POBLACION-COLOMBIA: EEUU y Europa restringen el éxodo

Las autoridades migratorias de Estados Unidos impondrán desde esta semana restricciones al ingreso de colombianos en tránsito hacia otros países, a las que se sumarán a mediados de este mes nuevos obstáculos que regirán en toda la Unión Europea (UE).

La decisión de Washington responde al aumento de pedidos de asilo político —1.000 en el último trimestre— por parte de colombianos que llegaron a Estados Unidos en tránsito hacia otros países.

La crisis social y política derivada de la agudización de la guerra civil y el alto desempleo (tres millones de desempleados y el doble de subempleados en una población de 40 millones de personas) desató un éxodo sin precedentes.

Del millón de colombianos que salieron de este país el año pasado, 225.000 no regresaron, según cifras difundidas por las autoridades migratorias.

Una encuesta realizada en diciembre por la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios entre sus afiliados indica que 53,6 por ciento de ellos deseaba vivir en otro país, 14,7 puntos porcentuales más que a fines de 1999.

Estados Unidos es el destino de cerca de 70 por ciento de los colombianos que viajan al exterior, pero el interés por los países de la UE es creciente, en especial España, tanto por razones del idioma como por afinidad cultural.

Pero a los colombianos también se les requerirá en breve, junto con los ciudadanos de otros países latinoamericanos, visa para ingresar a toda la UE, pues comenzarán a hacerlo Alemania, Austria, España e Italia, los únicos entre los 15 países del bloque europeo que hasta ahora no se la exigían.

La decisión fue adoptada el 15 de marzo por los ministros de Justicia e Interior de la UE en aplicación del tratado de Schengen, que desde 1985 y paulatinamente liberó las fronteras entre los 15 países a la libre circulación de ciudadanos del bloque pero restringiendo la de personas de otras nacionalidades.

Si bien 172 países exigen visa de ingreso a los colombianos, nada parece afectarlos tanto como las restricciones anunciadas por España.

Una airada protesta de un grupo de intelectuales encabezado por los escritores Gabriel García Márquez y Alvaro Mutis y el pintor Fernando Botero sobrevino al anuncio del ministro de Exteriores de España, Joseph Piqué, de la inminente restricción al ingreso de colombianos.

«Con la dignidad que aprendimos de España, no volveremos a ella mientras se nos someta a la humillación de presentar un permiso para poder visitar lo que nunca hemos considerado ajeno», dice el texto firmado por los intelectuales.

Resulta «absurdo que alguien que ha recibido el Premio Príncipe de Asturias, el Premio Reina Sofía y que ha sido nombrado hijo predilecto de la ciudad de Cádiz tenga que pedir visa para (ingresar a) un país donde ha recibido esas distinciones», dijo Mutis.

Una carta abierta de 190 intelectuales españoles entre quienes figuran los escritores Antonio Muñoz Molina, Rosa Montero, Juan José Millás, Joaquín Leguina y Manuel Vincent, manifestó oposición a la Ley de Extranjería española, calificada de «insulto» a Colombia.

Se trata de un problema para «todos los países del sur» y para las minorías étnicas dentro de los países en desarrollo que se muestra como «irresoluble mientras se manenga el actual estilo de economía» mundial, dijo a IPS el legislador independiente colombiano Gustavo Petro.

Petro cuestionó la paradoja de que exista libertad para «una verdadera transferencia de rentas» derivadas de las tarifas de servicios públicos administrados por empresas españolas en Colombia y obstáculos «al ingreso de seres humanos colombianos a ese país».

El movimiento de opinión contra los visados opacó las cautas declaraciones del canciller Guillermo Fernández de Soto, quien recordó las crecientes denuncias de la policía española sobre colombianos integrantes de bandas de ladrones de joyerías y a las mafias del narcotráfico.

Son «colombianos que nos hacen quedar mal» y que «perjudican a la mayoría de ciudadanos de bien», sostuvo Fernández de Soto.

«Por razones de dignidad nacional yo estoy de acuerdo con que Colombia le pida visa los nacionales de los países de la UE», declaróel embajador de Colombia en España, Carlos Ardila.

El escritor Oscar Collazos, en su columna del diario El Tiempo de Bogotá, criticó la ilusión histórica que constituye creer que España pagará la deuda de sangre y de saqueos contraída desde la conquista.

Collazos también recordó «la deuda cultural contraída cuando lo fugitivos republicanos del terror franquista encontraron los brazos abiertos de Hispanoamérica», y pidió reciprocidad. «A nuevos tratos, nuevas reglas», sostuvo.

El cineasta Lisandro Duque, columnista del diario El Espectador, observó: «No se entiende muy bien la ofuscación generalizada por el pedido de visas a los colombianos cuando aquí, en el nuestro, nos exigimos todos contra todos y de manera insaciable tantos requisitos para entrar y salir de cualquier parte».

Duque aludía a los retenes de los diversos grupos guerrilleros y de los paramilitares, a los formularios que deben llenar los visitantes a edificios públicos y hasta el registro de personas, bultos y automóviles al ingresar a los conjuntos residenciales.

«Tanto que nos indigna que por fuera desconfíen de nosotros, cuando aquí nos tratamos los unos a los otros como si fuéramos sospechosos», afirmó.

De cualquier manera, a partir de este mes, los colombianos que pasen por algún puerto estadounidense rumbo a otro país, o que se dirijan a cualquier país de la UE desde el día 10 deberán llegar con permiso de ingreso.

La autorización de permanencia en Alemania se otorgará hasta por 30 días, en un trámite con un costo de unos 17,5 dólares.

Entre los documentos que el viajero deberá adjuntar a la solicitud, además del pasaporte y una fotografía, se exigen pasajes de ida y regreso, seguro médico y un certificado que acredite la inexistencia de antecedentes judiciales, expedido por el Departamento Administrativo de Seguridad (inteligencia).

El aspirante también deberá acreditar solvencia económica con una disponibilidad de por lo menos 100 dólares diarios, cifra equivalente a casi 90 por ciento de un salario mínimo mensual, el ingreso de más de la mitad de los empleados del país.

Mientras la Embajada Alemana en Bogotá recomendó hacer las solicitudes con un mes de antelación a la fecha del viaje, en la delegación diplomática estadounidense se informó que las citas para entrevista a optantes a visa se están fijando para fines de julio de 2002. (FIN/IPS/mig/mj/ip pr/01)

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