ENERGIA-PAKISTAN: Declaración de independencia nuclear

Pakistán aseguró haberse convertido en el cuarto país asiático con tecnología suficiente para fabricar centrales nucleares por sus propios medios, luego de haber dependido de Canadá y de China para poner dos en funcionamiento.

Este país se había convertido en mayo de 1998 en el séptimo del mundo —detrás de China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia— y el segundo en desarrollo —luego de su vecina y rival India— en incorporar de manera oficial bombas atómicas a sus arsenales.

Autoridades paquistaníes aseguraron contar con experiencia suficiente para construir centrales nucleares propias sin necesidad de colaboración externa, pero expertos lo ponen en duda y afirman que la Central de Energía Nuclear de Chashma instalada con asistencia china, generadora de 325 megavatios, no es segura.

La central de Chashma, en la central provincia de Punjab, es la segunda de Pakistán y demandó una inversión de 600 millones de dólares. La primera fue la de Karachi, de 137 megavatios, construida en 1971 con asistencia canadiense.

Pero tanto el lugar de las obras como la propia instalación son inseguras, de acuerdo con la física nuclear paquistaní Zia Mian, radicada en Estados Unidos, y el profesor Nayyar, de la Universidad Quaid I Azam, de Islamabad.

«Tenemos razones para sostener que en el lugar pueden ocurrir terremotos, y averiguamos que algunos expertos contratados por la Comisión de Energía Atómica de Paquistán (CEAP) para estudiar la zona aconsejaron no contruir el reactor allí», dijeron los científicos.

«En cuanto al diseño, nuestros temores se basan en los serios desperfectos descubiertos en el reactor cuyo diseño fue tomado como modelo, ubicado en la región china de Qinshan», agregaron.

«La diferencia está en que para Qinshan se contó con componentes en su mayoría japoneses, coreanos y occidentales, pero en Chashma fueron por primera vez hechos por China en su totalidad», subrayaron.

Los científicos dijeron que el desperfecto en el reactor de Qinshan no pudo ser solucionado por los expertos chinos, que debieron solicitar ayuda internacional. El problema fue solucionado por la empresa estadounidense Westinghouse, que lo atribuyó a «errores de diseño».

Pero el administrador general de la central de Chashma, Ziaul Hasan Siddiqui, no está de acuerdo. «Las centrales nucleares no dañan el ambiente porque no generan los llamados gases invernadero, y sus escasos desechos son fáciles de tratar», afirmó.

Hasta 1999, había en el mundo 433 centrales nucleares, algunas de ellas en nueve países en desarrollo, entre ellos India (con 11), Argentina, Armenia, Brasil, México, Pakistán y Sudáfrica.

Siddiqui aseguró que Pakistán cumple con las normas de seguridad nuclear internacionales. La central de Chashma se somete a las reglas de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA).

Islamabad suscribió la Convención Internacional sobre Seguridad Nucelar en 1994, y creó la Autoridad Reguladora Nuclear en enero para garantizar su cumplimiento.

«Pakistán no debe esperar 30 años para tener otro reactor. Existe voluntad por parte del gobierno y esperamos tener una tercera central muy pronto», afirmó Ishafq Ahmed, ex presidente de la CEAP y asesor del jefe del gobierno militar paquistaní, Pervez Musharraf.

«Primero veremos cómo la central de Chashma estabilizará la generación de energía en el país. Luego podremos ir por un tercer reactor», señaló.

Para el actual presidente de la CEAP, Pervez Butt, la energía nuclear es la respuesta a las crecientes carencias energéticas del país. Se estima que Pakistán necesitará unos 52.000 megavatios de electricidad para 2020, cuando la capacidad actual de generación es de 18.000, explicó.

Pakistán tiene un potencial de 15.000 megavatios de generación hidroeléctrica, otros 15.000 de energía térmica en base a la combustión de carbón y 7.000 a gas. El equilibrio se conseguirá con la energía atómica, sostuvo el presidente de la CEAP.

La central de Karachi es objeto de estudios, con la colaboración de la IAEA, para ampliar su vida operativa otros 10 años hasta 2012.

En Asia, sólo Corea del Sur, China e India, con 14 reactores, tienen tecnología propia para fabricarlas.

Las obras en Chashma comenzaron en 1992 luego de un acuerdo entre Islamabad y la Corporación Nacional Nuclear de China.

«Ahora tenemos que intentar hacerlo por nuestra cuenta. Debe ser nuestro objetivo hacer una nueva central nuclear sin ayuda extranjera en los próximos siete u ocho años», dijo Ahmed.

El reactor de Chashma fue ideado a mediados de los años 70, en el marco de un plan para la construcción de al menos ocho centrales nucleares en un periodo de 20 años.

Estados Unidos y Francia eran entonces los principales fabricantes de componentes para centrales nucleares, pero cuando Pakistán intentó comprar equipamiento para Chashma a comienzos de la década del 80, se negaron a vendérselo.

Como consecuencia, el proyecto fue abandonado en 1985 y permaneció olvidado hasta 1989, cuando Islamabad inició tratativas con China. (FIN/IPS/tra-eng/ni/mu/rp/mj/en dv/01

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