que corresponderá a las direcciones de los partidos políticos y de los grupos o coaliciones electorales la responsabilidad por la aplicación de los objetivos de la llamada democracia paritaria.
Para que esa democracia sea más concreta, en las papeletas o boletos de voto se deberá indicar el género de cada candidato.
Saavedra explicó a IPS que la opción por un régimen de representación proporcional es «porque se ha demostrado que así se traduce mejor la opción política de los ciudadanos y porque se puede garantizar mejor la presencia de mujeres en los organismos parlamentarios».
Añadió que «la paridad de género en las elecciones europeas tendría un efecto inmediato y multiplicador sobre las leyes electorales y en los comicios nacionales y locales, en todos los países de la UE».
Los tratados de la UE llevan a que, de prosperar esta propuesta en el Parlamento Europeo, los países miembros deberán reformar la legislación electoral e incluso la Constitución, según los casos.
El documento aprobado en Gijón subraya que la muy escasa representación de las mujeres en los organismos de decisión de la UE implica un déficit democrático, incompatible con una verdadera democracia.
Los reunidos en la ciudad española recordaron que el Parlamento Europeo se ha pronunciado ya en forma concreta acerca del asunto.
Al respecto se citó un documento aprobado por el legislativo europeo el 15 de julio de 1998, el cual señala que al «establecer listas para las elecciones ha de tenerse en cuenta el objetivo de la paridad entre hombres y mujeres y que incumbe en primer lugar a los partidos políticos concretar directamente este objetivo».
El texto parlamentario también pidió que se favorezca el equilibro entre hombres y mujeres en todas las políticas y en las comisiones, tanto a escala de la UE como a escala nacional e internacional, con una participación que no debe ser inferior a 40 por ciento para cada género.
Otro antecedente destacado en la reunión del pasado fin de semana es el Coloquio Regional Europeo, organizado para contribuir a la conmemoración del 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que tuvo lugar en Estrasburgo del 2 al 4 de septiembre de 1998.
Allí se abordó la participación de las mujeres en la vida política y se destacó «la necesidad de que los Estados adopten medidas de acción positiva, encaminadas a obtener la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, especialmente la paridad en los cargos públicos».
En el Coloquio Regional Europeo se aclaró que las medidas de acción positiva constituyen el único instrumento para remediar las desigualdades, y que deben ser adoptadas siempre con carácter provisional y que nunca deben partir del principio de la existencia de diferencias biológicas entre los sexos.
El documento de Gijón rechaza en forma terminante que sistemas correctores en las elecciones para lograr una mayor presencia de mujeres en los parlamentos puedan distorsionar el concepto de democracia representativa.
Un argumento de ese tipo «es falso, porque en las sociedades complejas de nuestros días la representación se articula teniendo en cuenta los distintos intereses de los individuos y de los grupos en los que hombres y mujeres se insertan».
Así, para definir hoy la conformación de las listas electorales se tienen en cuenta criterios territoriales, de «familia política» dentro del partido, «cuotas» de presencia sindical y otros factores que inciden en los «equilibrios» necesarios para confeccionar las listas.
La representación no es, por lo tanto, ajena a los conflictos de intereses, sostiene el texto.
Existe unanimidad en considerar que, cuando más intereses se aúnen, cuando mejor estén representados todos ellos en las listas y en los posteriormente elegidos, se producirá un aumento del grado de legitimidad del organismo legislativo resultante y, en consecuencia, de la toma de decisión, agrega. (FIN/IPS/af/dm/ip hd/01)